Terremoto en el PSOE madrileño

Ferraz da por amortizado a Lobato y mira ya a Óscar López para sucederle en enero

El portavoz del PSOE de Madrid en la Asamblea de Madrid, Juan Lobato, tras su declaración institucional en la Asamblea de Madrid.

Auténtico terremoto en el PSOE. El líder de la federación madrileña, Juan Lobato, se niega a dimitir a pesar de la indignación en la mayor parte del partido. Incluso ha decidido lanzar dudas sobre La Moncloa respecto a quién filtró las informaciones sobre la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Lo hizo en una comparecencia sin preguntas este martes que marcó un antes y un después. En la dirección federal y dentro de su federación recorre la sensación de que está “atrapado” y lo dan ya por amortizado.

A pesar del monumental enfado en La Moncloa, en Ferraz y en buena parte del socialismo madrileño, la dirección del partido no va a moverse para apartarlo ya de su cargo, según trasladan altas fuentes socialistas a infoLibre. El argumento es que no van a ejecutar ninguna acción a tres días de que arranque el congreso federal, del que tiene que salir precisamente una nueva Ejecutiva. Además, en la sala de máquinas del PSOE ponen el foco en el proceso interno de primarias que tiene aprobado el propio socialismo madrileño y que comenzará apenas unos días después de la celebración del cónclave nacional en Sevilla.

Aunque no haya movimientos para arrebatarle la Secretaría General del PSOE de Madrid ahora mismo y no se quiera abrir una batalla pública, sí se da por hecho que habrá competición en las primarias y que la alternativa la liderará el ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, según fuentes del PSOE. En la dirección del partido, en cambio, descartan que se presente a ese proceso Enma López, una de las caras emergentes en el PSOE madrileño y que está en todas las quinielas para entrar en la Ejecutiva nacional en el congreso de Sevilla.

La batalla, en las inmediatas primarias

En los actuales estatutos del PSOE, según consta en el artículo seis, para revocar a un líder territorial se necesita primero una votación superior al 50% de los miembros del Comité Regional. Posteriormente, esa decisión debería ser sometida a consulta en el periodo de un mes entre los militantes y afiliados directos. De prosperar, se tendría que nombrar a una gestora para pilotar el proceso de transición.

En Ferraz y dentro del PSOE madrileño se descarta ese proceso. Y se emplaza al propio calendario de primarias que se pactó para el congreso regional. En virtud de él, el próximo 5 de enero (cuatro días después de que termine el congreso de Sevilla) se reunirá el Comité Regional y la presentación de candidaturas se debería realizar el día 7. La recogida de avales abarca desde el día 8 al 16 de diciembre, en tanto que la campaña se desarrollará en plena vacaciones navideñas (del 19 de diciembre al 10 de enero). La primera vuelta de la votación se realizará el 11 de enero. Si ningún candidato logra el 50% de apoyos, se va a una segunda el 18. El congreso regional sellaría la dirección entre el 1 y el 2 de febrero.

Lo que sí piden numerosos miembros del PSOE de Madrid es que Juan Lobato convoque antes del congreso federal de Sevilla una Ejecutiva regional para dar explicaciones. Según varios dirigentes madrileños, ha tenido “poca valentía política” de hacer esa declaración Lobato en la Asamblea de Madrid ante los periodistas sin aceptar preguntas y, en cambio, se niega a reunir a la dirección regional.

Los principales dirigentes nacionales del PSOE no quisieron enfrentarse directamente con declaraciones a Lobato, pero sí han abordado la cuestión dos figuras a nivel regional conectadas directamente con La Moncloa y Ferraz: el delegado del Gobierno en Madrid, Fran Martín Aguirre, y la portavoz socialista en el Ayuntamiento de la capital y exministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto. El primero exigió al líder del PSOE-M explicaciones “más sólidas” sobre por qué tomó decisiones "tan relevantes, delicadas y graves” como acudir a un notario y le pidió reunir a la Ejecutiva regional como "foro interno" para abordar lo sucedido.

Maroto empujó en el mismo sentido: "Ante las declaraciones que ha hecho esta mañana y toda la confusión que se generó ayer, creo que Juan Lobato tiene que dar explicaciones a la militancia". En ese sentido, apeló a que tiene que se tiene “que volver a ganar la confianza de los militantes”.

Lobato no logra grandes adhesiones públicas

La soledad de Lobato se empieza a visualizar tras su comparecencia, ya que ningún cargo con relevancia del PSOE de Madrid ha salido a darle su apoyo, ni tampoco ninguno a nivel nacional o de otras federaciones. Lo que sí trasladan dirigentes de socialismo madrileño es que Lobato no debería encabezar la delegación de la federación en el congreso de Sevilla y no se descarta que haya pronunciamientos públicos en cascada a partir de este miércoles sobre este asunto.

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Lobato, antes de ir a Sevilla, debe declarar horas antes el viernes ante el Tribunal Supremo, que le ha citado como testigo dentro del caso de las supuestas filtraciones de la Fiscalía General sobre el novio de Ayuso a raíz de la información periodística de Abc de que el líder madrileño depositó ante notario una conversación en marzo vía Whatsapp con Pilar Sánchez Acera, entonces jefa de gabinete de Óscar López, en La Moncloa para trasladarle la confesión, que habían publicado varios medios, del abogado de la pareja de Ayuso intentando un pacto con la Fiscalía en relación a varios delitos fiscales.

“No contemplo que eso fuera falso porque, si el origen del documento hubiera sido distinto al que se me dijo, esto hubiera supuesto, además de que se me mintió, que eso es lo de menos, un intento de que fuera yo quien hiciera público ese documento con origen posiblemente irregular y con las consecuencias legales y políticas que hubiera tenido para mí y también para el Partido Socialista de Madrid”, lanzó Lobato durante su declaración el martes a primera hora.

El hecho de que Lobato fuera a una notaría meses después de esa conversación para dejar constancia de ese intercambio de mensajes supuestamente para blindarse él y a La Moncloa ha despertado muchos recelos e incomprensión entre cargos nacionales y autonómicos y parlamentarios. El líder del PSOE madrileño no ha dado una explicación convincente, según fuentes de Ferraz y del PSOE-M, de por qué lo hizo, ni siquiera en la conversación que mantuvo con la dirección federal durante el fin de semana. Lo que sí creen dirigentes socialistas es que esto puede acabar también con una imputación para Sánchez Acera y ponen en duda de que se pueda fiar ya de alguien que lleva a un notario conversaciones con una persona que pertenece a su propia Ejecutiva en el PSOE de Madrid.

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