Cuando fallan los trapecistas

Eduardo Vázquez Martul

La política mundial se está pareciendo a un circo. El personaje que lidera la inestabilidad mundial, el que protege la masacre de Gaza, el que estimuló la invasión del Capitolio, es el mismo que quiere enarbolar la bandera de la paz mundial. Está claro que hablamos de Trump. Pero el grave problema es que hay muchosTrump a lo largo y ancho de un mundo confundido o aletargado, que se limita a mirar por la ventana. Es un claro ejemplo de la antipolítica, si entendemos como política correcta la búsqueda de caminos que buscan el mejor bien para las mayorías.

Hay una corriente mundial que bloquea el espíritu crítico que todo ciudadano debe procurar, para convertirse en hooligans sin cerebro. Continuando con este circo de lo absurdo, está el nombramiento de Blair como miembro destacado para una posible, ¡pacificación de Gaza! Recuerden, el mismo que formó con Busch y Aznar el fatídico triunvirato que con mentiras destruyó Irak. Antes ya se había experimentado con Libia.

Y para cerrar el triángulo, otro personaje fatídico, el que encarna el terrorismo de Estado del gobierno israelí, Netanyahu, acusado de crímenes de guerra, que masacró y sigue matando a miles de niños y mujeres indefensos, incluso después de la firma de una paz mentirosa. Pero para mayor ejemplo de cinismo y amoralidad, este personaje fue el principal valedor de Trump para intentar que le concedieran el Nobel de la Paz. Pero tranquilos, ha sido concedido a la opositora de Maduro, no sin antes aplaudir a su amigo el sionista Netanyahu. ¿Cabe mayor locura?

Hay una corriente mundial que bloquea el espíritu crítico que todo ciudadano debe procurar, para convertirse en hooligans sin cerebro

Y para mayor preocupación, el de la motosierra, Milei, volvió ser refrendado por los argentinos, confirmando que la política argentina necesita de varias tesis doctorales para comprender a este país.

Solo estos hechos son una señal de la bajeza moral de estos protagonistas que campan a sus anchas, dirigidos por los que mandan tras las cortinas, frotándose las manos ante un camino allanado para hacer negocio. Estos hechos indican que el poder del absurdo, disfrazado de populismo liberal que se convierte en populimo autoritario, según Stuart Halls, supera toda lógica. Es el ocaso de los organismos mundiales, como la ONU o el Tribunal de la Haya. Han perdido toda autoridad. La autoridad está en el dominio de las redes y una prensa sin ética, prensa que dominan, que utilizan el bulo como arma de destrucción del opositor. Esto es lo que está pasando en el mundo occidental, la heredera de Grecia, Roma y la Ilustración, muy diferente a oriente. Confucio y el reino del Tao son otra filosofía que espera su momento.

Escuchando a estos nuevos voceros de la antipolítica nos recuerda el circo que, cuando fallaban los trapecistas, salían los payasos para entretener. ¿Cómo se explica este momento histórico tan negativo? ¿Se equivocan los líderes del mundo culto e inteligente? ¿La mediocridad oculta su falta de liderazgo? ¿Es el ciudadano desclasado que desea que lo admitan en sociedad? Difícil cuestión. Se puede sustituir al trapecista si falla, pero sustituir al público que ha pagado la función, resentido o empobrecido por políticas demagógicas, es muy complicado. Lo mas grave es que, como ciegos, sustituyan a los trapecistas por payasos, ya lo hacen. O peor, que quemen el circo.   

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Eduardo Vázquez Martul es socio de infoLibre.

Eduardo Vázquez Martul

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