Congreso de los Diputados

Los socios parlamentarios del Gobierno tensan la cuerda en vísperas del primer plazo clave de los Presupuestos

El Gobierno quiere dar una imagen de unidad y fortaleza con los Presupuestos del año 2022, las cuentas para la “recuperación justa”, en palabras de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Después de superar el primer escollo, tras una complicada negociación entre las formaciones que conforman el Ejecutivo (PSOE y Unidas Podemos), ambos buscan el de sus socios parlamentarios, aquellas formaciones que facilitaron la investidura de Pedro Sánchez.

Estos partidos son Esquerra Republicana de Cataluña (13 diputados), Partido Nacionalista Vasco (6), EH Bildu (5), PDeCAT (4), Más País (2), Compromís (1), Nueva Canarias (1), Partido Regionalista de Cantabria (1) y Teruel Existe (1), que entienden que ahora es el momento de presionar a cambio de contrapartidas. Según ha podido saber infoLibre, algunas de estas formaciones sopesan presentar una enmienda a la totalidad, cuyo plazo vence este viernes.

Estas enmiendas a la totalidad se traducen en un rechazo a todo el proyecto de Presupuestos, que podría provocar que el Congreso tumbara las cuentas en la votación prevista para el día 4 de noviembre. En ese escenario el Gobierno de Sánchez podría prolongar los Presupuestos de este año, como sucedió en anteriores legislaturas con las cuentas firmadas por el ministro del Partido Popular, Cristóbal Montoro, pero la actual legislatura ya quedaría vista para sentencia.

El Gobierno confía en superar estos vetos (sólo pueden ser de devolución y no de texto alternativo) para que el proyecto de Presupuestos continúe su tramitación. Pero eso solo será posible si PSOE y UP logran que Esquerra Republicana y el PNV, las formaciones con mayor peso político y que, a su vez, más desconfían del Ejecutivo, no impidan superar este primer trámite.

ERC: "Llevamos meses con buenas palabras, pero nuestra paciencia se acaba"

Ambos grupos esgrimen diferentes motivos para hacerlo. La portavoz de ERC en Cataluña, Marta Vilalta, puso dos condiciones sobre la mesa para evitar un rechazo total a los Presupuestos: el cumplimiento de las inversiones no ejecutadas en las cuentas de 2021 y la protección del catalán en la futura ley audiovisual que prepara el Gobierno.

Fuentes del grupo parlamentario que lidera Gabriel Rufián aseguran en conversación con este medio que la aceptación de estas dos propuestas son "imprescindibles" para que su formación se siente a hablar del proyecto de Presupuestos, y lamentan que el PSOE "se lo esté tomando con calma". "Llevamos meses con buenas palabras, pero nuestra paciencia también se acaba".

Además, en el grupo catalán no esconden tampoco su decepción con el anteproyecto de ley de vivienda, aprobado este martes. En ERC indican que hay aspectos que van a enmendar en su tramitación parlamentaria, especialmente aquellos que entienden que chocan con su propia normativa autonómica, actualmente recurrida ante el Tribunal Constitucional por el propio Ejecutivo central.

El PNV alza la voz ante el enésimo bloqueo a la ley mordazaley mordaza

El Gobierno ya ha mantenido encuentros como otro de sus socios prioritarios y estratégicos del Gobierno, el PNV, pero el acuerdo todavía está lejos. El portavoz del grupo parlamentario, Aitor Esteban, ha censurado públicamente que PSOE y Unidas Podemos hayan retrasado hasta el 3 de noviembre las enmiendas a la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como ley mordaza. Un plazo que se ha ampliado hasta en 39 ocasiones.

El otro motivo de fondo es que aún hay cuestiones previas sin resolver procedentes del pacto presupuestario del año pasado, al igual que ocurre con ERC, unos "incumplimientos que deben encauzarse antes de afrontar" la negociación de las cuentas públicas para 2022. Entre los temas pendientes está la transferencia del Ingreso Mínimo Vital a Euskadi (acordada en octubre de 2020), y el acceso del Tren de Alta Velocidad (TAV) a Bilbao y Vitoria.

Bildu lamenta las trabas para derogar la reforma laboral

Por su parte, el otro grupo vasco, EH Bildu, con el que la ministra de Hacienda "sólo habla de números", tampoco ha confirmado su apoyo, aunque sí descarta presentar una enmienda a la totalidad. El grupo vasco ha puesto el foco en varias ocasiones en la derogación de la reforma laboral e incluso llegó a firmar un documento para su contrarreforma el pasado año que el PSOE tuvo que matizar a las pocas horas. "Las fuerzas políticas que suscriben este acuerdo se comprometen a derogar de manera íntegra la reforma laboral del año 2012 impulsada por el Partido Popular. La derogación deberá ser efectiva antes de la finalización de las medidas extraordinarias adoptadas por el Gobierno en materia económica y laboral derivadas de la crisis originada por el covid-19", rezaba el texto. Un acuerdo que finalmente no se cumplió.

Desde el grupo parlamentario lamentan que el ala socialista esté poniendo "trabas" para derogar (o, más bien modernizar,, en palabras de los socialistas) esta reforma laboral orillando al departamento encargado de esta materia, el ministerio de Trabajo liderado por Yolanda Díaz, cuyas tesis se encuentras más cercanas al grupo abertzale que las del PSOE. 

El PdeCat critica que PSOE y UP estén "a la greña"

"Si los socios están a la greña, los que tenemos que negociar no tenemos la sensación de que sea el mejor escenario, porque están más pendientes de sus guerras internas de que lo que se tiene que sacar adelante", ha lamentado este martes el portavoz del PdeCat en el Congreso, Ferrán Bel.

En todo caso, Bel ha descartado presentar una enmienda a la totalidad, pues aún se ve "capaz de mejorar" el proyecto durante su tramitación parlamentaria y, por tanto, no quiere que termine la próxima semana en su votación de totalidad, aunque al igual que ERC ha lamentado que el Gobierno está "demasiado relajado": "Ya les hemos trasladado que o se ponen las pilas o no funciona".

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