Congreso PP
Feijóo y Ayuso negocian discretamente para evitar "un cisma interno" antes del congreso del PP
Faltan menos de diez días para que se celebre el "cónclave", en palabras de Alberto Núñez Feijóo, que volverá a ratificarle como líder del Partido Popular. Tras una etapa marcada por su fracaso en las elecciones generales del 23J pero en las que el PP logró desbancar al PSOE como el partido más votado, el conservador aguarda su oportunidad y busca recuperar la iniciativa en el momento de mayor debilidad del Gobierno de Pedro Sánchez. Al carecer de rivales, al igual que sucedió hace más de tres años, el conservador ha obtenido el 99,72% de los votos de los compromisarios frente al 98,35% que logró en 2022.
Pero que Feijóo carezca ahora de competencia no implica que otros renuncien a dar la batalla por la presidencia del Partido Popular en el futuro. Los potenciales aspirantes a sustituir a Feijóo se miden a la espera de que llegue el momento perfecto para dar ese paso —que se precipitaría si el actual líder del PP no logra hacerse con la presidencia del Gobierno en las próximas generales—. Y ahí es clave una de las modificaciones que ha introducido el equipo encargado del documento de estatutos sobre las primarias.
La propuesta que se recoge en el texto, en la línea de lo defendido por la dirección nacional, plantea cambiar el modelo de dos vueltas vigente desde el año 2017 ―en la primera, los militantes votan a los candidatos y en la segunda, votan los compromisarios― para pasar a un modelo indirecto en el que estos delegados, a los que se supone más próximos al llamado "aparato del partido", elegirían directamente al presidente o presidenta tras ser designados por los militantes.
Un cambio que cuenta con el respaldo de algunos barones como el andaluz Juanma Moreno ―que, con ese modelo, podría garantizarse el apoyo de varias delegaciones―, pero que despierta suspicacias en otros sectores del partido, como el PP madrileño. En ese contexto, todas las miradas se dirigen hacia la presidenta Isabel Díaz Ayuso, cabeza visible del ala dura del partido, puente natural con la ultraderecha y una lideresa con potencial suficiente para dar la batalla contra Moreno llegado el momento.
Un enfrentamiento que "solo beneficiaría" a Sánchez
La presidenta de la Comunidad de Madrid es una firme defensora de darle el poder a la militancia del PP para que sean sus integrantes, y no el aparato del partido, quienes designen al candidato a la presidencia de la formación a nivel nacional. Ayuso defiende el modelo de primarias de "un militante, un voto", y fuentes cercanas a la madrileña admiten que no está satisfecha con la propuesta de Génova, por lo que se han intensificado las negociaciones en las últimas horas —el plazo para presentar enmiendas acaba este miércoles— para tratar de llegar a un acuerdo y evitar así "un cisma interno". Todas las partes negocian ahora para evitar que queden enmiendas vivas, lo que implicaría un debate público con posiciones enfrentadas que, creen, "solo beneficiaría" a Sánchez.
Ni Ayuso ni Feijóo quieren escenificar un enfrentamiento a cuenta de las primarias, especialmente en el contexto actual, en el que el caso Cerdán acapara la actualidad. Pero eso no implica que la líder del PP madrileño no luche para introducir algunos cambios. Tal y como confirman fuentes del PP madrileño, el debate sigue abierto porque, a su entender, faltan garantías. "Se está analizando el texto porque hay cuestiones que deben ser concretadas para garantizar que esta reforma cumple su objetivo", señalan estas fuentes.
Los afines a Ayuso quieren llegar a un acuerdo antes de que termine este plazo "porque hay una voluntad clara de no inflamar con este tema", según trasladan a infoLibre. Un extremo que confirma una tercera fuente implicada, quien subraya que "en los procesos internos siempre se comenta antes para ver qué se puede acordar", y cree que este será el caso. El propio Feijóo, en una reciente entrevista en Esradio, se abrió a incorporar alguna modificación en el texto antes de su votación final en el congreso. "Es un texto correcto, pero que se puede mejorar o implementar lo que fuere", apuntó el líder del PP.
En la dirección del PP reconocen que se apuntaron a la "moda" de las primarias, pero que ese modelo no casa con su visión conservadora de la política. Un argumento que también utilizó recientemente el expresidente Mariano Rajoy en una entrevista en Telecinco. "Las primarias se hicieron en mi época y me arrepiento. Esto no tiene ningún sentido, porque las primarias van contra el escalafón. Figúrese usted que aquí le pongan de director general de esta cadena a un señor de 20 años porque gana unas primarias", argumentó el exlíder del PP, que también afirmó que estos duelos internos "generan mucha división".
Los pactos con Junts, otro asunto espinoso
El PP madrileño no es el único que ha hecho objeciones al modelo de primarias. También el líder del PP catalán, Alejandro Fernández, se mostro partidario del modelo defendido por Ayuso. "Lo que fortalece al partido es poder debatir estas cosas libremente, sin miedo y con naturalidad y, eso sí, aceptar lo que vote la mayoría y salir del congreso unidos para ofrecerle a España la alternativa que tanto necesita”, defendió el político catalán en X. Sin embargo, según señalan fuentes de su entorno, no se ha inscrito para enmendar ese texto.
No obstante, Fernández sí podría dar la batalla en lo que respecta a la política de pactos. El documento político del PP defiende que no va a participar "ni en cordones arbitrarios, ni en mayorías incoherentes", una frase deliberadamente ambigua que deja todo abierto respecto a los pactos con la ultraderecha de Vox pero también con los independentistas de Junts. Para Fernández esa es una línea roja que el PP no debería traspasar, aunque desde su entorno evitan confirmar si ha presentado una enmienda a ese texto.
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El líder de los conservadores catalanes ha sido claro sobre los pactos con Junts. "Todo el mundo que se ha acercado a Carles Puigdemont ha salido trasquilado, porque es un producto altamente tóxico y radioactivo, y creo que no haberme acercado nunca a él no me ha venido mal", afirmó en diciembre del pasado año. Sus advertencias contrastan con el empeño de Feijóo de que los posconvergentes le apoyen de cara a una eventual moción de censura contra Sánchez. Un escenario que actualmente no está sobre la mesa pero que Génova sigue sin descartar.
Fue precisamente la posibilidad de negociar con Junts lo que hizo estallar las discrepancias internas entre Feijóo y Fernández, que se mostró abiertamente en contra de cualquier acercamiento con la formación independentista. Una discrepancia que quedó también patente ante las opiniones de uno y otro sobre si el procés había "muerto" tras la victoria de Salvador Illa. Aunque el líder del PP catalán salió reforzado de esos comicios, en los que el PP quintuplicó el resultado obtenido tres años antes, Génova mantiene sus recelos sobre el político catalán, al que Feijóo no quería como candidato.
Sin embargo, el adelanto electoral en Cataluña precipitó su elección ya que el líder del PP quería evitar la imagen de división. El plan de la cúpula antes de las elecciones era situar como líder del partido a la número dos del PPE, Dolors Montserrat, pero tras el buen resultado cosechado por Fernández, Génova firmó una paz temporal que, por ahora, continúa, con un Fernández instalado en la dirección de manera interina desde 2022.