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Salario mínimo

PSOE y Podemos responden al Banco de España que los estudios no avalan que subir el salario mínimo destruya empleo

Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España.

La subida del salario mínimo a 900 euros sigue generando polémica. El Banco de España ha calculado que elevar la cuantía de esta figura un 22% para 2019 –como acordaron el Gobierno y Unidos Podemos hace unas semanas– podría suponer una pérdida del 0,8% de los empleos, lo que implicaría la destrucción de unos 150.000 puestos de trabajo en España, y así lo avisó el gobernador de la institución, Pablo Hernández de Cos, este miércoles en el Congreso. No obstante, Hernández de Cos admitió que los estudios sobre el impacto de las subidas del salario mínimo ofrecen resultados muy dispares, y para PSOE y Podemos las cifras estimadas por el Banco de España no son fiables y, además, la valoración de las políticas de empleo se escapa de sus competencias.

Las críticas de Hernández de Cos se produjeron durante su comparecencia en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, destinada a presentar el informe anual del Banco de España. El gobernador no citó directamente la subida del salario mínimo pactada por el Gobierno y Unidos Podemos, pero sí que alertó de que una subida "del 22%" en la cuantía no tiene precedentes en España, por lo que podría, incluso, provocar "lo contrario" de lo que pretende: reducir los niveles de empleo de "aquellos a los que se quería ayudar, los jóvenes".

"La evidencia empírica disponible sobre los efectos de subidas del salario mínimo interprofesional ofrece una elevada variedad de resultados, si bien, en general, tiende a identificarse que el aumento del salario mínimo tiene un efecto negativo, aunque limitado, sobre el empleo agregado en la economía", aseguró Hernández de Cos este miércoles. Y ese efecto negativo podría exacerbarse, sostuvo el gobernador, con una subida importante como la que está planteada para 2019, y afectar a los colectivos más vulnerables para el empleo, "como los más jóvenes y los de mayor edad con menor formación". 

"El nivel del salario mínimo interprofesional debería diseñarse, por tanto, teniendo en cuenta la productividad de los trabajadores afectados y su grado de empleabilidad si se quieren evitar efectos no deseados en la forma de pérdida de empleo y aumento de la desigualdad", sostuvo Hernández de Cos. El gobernador llamó la atención sobre la situación de los trabajadores a los que, en principio, beneficiaría esta medida: el 50%, señaló, cuentan con contratos temporales, y también cerca del 50% trabaja en empresas de menos de diez trabajadores, lo que a juicio del Banco de España implica que tienen más riesgo de quedar desempleados si se eleva el salario mínimo a 900 euros.

La Airef reduce la cifra a 40.000 empleos

No obstante, para PSOE y Podemos, las declaraciones de Hernández de Cos están basadas en un supuesto que no puede darse ni mucho menos por seguro. "El propio Cos así lo dice, y es verdad: la evidencia empírica disponible sobre el impacto de la subida del salario mínimo ofrece resultados mixtos", sostienen fuentes de la dirección socialista, que califican de "difícil" poder prever cómo afectará al empleo la medida. Y la prueba, aseguran estas fuentes, es que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), otro organismo público e independiente, cifró hace unos días en 40.000 los puestos de trabajo que se perderán: casi una cuarta parte.

"La idea del Gobierno es tratar de romper la dinámica por la cual España compite [en el exterior] por sus bajos costes, y eso obliga a subir la productividad al tiempo que se suben los salarios", abundan estas fuentes del PSOE, que aseguran que el pacto de Presupuestos con Unidos Podemos incluye medidas para ello, como son el aumento de la inversión en i+D, en políticas de empleo y en educación. Pero "el aumento de la productividad y el de los salarios tienen que ir de la mano", resume un dirigente, que pronostica, además, que el efecto en el empleo de subir el salario mínimo será "relativamente pequeño".

Con estas fuentes coincide Nacho Álvarez, secretario de Economía de Podemos. "Toda la literatura científica que existe sobre este tema no es nada concluyente", avisa en primer lugar Álvarez, quien asegura, además, que el estudio en el que la institución se basa para augurar la destrucción de 150.000 empleos "no tiene en cuenta el efecto positivo en el consumo" que supondrá subir el salario mínimo. "Elevar los salarios más bajos reforzará el crecimiento de la economía, y eso a su vez redundará en una mayor creación de empleo", argumenta el dirigente de Podemos.

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Ese mismo argumento es compartido por Alberto del Pozo, economista y miembro del colectivo Economistas frente a la Crisis, que insiste en que "hay que tener en cuenta" los efectos sobre el consumo para evaluar el posible impacto de la subida del salario mínimo. "A priori, no podemos conocer qué efectos tendrá, porque como reconoce el propio Banco de España, no hay estudios concluyentes al respecto", explica Del Pozo, que asegura, además, que los "recurrentes" informes del Banco de España sobre el salario mínimo se han equivocado con anteriores subidas.

El economista pone el ejemplo de 2017, cuando el salario mínimo subió de 655 a 707 euros en 14 pagas. "Entonces, el Banco de España realizó un estudio que ha demostrado no ser muy preciso", explica Del Pozo, que señala que la institución pronosticó que "se iban a perder el 0,1% de los empleos". "Por el contrario, la creación de empleo creció, y además creció especialmente entre los mayores y los jóvenes, los colectivos a priori más afectados por el salario mínimo", asegura el economista, que señala que, entre los trabajadores menores de 25 años, ese incremento "fue del 31%". "El análisis del Banco de España, que tiene una capacidad técnica enorme, es bastante pobre y sesgado ideológicamente", considera Del Pozo, que critica la "obsesión" que, a su juicio, demuestra la institución con el mercado laboral.

Podemos y el PSOE se quejan de lo mismo: "No es el papel de los reguladores hacer política, y el Banco de España lleva varias décadas marcando la política laboral del país", denuncian fuentes del partido morado, mientras que dirigentes socialistas recuerdan que "el ámbito de actuación del Banco de España es la política monetaria y la supervisión bancaria, no las políticas de empleo". En este sentido, el propio Nacho Álvarez, en Twitter, denunciaba este jueves que "sorprende que el Banco de España –que fue incapaz de prever la crisis y supervisar las entidades bancarias para evitar la burbuja crediticia– precise con exactitud milimétrica los empleos que se perderán por la subida del salario mínimo".

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