Sol, Sergas y pancarta: otro verano plagado de protestas en Galicia por el "colapso" y la falta de personal
En el puente festivo de hace diez días, decenas de personas se movilizaron en O Vicedo (Lugo) para reclamar una sanidad pública "de calidad" y volver a denunciar el "abandono" del centro de salud en este municipio mariñano. La plataforma Médicos en O Vicedo, apoyada por la plataforma sanitaria de A Mariña, advirtió una vez más de la falta de facultativos y de refuerzos en verano, lo que provoca saturación y una atención precaria, agravadas en época estival.
Ese mismo fin de semana, en Folgoso do Courel (Lugo), a más de 200 kilómetros, fue el grupo político Courel Vivo quien denunció la falta de asistencia médica, que se limitó al sábado hasta las 13:30 horas, en pleno puente festivo, con un considerable aumento de población y condenando a vecinos y visitantes a desplazarse al hospital más cercano —Monforte, a una hora de camino— en caso de necesitar atención.
O Vicedo, Catoira, Cervo, Viveiro, Foz, Marín, A Cañiza, Fornelos... Las protestas por la falta de personal, el "colapso" y las largas listas de espera se extienden por toda Galicia en verano
Ese mismo fin de semana y aún más al sur, en la parroquia canguesa de O Hío, a 250 kilómetros de O Vicedo, los vecinos se movilizaron para reclamar más recursos en sanidad pública, la reducción de las largas listas de espera o un centro de salud propio. Y lo hicieron, como en otras ocasiones, cruzando repetidamente un paso de peatones hasta provocar retenciones de vehículos y llamar la atención sobre la saturación en la zona, que también influye en la asistencia sanitaria.
Son solo tres ejemplos de las continuas movilizaciones contra la falta de médicos, el "colapso", las largas listas de espera o la escasez de recursos que se expanden por toda Galicia, especialmente durante el verano. También este año, donde la lista de localidades con protestas contra el Sergas o actos reivindicativos sigue creciendo.
Las hay convocadas para los próximos días y ya se han celebrado en las últimas semanas, como en Cervo, donde la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública de A Mariña denunció la "catástrofe sanitaria" que supone la falta de médico de familia y que fue denunciada en una movilización que reunió a 300 personas. A pocos kilómetros, en Foz, fue el sindicato CIG quien denunció la escasez de personal en el centro de salud, provocando que el personal "realice tareas dobles, incluso poniendo en riesgo su salud física y mental". Antes, en Viveiro, se celebraron varias concentraciones advirtiendo que "la atención sanitaria no está garantizada".
En Catoira, por ejemplo, hay concentraciones semanales —algunas en forma de procesiones— para reclamar más personal médico, sustituciones durante bajas y vacaciones, y la recuperación de la ambulancia medicalizada en la localidad. Las entidades convocantes denuncian que solo hay un facultativo a media jornada y que no hay pediatra.
En Catoira hay procesiones para reclamar más personal médico y la recuperación de la ambulancia medicalizada con base en el Hospital do Salnés y ahora en Sanxenxo
Precisamente, dos emergencias en O Salnés la pasada semana volvieron a provocar indignación y protestas entre los vecinos por el traslado a Sanxenxo de la ambulancia medicalizada que el resto del año presta servicio en el hospital. En Vilagarcía, un hombre sufrió un desvanecimiento y un médico y un enfermero del PAC llegaron antes en taxi al lugar que la ambulancia, que tardó cincuenta minutos. En un suceso similar en Ponte Arnelas, la tardanza fue de media hora.
"Estas son las consecuencias de la política sanitaria del PP: poner en riesgo la salud y la vida de los vecinos de O Salnés", advirtió en redes sociales Montse Prado, portavoz de Sanidad del BNG.
En Marín, por su parte, mantienen las protestas tras lograr la incorporación de una nueva doctora en Seixo para cubrir unas vacaciones, pero con listas de espera que, según los colectivos movilizados, llegan a un mes en algún médico de familia. Y en Moaña, van ya cerca de 200 semanas de protestas para reclamar la devolución del servicio de Urgencias y el aumento de personal.
La ausencia de pediatras en los centros de salud es otra de las constantes en las protestas
No muy lejos, en Redondela, la Plataforma por la Defensa de la Sanidad Pública retoma también las protestas de cara al próximo mes y, como en la mayoría de los casos, para reclamar más recursos y personal en los centros de salud y denunciar un tiempo de espera para citas en medicina de familia que llega a los 16 días en Chapela. Mientras, en Cerdedo, la plataforma sanitaria lleva tiempo advirtiendo que la escasez de profesionales provocó que hubiese varios días en julio sin ningún facultativo en el ambulatorio, mientras que en Aguiño (Ribeira) reclaman la cobertura de las dos plazas existentes al haber solo un profesional activo desde hace semanas.
Es una constante. En la capital de A Terra Chá, en Vilalba, ya se han producido movilizaciones que denuncian que en un municipio con casi 14.000 habitantes solo atienden en el centro de salud siete de los once médicos previstos, tras varias jubilaciones y una baja. En A Guarda alertan de la espera de hasta tres semanas para conseguir cita, y en Lalín las protestas surgen por la falta de atención a la salud mental desde hace tres meses. En A Cañiza, aún el pasado lunes hubo una nueva concentración ante el ambulatorio, denunciando que sigue sin haber pediatra y que solo uno de los tres facultativos del cuadro de personal está trabajando.
En Fornelos de Montes o Pazos de Borbén, por ejemplo, los vecinos y la oposición parlamentaria (BNG y PSdeG) alertan de que sus centros de salud "permanecen sin médico", mientras que familias de A Pontenova se concentraron la semana pasada ante la sede de la Xunta en Lugo para denunciar "el abandono" de la educación y también de la sanidad en su municipio, en una iniciativa impulsada por su alcalde, el socialista Darío Campos. Denuncian, asimismo, falta de personal médico y listas de espera que llegan a los 15 días.
"Colapsos, sobrecarga y urgencias saturadas"
Las denuncias y protestas están apoyadas por la plataforma SOS Sanidade Pública y corroboradas por sindicatos como el de enfermería SATSE, que señaló a Galicia como una de las comunidades autónomas con "colapsos en los centros de salud, profesionales sobrecargados y urgencias saturadas". Porque esa es otra de las consecuencias: la falta de médicos en los centros de salud provoca la saturación de los servicios de urgencias de los hospitales y de los PAC.
SATSE asegura que es "la falta de una planificación adecuada de sustituciones y la no cobertura de ausencias" lo que provoca "un montón de problemas" en los centros sanitarios de muchos territorios, también en Galicia. Lo atribuye también a los "recortes estivales" —entre los que incluyen el cierre de servicios y la suspensión de consultas, pruebas e intervenciones quirúrgicas— y al cierre de camas.
En Galicia, CCOO denunció que más de 2.300 personas se quedarían sin ingresar en los hospitales gallegos este verano por el cierre de camas, que el BNG cifró en alrededor de 750.
Ante las críticas, y al ser preguntado específicamente por el "colapso" denunciado por el sindicato SATSE, el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, lo negó, aunque reconoció que puede haber "momentos de mayor tensión" porque, insistió varias veces, "no hay gente para contratar".
El consejero de Sanidad niega el "colapso" pero sí reconoce "momentos de mayor tensión", que atribuye a que "no hay gente para contratar"
En declaraciones el pasado martes, Gómez Caamaño advirtió que ante esos momentos de "mayor tensión", el Sergas tiene "un plan de verano que cubre todas esas necesidades". Se refirió así al Plan de cobertura de la atención primaria en verano de 2025, que la Xunta presentó como un "refuerzo de los servicios asistenciales" en los centros de salud y dotado con algo más de 12 millones de euros. Pero que en realidad, viene a admitir, es un plan de contingencia para, ante la ausencia de nuevas contrataciones —y la carencia estructural de nuevo personal médico— tratar de compensar coberturas de vacaciones y también "el importante incremento de población en los municipios costeros". Supone, básicamente, que 149 médicos voluntarios y 95 en formación cubran esos huecos y carencias en época estival.
Respecto al cierre de camas, Gómez Caamaño niega que sea un problema y explicó, como ejemplo, que no hace mucho el Complejo Hospitalario de Pontevedra tuvo que aumentar la dotación de camas "y se pusieron sin problema ninguno". "Se habla de contratar a más gente, ¿dónde está esa gente? No hay gente para contratar en las listas", denunció el conselleiro, tras recalcar también que el personal "tiene derecho a vacaciones".
El BNG culpa de la "debacle" en la sanidad pública a la "desastrosa gestión del PP"; el PSdeG censura que la Xunta niegue el colapso "mientras la gente sale a la calle a reclamar una atención decente"
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Mientras tanto, desde el BNG atribuyen los problemas que afectan a la sanidad "de norte a sur y de este a oeste del país" durante el verano a la "desastrosa gestión del PP". Así, Montse Prado, portavoz de Sanidad del Bloque, calificó de "debacle" la situación de los recursos sanitarios en este momento.
"Una política sanitaria basada en la mentira permanente, en negar la realidad y en no poner ninguna solución solo puede tener un resultado: que las gallegas y los gallegos no tengan garantizada la asistencia sanitaria, ni la ordinaria ni la urgente", advirtió Prado, quien emplazó al conselleiro de Sanidade a rectificar su "no plan" de verano y a ponerse a trabajar porque "su tiempo de interino en la Xunta ya pasó" y tiene que ejercer como máximo responsable del Sergas, "no solo como comentarista". Además, criticó que la Xunta "intente normalizar" esperas de diez o quince días “como mínimo” para obtener una cita con el médico de Atención Primaria.
Desde el PSdeG, por su parte, censuran que la Xunta niegue el colapso en los centros de salud "mientras la ciudadanía sale a la calle para reclamar una atención decente". La portavoz de Sanidad, Elena Espinosa, lamentó que la única respuesta del PP al problema sea "censurar" las denuncias de los profesionales sanitarios y se pregunta si el plan de verano que defiende el conselleiro "consiste en desmantelar lo que ya no funcionaba".