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La estrategia del PP

Feijóo entierra su discurso contra el gravamen a las eléctricas: ya no le parece “podemita”

Alberto Núñez Feijóo señala al presidente Pedro Sánchez durante el debate que mantuvieron en el Senado.

Un paso adelante, otro para atrás. El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, navega como puede en el debate abierto en torno a las medidas más eficaces para contener los precios de la energía y acusa de “improvisar” al Gobierno mientras él mismo entra en contradicción con sus propuestas de hace apenas unas semanas. 

El último ejemplo se ha hecho visible este miércoles. El líder del PP ha abandonado definitivamente su oposición a un gravamen fiscal sobre los beneficios extraordinarios que eléctricas y energéticas están teniendo gracias al precio disparatado que han alcanzado en toda Europa los combustibles por culpa de la invasión rusa de Ucrania. 

El pasado mes de julio, cuando el presidente Pedro Sánchez anunció en el debate sobre el estado de la nación la aprobación de dos nuevos impuestos para obligar a eléctricas, energéticas y bancos, las empresas que más se están beneficiando de la situación, a contribuir aportando más al común de todos los españoles, Feijóo se opuso sin matices.

Aquella idea le parecía muy mala porque gravar a las energéticas y a los bancos acabaría repercutiendo “en los recibos” y en “más comisiones” para los consumidores. “Tenemos que tener blindado que esto no lo van a pagar los ciudadanos y que esto no va a disminuir las inversiones porque si no estaremos pagando los de siempre”, advirtió en aquel momento en una entrevista en Onda Cero. El proyecto del Gobierno le parecía entonces “populista” y la prueba de “la podemización del presidente”.

Ahora Feijóo ya no piensa así. Es más, está a favor del nuevo gravamen, aseguró el miércoles por la noche en una entrevista en el programa El Objetivo (La Sexta). Aunque se negó a criticar los “beneficios extraordinarios” de estas compañías, al líder del PP le parece bien obligarlas a pagar siempre y cuando se cumplan dos condiciones: que el parámetro que mida su contribución sean los beneficios y no la facturación y que el dinero recaudado se destine de manera finalista a reducir la factura que pagan los consumidores.

Como la gasolina

“Aproximadamente sería como la bonificación de la gasolina”, explicó pasando por alto que en el caso de los 20 céntimos que costea el Estado por litro de combustible no interviene ningún nuevo gravamen sobre las petroleras que compense al erario público. Y enterrando las críticas que su partido dirigió en su día a la medida del Gobierno, que votó en contra en el Congreso.

El nuevo Feijóo ya no cree que el riesgo de que eléctricas y energéticas imputen el impuesto a los consumidores sea motivo suficiente para descartarlo. Ni que su implantación pueda tener efectos negativos con las inversiones. 

Eso sí, subraya, ese gravamen que ahora apoya, en la estela de lo que acaba de proponer la Comisión Europea, no es el mismo que comenzó su tramitación este martes en el Congreso y a cuyo mero debate el PP ha votado que ‘no’. A Feijóo, que sigue denunciando la elevada deuda pública española, no le parece bien que el dinero vaya a las arcas públicas para después ser utilizado por el Gobierno para reducir esa deuda o mejorar la sanidad, la educación o a financiar las medidas sociales que tratan de frenar los efectos nocivos de la inflación.

El líder del PP insiste en que el impuesto, tal y como se está tramitando en el Congreso, es susceptible de ser anulado en los tribunales y alertó del riesgo de tener que devolver todo lo que se recaude por esa vía. Se refiere a que vaya a gravar la facturación y no los beneficios, una decisión que el Gobierno tomó para evitar que, si se fijaba en las ganancias, las empresas pudiesen eludir el pago utilizando procedimientos de ingeniería fiscal.

No es la única propuesta que el PP ha cambiado en los últimos días. También ha pasado de criticar, por “intervencionista”, que se limite el precio del gas, a reclamar que se tome una medida idéntica para las energías renovables, la nuclear y la hidroeléctrica.

La guerra como causa

¿Por qué ahora defiende limitar precios? Porque “estamos en una guerra”, admitió dando al conflicto el protagonismo en la crisis que le niega habitualmente en sus intervenciones. “Y no podemos mantener la industria con los precios que tenemos”. En su opinión, es razonable cambiar la fórmula vigente de fijación de precios “mientras dure la crisis”. Eso, añadió, no es un cambio en la posición del PP, sino de “la crisis que vive Europa”. 

Feijóo también enmendó en la misma entrevista el plan que el PP presentó el lunes al añadir sobre la marcha correcciones de renta a los rebajas en el recibo que propone para aquellos consumidores que ahorren más, una medida que claramente beneficia a los usuarios que menos se han apretado el cinturón en los últimos años y perjudica a los más vulnerables, que son los que tienen menos margen para ahorrar. “No es lo mismo el ahorro de los vulnerables que el de los que tienen piscina climatizada en su casa”, explicó contradiciendo el plan de su partido, que nada dice al respecto.

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Lo que sí dejó claro el líder del PP es que se opone a la excepción ibérica, el mecanismo extraordinario que, aunque no ha conseguido reducir los recibo, ha logrado que los consumidores españoles paguen la electricidad muy por debajo del resto de los países de la Unión Europea. Tanto es así que, confirmó, si gobernase la eliminaría por completo.

¿La razón? Que no tiene el respaldo de la Unión Europea, aseguró. Pero no es verdad. La excepción ibérica se puso en marcha en España y Portugal después de que el pasado mes de junio Bruselas le diese el visto bueno.

En la misma entrevista Feijóo se mostró a favor de subidas salariales en las empresas que se lo puedan permitir para compensar la pérdida de poder adquisitivo por culpa de la inflación y afirmó ser partidario de “actualizar” las pensiones, si bien no aclaró si apoya que suban automáticamente con el IPC con la excusa de que no tiene los datos que maneja el Gobierno para saber si será posible (el Ejecutivo ya ha dejado claro que se mantendrán indexadas con la inflación para que los jubilados no pierdan poder adquisitivo).

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