Sánchez y Lula da Silva exhiben sintonía política y una nueva alianza aunque con "matices" sobre Ucrania

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibe al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en el Palacio de la Moncloa en Madrid, este miércoles.

"Brasil está de vuelta". Este es el principal mensaje que quiso dejar Luiz Inácio Lula da Silva durante su estancia en Madrid, que ha servido para exhibir sintonía política con Pedro Sánchez y relanzar una alianza estratégica con España tras los años de aislamiento del ultraderechista Jair Bolsonaro.

El presidente de Brasil recaló en Madrid, en su primera visita a España tras su vuelta al poder, después de visitar Lisboa. La idea que tiene es la de resituar a su país en la primera plana internacional y jugar un papel decisivo en el orden internacional.

Sánchez y Lula da Silva mostraron sintonía en temas económicos, de cooperación comercial, de relaciones laborales y medioambientales, además de un mensaje firme de defensa de la democracia tras los asaltos a los parlamentos en Washington y Brasilia.

El tema, en cambio, en el que no hay una conexión total es el modo de acabar con la guerra de Ucrania. Los dos están de acuerdo en lograr la paz, pero Lula hizo un discurso ante la prensa en La Moncloa en el que volvió a hablar de parar la guerra e impulsar un G20 de la paz, lo que quitaría poder al Consejo de Seguridad de la ONU.

"Es necesario que encontremos a un grupo dispuesto a encontrar la forma de parar la guerra", indicó, con este mensaje al hilo: "Tienen que parar de destruir". "Voy a seguir intentando alcanzar este acuerdo", comentó, a la vez que añadió que su Gobierno va a hablar con Rusia y Ucrania. Sostuvo que ahora falla el intento de frenar la guerra y reconoció que su postura es más "cómoda" que la UE porque está a miles de kilómetros.

Su mensaje, señaló, pasa por parar ya la guerra para evitar una "desgracia mayor" y no quiso pronunciarse sobre si España debe seguir aportando armas a Ucrania

Sánchez, en este tema, insistió en la necesidad de lograr la paz escuchando el plan de paz elaborado por Ucrania, una postura que defendió hace unas semanas en su reunión en Pekín con Xi Jinping. Recordó que Brasil siempre ha mostrado su condena rotunda en la ONU y ha defendido la integridad territorial de Ucrania, aunque reconoció que hay "matices". Pero para el español es relevante que Brasil y China hayan dado un paso para implicarse.

"Nueva etapa estratégica"

Tanto el presidente de Brasil como el español quisieron remarcar la fuerte relación entre Brasil y España (que es el segundo inversor en este país). Sánchez señaló en que se trata de una "nueva etapa de una relación estratégica". Con motivo de esta visita, los dos países han firmado acuerdos en materia laboral, científica, universitaria y de innovación.

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Esta visita también supuso un espaldarazo para el trabajo que quieren hacer Brasil y España para acercar más la UE y Latinoamérica y el Caribe, que celebrarán una cumbre en Bruselas a mediados de julio. España asumirá la Presidencia de la UE en el segundo semestre, al igual que Brasil la de Mercosur. Sánchez espera que se llegue a un acuerdo comercial entre Mercosur y la UE este año, a pesar de las reticencias de algunos pases. "Es ahora", proclamó.

Otro de los puntos en los que mostraron su coincidencia fue en la lucha contra el cambio climático y la sequía frente al "negacionismo ciego y suicida". El mandatario español le pidió conseja sobre la situación climática y reconoció la labor de su homólogo con la conservación del Amazonas.

Lula da Silva quiso remarcar su interés por España y señaló que estaba muy agradecido al país. "MI querido amigo Pedro", dijo durante su intervención, para lanzar también la idea de que espera colaborar para el crecimiento económico y luchar así contra el hambre en su país. 

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