Robert Redford, un hombre y un destino: leyenda del cine, activista y mucho más que un "guapo canónico"
"Llevo haciéndolo desde los 21 años... ya es suficiente". Así anunciaba su retirada en 2018 Robert Redford. Actor, cineasta, promotor del influyente festival de cine independiente de Sundance y activista medioambiental. Historia del séptimo arte, icono de un siglo XX que se ve más lejano con cada muerte de las figuras que le dieron forma de una u otra forma. El intérprete, nacido en 1936 prácticamente en Hollywood, en Santa Mónica, y fallecido este martes en Utah a los 89 años, es uno de esos rostros (considerado por no pocos como uno de los más guapos que se pusieron ante una cámara) que definen una era.
Después de toda una vida entregada al cine, su último papel como protagonista fue en The old man & the gun, film de comedia y crimen escrito y dirigido por David Lowery, basado en la historia real de Forrest Tucker, un criminal y escapista de prisión. Un papel como anillo al dedo para decir adiós desde la gran pantalla, que todavía tuvo una inesperada coda final en forma de aparición sorpresa en Avengers: Endgame (2019).
Una cinta taquillera de superhéroes, sí, una despedida poco probable pero signo de los tiempos, y colofón a una trayectoria que deja personajes icónicos como Jeremiah Johnson, Bob Woodward (el periodista de Todos los hombres del presidente), Johnny Hooker (el adorable bribón de El golpe) o Denys Finch Hatton (el irresistible aventurero de Memorias de África). Estos son unos pocos, pero deja como legado medio centenar de papeles en otros tantos títulos desde que comenzara su andadura que comenzó en Broadway y en la televisión y pasó al celuloide en 1962 con El que mató por placer (War Hunt).
Redford es tan icono del guapo máximo, el galán de cine absoluto, que cuando quería pagar un millón de dólares a Demi Moore para acostarse con ella, era más bien una proposición absurda"
Su primer gran éxito le llegó en 1967 con Descalzos en el parque, clásico del cine romántico en el que hizo pareja con Jane Fonda y le abrió todas las puertas. Convertido ya en algo así como la gran promesa del momento, encadenó a partir de ahí una serie de trabajos que le consolidaron como actor de prestigio y estrella de Hollywood. La confirmación de todo su potencial llegó a través de clásicos de la talla de Dos hombres y un destino (1969, haciendo histórica pareja con Paul Newman), El candidato (1972), Las aventuras de Jeremiah Johnson (1972), Tal como éramos (1973, coprotagonizada por Barbra Streisand), El golpe (1973, de nuevo con Newman) o Todos los hombres del presidente (1976).
Fue un hombre muy comprometido que se la jugó muchas veces y nos ha dejado ese festival de cine independiente maravilloso que da la oportunidad de conocer películas estupendas
El Golpe película le valió su primera nominación al Oscar, un galardón que se le resistió y que nunca consiguió como actor, aunque sí recibió el Oscar Honorífico por toda su carrera en 2002. También ganó el Oscar a Mejor Director por Gente corriente (1980, que alcanzó las seis nominaciones), una distinción que le confirmó como mucho más que la enésima cara bonita de Hollywood, capaz de contar grandes historias desde detrás de la cámara en obras como El río de la vida (1992), Quiz Show: El dilema (1994), El hombre que susurraba a los caballos (1998) o Pacto de silencio (2012).
Resulta extraordinario ver todo lo que hizo como actor, director, activista...
Pero fue como actor como cimentó su leyenda en multitud de títulos que no pueden quedar sin mencionar: El gran Gatsby (1974), Los tres días del cóndor (1975), El jinete eléctrico (1979), Brubaker (1980), Peligrosamente juntos (1986) o Una proposición indecente (1993). Esta última cinta provocó cierto escándalo por su trama, en la que un millonario ofrece un millón de dólares a una mujer en apuros económicos, provocando un controvertido dilema entre ella y su esposo. "Redford es tan icono del guapo estándar, del guapo máximo, el galán de cine absoluto, que cuando quería pagar un millón de dólares a Demi Moore para acostarse con ella, era más bien una proposición absurda", rememora con humor a infoLibre el cineasta y guionista Borja Cobeaga.
"Era un millonario encantador, por lo que no había ningún dilema moral con él, ya que es el objeto de deseo para hombres y mujeres de todo un siglo. Siempre se le recordará como el guapo canónico", continúa el realizador quien, bromas ciertas aparte, reconoce su faceta como director y el creador del festival de cine independiente más importante e "influyente" del mundo: el Festival de Sundance, que se celebra todos los eneros desde 1983 en Park City (Utah). "Resulta extraordinario ver todo lo que hizo como actor, director, activista...", apunta a su vez a infoLibre la directora Alauda Ruíz de Azúa, reconociendo que "cada cierto tiempo" le gusta revisitar Gente corriente: "De joven me impactó la honestidad con la que miraba a la familia. Y, de adulta, siempre me reconcilia con el cine de relaciones y personajes donde la sencillez puede ser un valor".
"La relevancia de Robert Redford es total porque actúa en diferentes ámbitos"
Para el cofundador y director editorial de la plataforma Filmin, Jaume Ripoll, "la relevancia de Robert Redford es total porque actúa en diferentes ámbitos y es una de las primeras estrellas de la interpretación, de los galanes, que se pasa a la dirección y lo hace con una película en la que no es protagonista, Gente corriente". Y después de ganar ese Oscar por su primera película como director, "al cabo de un año, empieza a trabajar en el proyecto del Festival de Sundance, que ha sido la plataforma por la que hemos podido ver a la gran mayoría de directores que hoy admiramos", añade a infoLibre.
Coincide con esto la cineasta Laura Hojman, quien aparte de su faceta como "actor brillante" y "figura clave" del séptimo arte, destaca su apuesta por el cine independiente en Sundance, "que dio espacio a muchísimos creadores que quedaban fuera de los circuitos comerciales de Hollywood y que al final fueron los que cambiaron las reglas del juego, como Tarantino, Kevin Smith o Steven Soderbergh". "Yo era muy jovencita en el momento que estos directores empezaban empujados por el final y nos mostraron a toda una generación que había otra forma de hacer cine que da mucha más importancia a la autoría y que nace de las ganas de contar historias, aun con pocos recursos", explica a infoLibre.
Lla primera película española en ser seleccionada en Sundance fue 'Canción de cuna' (1994), de José Luis Garci, basada en la obra homónima de María Lejárraga
Recuerda Hojman, asimismo, que "la primera película española en ser seleccionada en Sundance fue Canción de cuna (1994), de José Luis Garci, basada en la obra homónima de María Lejárraga". "Redford la vio y se quedó absolutamente fascinado con la película, por lo que la seleccionó para Sundance. Así que hay algunas conexiones incluso curiosas entre Robert Redford y María Lejárraga", relata la directora.
La periodista María Guerra, por su parte, recuerda para infoLibre una visita al Festival de Sundance: "Le vi una vez en su festival, donde las ruedas de prensa estaban abiertas al público, a los ciudadanos de la ciudad, y me sorprendió que era un hombre muy tímido, pero con un sentido muy claro de que el cine, y él mismo por ser tan famoso, tenía que servir para ponerse a disposición de las nuevas generaciones del cine de autor, del compromiso. Se echa mucho de menos una figura tan referente ahora que Hollywood está tan callado y no se levantan las voces contra Trump. Redford muere en un tiempo negrísimo para EEUU, ojalá en Hollywood despierten un poco y se sacudan del miedo que él se sacudió".
Todas sus películas hablan de los grandes principios americanos, que ahora están completamente en entredicho
Para Guerra, Redford "encarnaba un poco la determinación americana", cuando Estados Unidos era un "país de valores". "Eso te hace reflexionar porque ahora es un país desnortado ideológicamente, pero él era un hombre de principios y sus películas hablan de eso", continúa la periodista, antes de terminar: "Todas sus películas hablan de los grandes principios americanos, que ahora están completamente en entredicho. Porque él es de esos actores, como Paul Newman, a los que su belleza, que era lo que más se veía, le perjudicaba en lo interpretativo. Pero era un buen actor".
Hizo algo muy valioso, que fue crear el festival de Sundance, una de las grandes aportaciones al cine alternativo, a otra mirada dentro de Estados Unidos que no sea solamente las grandes películas taquilleras
Un buen actor que, "aparte de un magnetismo inigualable", en opinión de Ripoll tenía también una "capacidad para trabajar en diferentes géneros que lo hacía no sé si único, pero sí muy especial". "Hay algo también fascinante en el Redford director, que era la capacidad de tomar los riesgos que tomaba. Después de ganar el Oscar se va a una película tan complicada como Un lugar llamado milagro, que fue un fracaso, y después de esa aún así se va a El rio de la vida o Quiz Show, que son bastante arriesgadas. Eso demuestra la ambición creativa que tenía, el riesgo que quería tomar y la deuda infinita que el mundo del cine tiene hacia su figura. Redford es un ejemplo para las nuevas estrellas y un referente para los nuevos cinéfilos", sentencia el cofundador de Filmin.
En la misma dirección van las palabras del actor y director teatral Andrés Lima, para quien hemos perdido "un icono de la historia del cine, un tipo guapo y simpático de los que se hace querer" y que, además, "sabía elegir las películas en las que participaba, porque aparte de que fueran todas mainstream, siempre había algo entretenido en ellas". Y agrega a infoLibre: "Hizo algo muy valioso, que fue crear el festival de Sundance, una de las grandes aportaciones al cine alternativo, a otra mirada dentro de Estados Unidos que no sea solamente las grandes películas taquilleras. Un tipo muy valioso e interesante, de los que tendría que haber muchos más. Brindemos por él".
Se llevó un Oscar honorífico, pero no estoy de acuerdo, porque se los tendría que haber llevado por los papeles en 'El golpe', 'Memorias de África', 'Todos los hombres del presidente'...
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Muy claro lo tiene Maribel Verdú: "Tenías que ser de Paul Newman o de Robert, y yo siempre fui de Robert. Amor eterno a Robert". Así de tajante es en declaraciones a infoLibre la actriz, para quien Redford, junto con Clint Eastwood, son sus "amores más longevos", las personas que han formado parte de su vida, por lo que no se cansará de ver sus películas: "Creo que fue La jauría humana la última que revisé de él este año. Es que son tantas y tantas. Tenemos la suerte de que de alguna manera siempre va a vivir con nosotros y cuando queramos recordarle tendremos sus películas. Mi amor se fue pero siempre nos quedará su cine. Además, fue un hombre muy comprometido que se la jugó muchas veces y nos ha dejado ese festival de cine independiente maravilloso que da la oportunidad de conocer películas estupendas".
No importaba si tenía dotes o no como actor, siempre me hacía reír, siempre me hacía llorar y siempre me enamoraba
La actriz Andrea Bronston comparte con infoLibre su profunda "tristeza" al poco de conocer la noticia. "Qué penita me da, desde el fondo de mi alma", admite. "He admirado a ese hombre como actor, como señor guapo. La primera vez que le vi con Paul Newman en Dos hombres y un destino me decía '¿pero estos de donde han salido?'", recuerda. Y remata para infoLibre: "Se llevó un Oscar honorífico, pero no estoy de acuerdo, porque se los tendría que haber llevado por los papeles en El golpe, Memorias de África, Descalzos en el parque, Todos los hombres del presidente... tenía que haberse llevado más de un Oscar y desde luego no solo el honorífico. No apreciamos a los artistas en vida, solo nos damos cuenta de su valor cuando mueren".
Para terminar, Cecilia Roth recuerda su adolescencia, cuando vio por primera vez películas como Dos hombres y un destino y El golpe y quedó prendada de ese hombre "guapísimo, tan sexy". "Siendo tan niña, me gustaba más Redford que Paul porque tenía más pinta de pillo", reconoce divertida. "Me mató Tal como éramos, quizás porque entendí por primera vez que el amor también se acababa o, aunque no se acabara, no era posible", añade, antes de remachar para infoLibre: "También ha sido un tipo muy comprometido, su maravilloso festival de cine es completamente distinto al resto. Era uno de los nuestros, tenía corazón. No importaba si tenía dotes o no como actor, siempre me hacía reír, siempre me hacía llorar y siempre me enamoraba".