Ruptura en la extrema derecha

Los críticos con Abascal salidos de Vox han montado ya cinco partidos, pero sólo uno quiere a Olona

Santiago Abascal y Macarena Olona, en la noche electoral andaluza.

Si Macarena Olona, ahora que Vox le ha cerrado la puerta en las narices, decidiera montar un partido nuevo, no estaría inventando nada. Tras su fachada marcial, Vox es un hervidero de crisis, gestoras y fugas. El resultado es que desde junio de 2020 al menos cinco exmilitantes han montado sendos partidos tras salir escaldados: Túpatria, España Suma, Valores, Juntos por España y Libres. ¿Quiénes son? Una exparlamentaria andaluza, una exdirigente en Alicante, un concejal en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), un "provida" que intentó liderar el partido en Murcia y un falangista asqueado por el "partido-negocio".

En sus historias hay de todo: rupturas personales y distanciamientos ideológicos, acusaciones de "traición", salidas airadas y expulsiones, fichajes de disidentes, partidos que son un calco de Vox en chico y otros que pretenden trazar su propio camino. Pero hay al menos un rasgo en común: la denuncia de la falta de democracia interno en Vox. Exactamente lo que dice Olona, que no lo tendría fácil si quisiera entrar en uno de estos partidos: sólo uno le abre la puerta.

Túpatria: una exdirigente provincial enfrentada a la cúpula

Túpatria fue registrado así en Interior, todo junto y con tilde en la u, el 26 de junio de 2020. Es el integrante de esta familia que más repercusión ha logrado, quizás por una presentación en Madrid que reveló la existencia de una disidencia organizada salida de Vox. Con sede en Madrid, su fundadora y presidenta es Carmen Gomis, alicantina de 53 años, ex dirigente provincial. Entró en Vox a fines de 2015 y fue nombrada vicesecretaria de comunicación en Alicante. Su salida fue en marzo de 2019. ¿Por qué? Gomis no describe ninguna discrepancia ideológica profunda, sino estratégica: se oponía al discurso de Vox según el cual el partido es "perseguido" por los medios. "Es mentira", dice. De ese conflicto surgió su decepción con la dirección.

Gomis destaca que, a raíz de la buena repercusión mediática de Vox en Alicante, empezó a colaborar con la dirección de Madrid para tareas de comunicación, aprovechando su formación en marketing. Llegó a recibir, destaca, una distinción por su trabajo en la asamblea del partido en 2017. Con el tiempo, comenzó a prevalecer una línea de ataque a los medios, de la que ella discrepaba. Empezó a tener problemas. Cuando explicó su situación a Javier Ortega Smith y Abascal, no encontró su respaldo. "El problema de Vox es interno. Cuando te desvías del camino, van a por ti a muerte. A Olona lo que le pasa que ha conocido ahora a Javier y a Santiago. Yo ya los conocí", afirma Gomis, que se siente "traicionada" por Abascal. ¿Incorporar a Olona? "Ni nos ha tocado la puerta ni nosotros a ella. Si alguien quiere tocar la puerta, está abierta", dice.

Niega que Túpatria sea una "escisión de Vox", aunque ha admitido que el 80% de sus miembros salen de allí y de los 12 integrantes de la primera dirección ocho eran excargos de la formación de Abascal. Asegura que "cada vez nos llega más gente del PP y de Cs, o incluso sin militancia previa". Su actual secretario general es Fernando Martínez Albor, concejal en Valdemoro (Madrid), salido de Vox. No es su único edil. Gomis cita también a concejales de su formación en Magán (Toledo) y Aljaraque (Huelva). Y un alcalde, el de Campolara, en Burgos. Todos fueron elegidos en listas de Vox.

Su partido tiene, afirma, en torno a un millar de miembros. Aún no se han presentado a ninguna elección. Prevé que su primera cita sea en 2023, con las municipales y autonómicas. Sus propuestas recuerdan a Vox: derogar la Ley de Memoria, ilegalizar partidos independentistas, reforzar el Ejército y la Policía Nacional... Túpatria se define como una fuerza "conservadora" y "liberal".

España Suma: un guardia civil que "no dormía tranquilo"

José Manuel Martínez niega que su partido, España Suma, se parezca a Vox, pese a que la "gran mayoría" de sus fundadores salieron de allí. Guardia Civil retirado, a sus 52 años se ve como un "liberal". Aunque es madrileño, vive en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Allí nació y murió su idilio con Vox.

"Ingresé en Vox en agosto de 2018, en septiembre me hicieron coordinador en Sanlúcar, en noviembre de la junta directiva provincial", relata. Fue candidato de Vox en Sanlúcar en 2019, obteniendo acta de concejal. En septiembre de 2020 se salió del partido, aunque sigue siendo edil. Explica que entró por su programa "contra los privilegios de los políticos". "La música que me gustaba era esa. El tema ultracatólico no iba conmigo", señala. Lo que más rechazo le causó fue el funcionamiento interno, asegura. "No me gustaba la operativa. No me dejaba dormir tranquilo". Aunque ha llegado a cargar con dureza contra Vox –"peor que la mafia calabresa"–, asegura que no guarda inquina: "Todavía hoy recrimino a quien habla mal de Vox".

Martínez registró España Suma en Madrid el 19 de noviembre de 2020, con el nombre que se barajó para la plataforma PP-Cs. Sabe que la formación lleva la "etiqueta" de "escisión de Vox", cosa que le da "pena" por sus compañeros. Ahora bien, no niega los nexos con Vox. Forma parte de España Suma "toda la cúpula que estaba en el sindicato Solidaridad" en Barcelona, dice. Asegura que tiene "más de 50 concejales", entre los que cita a una edil de Bormujos (Sevilla), "la chica que se casó con una mujer y le hicieron la vida imposible en Vox", otra en Chiclana (Cádiz) y otro en Benicàssim (Castellón). Los tres fueron elegidos por Vox, señala Martínez, que asegura que está respetando los "tiempos" de diputados autonómicos y nacionales que darán el paso.

El partido, que celebró su primera asamblea en julio, tiene como rasgo distintivo una democracia interna en las antípodas de Vox, asegura su líder. Aún no se ha presentado a ninguna elección, porque lo primero es "montar la estructura". Martínez asegura que tiene más de 600 afiliados, con implantación en todas las comunidades salvo País Vasco, Galicia, Canarias y Baleares. "Nos nutrimos de partidos locales, con los que llegamos a acuerdos", señala. En cuanto a su ideología, España Suma se define así: "Sentido común".

Ante la pregunta de una posible incorporación de Olona, Martínez se ríe: "Si Olona llama a la puerta, si renuncia a sus ideas propias en pro del bien común, si entiende que España Suma es otra manera de hacer política, siempre será bienvenida igual que el resto de políticos vengan de donde vengan".

Valores: un "provida" que quiso ser candidato

A sus 49 años, Alfonso Galdón suma 28 años en el PP y 22 meses en Vox. El primer partido lo dejó porque no había suficiente defensa de la "familia" y de la "vida". El segundo, por falta de democracia interna. Finalmente decidió montar el suyo. Lo fundó el 11 de diciembre de 2020 en Murcia, él mismo lo preside y se llama Valores. Su secretario de Organización es Rodolfo Espina, expresidente de Vox en Asturias.

Presidente del Foro de la Familia en Murcia durante tres años, Galdón es el activista "provida" que "paralizó las charlas Lgtbi en Murcia con un documento llamado 'consentimiento informado', lo que cierto partido político luego llamó pin parental". Ese "cierto partido" es Vox, del que habla con antipatía. Está convencido de haber sido engañado por una cúpula que no quiere que nadie sobresalga fuera del núcleo dirigente.

Galdón entró en Vox en octubre de 2018 "con la promesa de que sería candidato" regional en Murcia, afirma. Pero nunca llegó a serlo. A cambio, quedó atrapado en la maraña de crisis y luchas internas que es Vox en Murcia, donde su propio grupo parlamentario no es ni reconocido por la dirección. No es casual que Olona haya programado en Murcia su conferencia de este viernes. Tras perder unas primarias que llegó a impugnar, Galdón salió del partido en octubre de 2020. No se arrepiente. "Abascal no es mal chico, pero está secuestrado por la gente a su alrededor".

Si uno se asoma a los mensajes de Valores, todo suena parecido a Vox. Galdón subraya las diferencias: "Cuando nos llaman escisión de Vox, es porque los cinco promotores éramos de Vox. Pero no somos como ellos. No compartimos el discurso contra la inmigración ni esa polarización en buenos y malos, ni tampoco vamos con la bandera y las canciones de Manolo Escobar, por mucho que nos gusten la bandera y Manolo Escobar", explica.

El énfasis de la crítica lo pone en la falta de contundencia contra la corrupción del PP –"Es la disidencia controlada del PP"– y en la falta de democracia interna. "Vox ha hecho mucho daño a sus afiliados. Los ha decepcionado. No quieren barones territoriales, no quieren líderes. En mi caso vieron que aporté mucha gente, que me traje a casi todo el partido Avanza, de Benigno Blanco [que fue presidente del Foro de la Familia]". A su juicio, la dirección prefiere a los "arribistas" que puede tener controlados. "Nuestro partido es pequeñito, pero queremos consolidarlo de abajo a arriba. Tenemos cuatro concejales: dos en Totana, uno en Puerto Lumbreras y otro en Cieza [todos en Murcia]", explica. Aún no se ha presentado a ninguna elección, aunque en 2023 quiere hacerlo en Madrid, Castilla La Mancha, Asturias y Murcia. En las últimas elecciones madrileñas Valores pidió el voto para Isabel Díaz Ayuso. Galdón sabe que tiene difícil abrirse paso, pero cree que Vox declinará y seguirá habiendo demanda de un partido de "valores" para la "España que madruga".

¿Y Olona? Era "el mejor activo de Vox". ¿Se plantea ofrecerle su proyecto? "No", responde. Cree que la exdiputada "se ha equivocado" con una salida que "no es creíble", porque "se ha adelantado en los tiempos". Ahora, afirma, "le está echando un pulso a Vox" que tiene imposible ganar.

Juntos por España: un antiguo falangista contra el "partido-negocio"

Andrés Santo, gestor inmobiliario valenciano de 56 años, exmilitante de Vox y hoy presidente de Juntos por España, sí que le tira la caña a Olona. "Tiene las puertas abiertas de Juntos por España para liderar y modelar el partido. ¿Para qué va a montar una organización nueva, que esa sí tendría pinta de escisión, cuando puede entrar en una pequeña, con la ventaja de que es pequeña, para trabajar desde ahí?", dice.

Santo se considera "un patriota, ni de izquierdas ni de derechas", pero asume que hay quien lo considera de "extrema derecha". "Estoy en política desde los 16 años, desde la época de Blas Piñar. He sido delegado en Valencia de la Alianza por la Unidad Nacional de Ricardo Sáenz de Ynestrillas, no tengo por qué esconderlo", dice. También ha sido jefe de prensa del sindicato Fuerza Nacional del Trabajo, portavoz de la Junta Nacional de La Falange y durante más de diez líder de un pequeño partido local de Paiporta, en Valencia.

De su etapa en las organizaciones "patriotas" conoce a Jorge Cutillas, hoy diputado en la Asamblea de Madrid por Vox, y a otros "compañeros de lucha" que se pasaron a las filas de Abascal. Entró en Vox en noviembre de 2018. "Sentía atracción por el mensaje de Abascal. Pero siempre hubo algo en Vox que no me gustaba. Demasiado liberales. Después de las elecciones andaluzas, cuando vi lo que firmaron con PP y Cs, quedó clarísimo. Es un partido de vividores más. Para tener una vida fácil, me hubiera metido en el PP. Me decían: 'Esto va a cambiar'. Pero con Rocío Monasterio, Espinosa de los Monteros y Ortega Smith sólo puede ir a peor. Vox es un partido-negocio, controlado por cuatro. Cuando Olona ha querido entrar en ese círculo, se la han quitado de encima. No me extraña que enfermara", explica.

Santo montó Juntos por España en Paiporta, Valencia, el 28 de mayo de 2021. Tiene intención de debutar en las urnas en las municipales y autonómicas de 2023 "allí donde sea posible". Tiene en torno a un centenar de afiliados, señala. Y duda de los partidos que dicen tener cinco, seis y diez veces más. "Yo con mil afiliados montaría un pollo", afirma. Su decálogo incluye propuestas de Vox, como "ilegalizar los partidos separatistas", "derogar las leyes de género y Lgtbi", "suprimir las autonomías" y "mejor control de la inmigración", pero también salir de la UE y la OTAN.

Su manifiesto, de retórica inflamada, define a JxE como "un antipartido". Santo afirma que, si Olona aceptara su propuesta, habría que "retocarlo", porque "no es lo mismo enfocarlo al 2-3 por ciento que a un porcentaje mucho mayor". Las palabras que más repite al hablar de su partido son "paciencia" y "paso a paso". "No hay prisa. Mira lo que le ha pasado a Vox, con crecimiento descontrolado. No quieren estar en los ayuntamientos. Todos quieren Congreso, Senado y Parlamento europeo, que es lo que da dinero. Sacaron más de 500 concejales por inercia, pero he leído que han perdido casi la mitad. Hay un fallo grave. Hay un cáncer". Cree que Vox caerá, pero otro partido ocupará su espacio y hay que estar preparados

Libres: la parlamentaria de la bandera falangista

¿Recuerdan la foto de una bandera falangista en el Parlamento andaluz? Se hizo viral gracias a Luz Belinda Rodríguez, parlamentaria elegida por Vox la pasada legislatura de Almería. Llegó a ser portavoz adjunta durante algo más de medio año. A primeros de 2020 dio la campanada anunciado su ruptura con el partido tras sentirse ninguneada en un partido sin democracia interna. Rodríguez obtuvo su momento de mayor repercusión fotografiándose junto al yugo y las flechas en el pequeño rincón que le asignó la Cámara para sus quehaceres como no adscrita. Vox la acabó expulsando en 2021 por usar su posición para su "medro personal". Ahora ella ha respondido con un partido, Libres, nombre que sorprendentemente estaba disponible.

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Ella misma lo preside, con un exbanderillero como vicepresidente y un concejal de Vícar –elegido por Vox– en la dirección. Aunque está registrado desde el 31 de marzo de 2022, el anuncio de su creación es de diciembre de 2021. Libres considera las autonomías el "cáncer de España" y rechaza el "feminismo radical" de la izquierda. El primer punto de su programa es la "formación de un gobierno de unidad nacional". A esto se suma un "referéndum para frenar la inmigración". Dicen que trascienden ideologías.

Rodríguez afirma que nunca militó en Falange de las JONS, sino que se limitó a un acuerdo verbal para defender los puntos del programa falangista que coincidían con los de Vox. ¿Por qué? Porque, asegura, "a los tres meses" de estar en el Parlamento ya se dio cuenta de que Vox no iba en serio a defender su programa, por ejemplo cuando aceptó las subvenciones públicas. Sobre incorporar a Olona, el no es rotundo: "Tenemos muchas diferencias. Yo di mi palabra de trabajar hasta el último día por los andaluces y cumplí".

Vox no respondió a las preguntas de infoLibre sobre estos cinco partidos y sobre el número de cargos públicos y dirigentes que han salido de la formación.

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