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Lugares (imaginarios) para perderse

Quique Peinado se muda a 'Amanece que no es poco'

Quique Peinado se muda al pueblo de Amanece que no es poco

Quique Peinado no titubea a la hora de decantarse por su escapada: "El pueblo de Amanece que no es poco. Soy un fanático de la película", confiesa. Tampoco cabe un ápice de duda en su voz cuando se refiere al filme como "la gran comedia de la historia del cine español, y la película más genial". La cinta se rueda en un caluroso verano de 1989, entre los pueblos de Ayna, Liétor y Molinicos. Los tres escenarios manchegos forman uno sólo dentro del universo ficticio —si no ficticio del todo, al menos sí surrealista— construido por Cuerda, y que ahora Quique Peinado recupera para una escapada idílica en el corazón de la película que "más le ha hecho reír".

No es para menos. Amanece que no es poco, a pesar de ser un relativo fracaso en sus inicios, ha ido cosechando toda una serie de éxitos que la han convertido en una de las películas más representativas de la comedia patria. Fue elegida por los espectadores de la Seminci de Valladolid como la mejor película española de los últimos 60 años, muestra de toda la legión de amanecistas que ha ido reclutando con el paso de los años. Peinado asegura que "tiene un sello propio como ningún otro cineasta ha conseguido hacer de una película".

Una genialidad fotograma a fotograma que, sin tener una estructura narrativa tradicional, sí cuenta con una historia, un sentido dentro del sinsentido, una estabilidad dentro del desequilibrio. Teodoro (Antonio Resines), un ingeniero que da clases en Oklahoma, decide tomarse un año sabático, por lo que regresa a España acompañado por su padre (Luis Ciges) y un sidecar. El lugar donde se desarrollan las aventuras entre padre, hijo y las gentes del lugar es un pequeño pueblo de Albacete, en medio de la montaña, donde los vecinos parecen haber construido una comunidad al margen del mundo real, con sus propias normas y un estilo de vida irreverente y surrealista.

A Quique Peinado le atrae precisamente eso, la tranquilidad de un pueblo remoto en sintonía con la locura y arbitrariedad de quienes lo habitan. “Es una gente con costumbres muy locas y una cultura muy extraña”, recuerda. El periodista, que se confiesa un apasionadodel universo de Cuerda, dice querer hacer la ruta por los tres pueblos donde se rodó, puesta en marcha en 2009 por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha con motivo de su 20º aniversario. Quique Peinado dice, con cierto orgullo, ser "como un señor mayor": "Lo que quiero es escaparme a un pueblo tranquilo y convivir con las gentes de allí". Gente que, además, "posee tal conocimiento de literatura y filosofía”, concluye. Y es que, esto de ser intelectual (y amanecista) son todo ventajas.

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Y en la vida real…

Los proyectos de Quique Peinado en la actualidad se centran en seguir colaborando en Lo mejor que te puede pasar, A vivir que son dos días, y ZapeandoZapeando. A finales de agosto tiene previsto un viaje a Málaga para entrevistar a una persona para el libro nuevo que está empezando a escribir. Se trata de una historia de boxeo: “Pero no cuento más, por si me la plagian”.

En el año 2006, Quique Peinado publica su primer libro El basket según Pepu Hernández, al que le siguieron Futbolistas de izquierdas, en 2013, y ¡A las armas! este 2015. Desde 2013 trabaja en el programa Zapeando, de La Sexta, como colaborador y guionista, lo que compagina con sus apariciones en la Cadena SER y Melodía FM. Anteriormente, el periodista madrileño participó en medios como Eurosport, Gigantes del Basket, SLAM Magazine o la revista Esquire.

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