ANIVERSARIO DE LA II GUERRA MUNDIAL

AfD cuestiona la memoria histórica del nazismo y la II Guerra Mundial en Alemania

Alice Weidel durante una rueda de prensa del partido AfD en Berlín, Alemania, este lunes.

Salvador Martínez Mas (Agencia EFE)

Alemania, país que ha dedicado décadas a cultivar la memoria del Holocausto y la Segunda Guerra Mundial, cuenta ahora en su panorama político con la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) como segunda fuerza del país y primera de la oposición, un partido desde el que se han cuestionado aspectos de la tradicional visión crítica y condenatoria de los crímenes del nacionalsocialismo.

Frases como "Hitler era comunista y se consideraba socialista", pronunciada por Alice Weidel, candidata a canciller de AfD en las pasadas elecciones generales, en una entrevista durante la campaña con el magnate Elon Musk, han dado a ese partido una reputación de enemiga del trabajo de memoria histórica realizado en Alemania desde la liberación del nazismo.

Antes de que Weidel hiciera esa afirmación, el diputado de AfD, Alexander Gauland, cuando era copresidente del partido en 2018, dejó dicho que "Hitler y los nazis sólo son una cagada de pájaro en los más de mil años de exitosa historia alemana", unas declaraciones por las que aún se piden explicaciones a los políticos del partido ultraderechista.

En la campaña de las elecciones generales del pasado 23 de febrero, comicios en los que AfD terminó como el segundo partido más votado con el 20,8% de los votos -el mejor resultado de su historia-, a Weidel le reprocharon en los debates televisados esas palabras de Gauland.

Weidel nunca reprendió a Gauland, con el que compartió liderazgo nacional de AfD entre 2017 y 2021, como tampoco hizo nunca nada parecido con Björn Höcke, jefe del partido en Turingia y prominente figura del ala más radical del partido. Es más, en la campaña de las elecciones generales, Weidel dijo que Höcke podría ser un buen ministro de AfD si el partido llegaba al poder.

Un partido entre condenas y vigilancia por extremismo

En Turingia, la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, nombre que reciben en Alemania los servicios de inteligencia del Ministerio del Interior, investiga a AfD como "caso seguro de extremismo de derechas".

Höcke, condenado el año pasado en dos ocasiones por utilizar en discursos el lema nazi Alles für Deutschland o "Todo para Alemania", llegó a calificar el trabajo sobre memoria histórica y responsabilidad alemana en el Holocausto y la Segunda Guerra Mundial, como "cultura de la culpa".

Para él, desde 1945, en lo que respecta a cómo se han esforzado las autoridades alemanas en formar una conciencia crítica respecto a los crímenes del nacionalsocialismo, constituye una "reeducación sistemática", según dijo en 2017.

Ese año también se refirió al icónico Memorial del Holocausto destinado a la memoria de los judíos asesinados por el nacionalsocialismo en Berlín como un "monumento de la vergüenza".

Gauland y Höcke no son ejemplos aislados, pues también mantiene AfD en su grupo parlamentario como diputado a Maximilian Krah, quien lideró la campaña del partido en las pasadas elecciones europeas y afirmó al diario italiano La Repubblica, no sin causar una polémica internacional, que en las SS nazis "no todos eran criminales".

Una catastrófica política sobre la historia alemana

El politólogo Hajo Funke, de la Universidad Libre de Berlín y experto en la extrema derecha alemana, explicó a EFE que, en general, en AfD "no quieren más memoria histórica" porque "está mal recordar la historia racista" de Alemania.

"Dicen en AfD que hay que combatir la memoria, porque quieren un país que sea una república etnonacionalista y racista", explicó.

Según planteó a EFE el historiador Sven-Felix Kellerhoff, autor de una nutrida lista de libros sobre el nacionalsocialismo, es "obvio que la política histórica de la AfD es un desastre y una catástrofe".

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Pero, para él, estas ideas de líderes de AfD no resultan "políticamente relevantes". "Tal vez el 5 %, entre los votantes de la AfD, compartan esas ideas y eso es malo. Pero mi impresión es que la mayoría de los votantes de AfD no están interesados en esa política del partido, y puede incluso que la rechacen. Votan AfD porque sienten que los otros partidos les han tomado el pelo", comentó.

Las últimas encuestas de intención de voto sitúan a AfD igualada con el bloque conservador que componen la Unión Cristianodemócrata (CDU) y la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) y que ganó las pasadas elecciones generales con un 28,6%.

Según el último sondeo del instituto INSA, tanto a AfD como a la CDU/CSU se le atribuye un 25% del apoyo electoral, por encima del Partido Socialdemócrata (SPD) (15%) y Los Verdes (11%).

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