la gestión de una catástrofe
La jueza de la dana rechaza eximir a Pradas y resume al detalle su "negligencia grosera" en el Cecopi
La exconsellera de Justicia y Emergencias de la Generalitat Valenciana Salomé Pradas se convirtió, a las 15.00 horas del 29 de octubre de 2024, en la directora del plan de emergencia por las inundaciones que provocaron ese fatídico día la muerte de 229 personas. Sin embargo, a partir de ese momento, Pradas no cumplió con ninguna de las funciones que le atribuía ese cargo. Ni determinó las medidas de protección a la población que debían adoptarse, ni dispuso los recursos humanos y materiales que debieron asignarse a las posibles localizaciones de la emergencia, ni estableció prioridades de actuación, ni decidió qué información debía facilitarse a la población y a los medios de comunicación en esos gravísimos momentos.
Así lo refleja la juez Nuria Ruiz Tobarra en el auto por el que rechaza la petición de Pradas de que se archive la causa contra ella. La instructora de Catarroja subraya la rápida actuación del Gobierno de Carlos Mazón el pasado 28 de septiembre –cuando mandó un mensaje Es-Alert con muchísima antelación– y la contrapone con el sms "tardío y errado" del día de la dana para llegar a la conclusión que demuestra, por parte de Pradas, "una negligencia grosera".
Según el plan de actuación ante inundaciones de la Comunidad Valenciana, mientras el nivel de alerta se mantuvo entre 0 y 1, el director de la emergencia fue el secretario autonómico, Emilio Argüeso, también imputado en la causa. Pero a las tres de la tarde, se decretó el nivel 2 para la comarca de Utiel-Requena, donde se registraban lluvias de hasta 300 litros por metro cuadrado que habían desbordado el río Magro inundando las calles.
A partir de ese momento, toda la responsabilidad de la gestión recayó sobre Pradas. Sin embargo, la exconsellera no ordenó que se adoptara ninguna medida de alerta a la población hasta el envío del mensaje Es-Alert a las 20.11 h de la tarde, cuando la mayoría de las víctimas ya habían sido arrastradas por el agua. El mensaje, además, trasladaba un contenido erróneo, porque, en lugar de pedir a la gente que se desplazara a pisos y zonas altas, recomendó que se evitaran desplazamientos. Tal y como recuerda la instructora, a muchas de las víctimas el agua les pilló en la calle, mientras se encontraban al volante o cuando trataban de sacar sus vehículos de los garajes.
Las 20.11 h
Que la responsabilidad de enviar el mensaje Es-Alert correspondía a la consellera, lo dice la propia instructora. Pero, según las pruebas recabadas hasta ahora, también lo reconoció la propia Pradas. Fue la principal autoridad en la gestión de la catástrofe la que retrasó más de tres horas el envío de la alerta. Un vídeo de una productora contratada por la Generalitat que el Gobierno valenciano había ocultado y cuyo contenido se ha conocido este viernes muestra que en el Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) se valoró la posibilidad de enviar ese mensaje a las 17.00 horas. Sin embargo, el visto bueno de la directora de la emergencia no llegó hasta las 20.11 h.
La jueza recuerda cómo Miguel Polo, presidente de la Confederación Hidrológica del Júcar (CHJ), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, manifestó la necesidad de enviar el aviso a las 17.30 h. Sin embargo, en unas imágenes publicadas en Televisión Española y que están aportadas a la investigación, Pradas aparece entre las 18.59 h y las 19.05 h de ese día dando órdenes sobre el contenido del mensaje, mientras manifestaba con desdén que no le apetecía hablar con el responsable estatal de la cuenca del Júcar.
Otros testigos del dispositivo de emergencias relataron cómo a partir de las 18.09 h ya era notorio que la alerta a los teléfonos se iba a enviar. Sin embargo no empezó a redactarse hasta las 20.05. En las imágenes de TVE, Pradas aparece dando instrucciones sobre el aviso, pero en las de las productoras aparece ella exigiendo que no se envíe antes de que ella lo lea. "La consellera insistió en que no se enviara ningún mensaje sin su visto bueno", declaró ante la jueza otro de los técnicos de emergencias.
"La comparación entre el mensaje que se envió el 29 de octubre de 2024 a las 20.11", sostiene la jueza en referencia al día de la dana, "y el que se envió el 28 de septiembre a las 15.28 horas", en referencia al de la pasada semana, "es tan significativa como reveladora de la negligencia grosera en la que se incurrió". "Cuando se lee el mensaje de 2025", que aconsejaba subir a zonas altas o a pisos superiores a quien se encontrara en zonas inundables, "es imposible no valorar las numerosísimas vidas que se perdieron el 29 de octubre [de 2024] andando por la calle, circulando con los automóviles, bajando a los garajes; alguna víctima pereció ahogada en un ascensor". Se trata, sostiene la instructora, "de una pérdida de vidas que jamás se puede achacar a que no se autoprotegieran las propias víctimas. Más de una pereció tras salvar a otras", señala.
Si Pradas no cumplió con su deber de proteger a la población, tampoco señaló prioridades ni destinó personal a las localizaciones de la emergencia. Este incumplimiento negligente lo explica la jueza por no haber mandado a ninguno de los múltiples efectivos que tenía a su disposición –bomberos, guardia civil, agentes forestales o de medio ambiente...– a vigilar la evolución de los barrancos. Los bomberos controlaron la rambla del Poyo, pero volvieron a su base antes de las tres de la tarde sin que nadie los volviera a mandar. El plan establece que la Generalitat debió contrastar con la CHJ el área afectada por la alerta hidrológica, pero el control del caudal en los barrancos y las cuencas menores, que se debe vigilar presencialmente, no se dispuso.
La exconsellera también falló en la información a transmitir a la población y a los medios de comunicación sobre la catástrofe que se estaba produciendo. La jueza lo demuestra recurriendo a la programación, precisamente, de À Punt, la cadena autonómica de la Generalitat, que emitió en directo durante toda la jornada: rescates de bomberos a mediodía, el desbordamiento del barranco del Gallo y el del río Magro a su paso por Utiel, advertencias de peligro de lo que se preveía que iba a ocurrir aguas abajo, coches arrastrados... A las 19.14 h, mientras se mostraba la caída de una pasarela peatonal en Picanya arrastrada por la riada, una de las reporteras pedía a los espectadores "mucha precaución si están al lado de las ramblas, de los ríos".
A la jueza le sorprende que, mientras la periodista avisaba, Pradas no lanzara la alerta hasta las 20.11 horas, "esperando no se sabe qué ni se sabe a quién".