Con otro PSOE

Tengo un amigo de toda la vida, que además es de derechas de toda la vida. Últimamente, más bien desde hace tiempo, está “preocupado” porque dice que no le gusta el PSOE de Pedro Sánchez, le acusa de haberse “cargado la socialdemocracia” y añora el viejo PSOE, el de Felipe González y Alfonso Guerra e incluso el que representan algunos barones, díscolos con la actual dirección socialista. Mi amigo, con su “inquietud” por el riesgo de que desaparezca la socialdemocracia, lo que realmente persigue es camuflar su clara inclinación hacia la derecha política. Inclinación, por cierto, absolutamente respetable. Tengo pocas dudas de que vota al PP, aunque me lo oculte con críticas al actual e incluso al anterior partido de Génova. Es como si dijera, si hubiera “otro PSOE”, un PSOE como el de antes, yo le votaría. Por supuesto salpica esta argumentación política con intensas críticas a los “peligrosos pactos” de Pedro Sánchez con los independentistas catalanes y los “proetarras” de Bildu.

Si observamos el argumentario que utiliza el PP en sus críticas al gobierno de coalición de Pedro Sánchez con Unidas Podemos, es fácil apreciar una gran coincidencia con los planteamientos de mi amigo. Y es que en el entorno del Partido Popular y sus voceros mediáticos el recurso al “otro PSOE”, el bueno, el de antes, es muy útil para desgastar el liderazgo de Sánchez, y para darse un “brochazo de centrismo”. Además, si la actual organización socialista fuera más moderada las relaciones entre los dos grandes partidos, antaño protagonistas del bipartidismo, sería otra, sin duda mejor. Pero en ese escenario ¿dónde quedan las ideologías?

Hablando de las grandes plataformas mediáticas, en concreto las televisiones afines al PP que tienen audiencias millonarias —por ejemplo, Antena3— podemos apreciar cómo recurren con frecuencia a testimonios y declaraciones de un barón socialista que, velada o explícitamente, se despacha a gusto contra el Presidente del Gobierno y Secretario General del PSOE. Me refiero en concreto a Emiliano García Page, actual presidente de Castilla La Mancha, que no escatima esfuerzos para criticar los pactos del Gobierno con ERC y Bildu para sacar adelante en el Congreso importantes leyes de claro contenido social y laboral, y por supuesto la más importante de las leyes, los Presupuestos Generales del Estado.

En el entorno del Partido Popular y sus voceros mediáticos el recurso al “otro PSOE”, el bueno, el de antes, es muy útil para desgastar el liderazgo de Sánchez, y para darse un “brochazo de centrismo”

En el “cara a cara” del 10J Feijóo “deslizó” en un momento dado que en el futuro Sánchez no estaría en el PSOE y sería más fácil su más deseado pacto político, el de permitir gobernar a la lista más votada.  Es sin duda una prueba más de la campaña política y mediática del PP para conseguir que el actual partido socialista se reconvierta en una suerte de partido socialdemócrata, o más bien de centro, con el que se podría volver a un cómodo bipartidismo. Por suerte hoy por hoy parece lejana esa “reconversión” del partido de Ferraz.

Cuenta el Partido Popular en este cometido con la “inestimable ayuda de Felipe González”, que después de la “resurrección de Sánchez” —tras ganar las primarias a Susana Díaz— no ha perdido ocasión de criticar al actual líder socialista. Con otro tono, pero en la misma línea, se mueve también el histórico Alfonso Guerra. Se completa este plantel de vetustos críticos del actual socialismo con Joaquín Leguina, pero el expresidente socialista de la Comunidad de Madrid ha llegado más lejos todavía al pedir el voto para Ia lideresa madrileña del PP, Isabel Díaz Ayuso, en las elecciones autonómicas de 2021. Algo por lo que, como es natural, causó su baja en el PSOE.

No sabemos qué ocurrirá este 23 de julio, pero todo indica que, si Pedro Sánchez sale de La Moncloa, el futuro del actual PSOE es incierto. Confiemos en que “el otro PSOE” no se haga realidad.

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Rafael Sánchez Sánchez es analista político y socio de Infolibre.