MÚSICA

Giras de despedida: músicos arrepentidos que dijeron adiós pero volvieron a los escenarios

Scorpions en directo en Cartagena en junio de 2025

"Yo ya no me puedo despedir nunca más, tengo prohibido usar esa palabra, me tendré que despedir a la francesa. Y es que, además, cuando los compañeros anuncian la suya, usan mi despedida para decirles 'si quieres volver, luego te haces un Miguel Ríos y ya está'. Se ha convertido en marca", nos confesaba divertido Miguel Ríos semanas atrás, haciendo gala de su proverbial sentido del humor y reivindicando de paso su derecho a cambiar de opinión después lanzar esa mentirijilla del adiós definitivo porque, como todos sabemos, los viejos rockeros nunca mueren. Ni se retiran. "Yo quiero vivir y morir con las botas puestas", sentenciaba el granadino en conversación con infoLibre el pasado mes de mayo.

Miguel se despidió oficialmente por primera vez en 2009 con la gira Memorias de la carretera, si bien en 2010 y 2011 alargó el adiós con otro tour llamado Bye Bye Ríos (un nombre que no dejaba lugar a dudas), aunque después nunca dejó de colaborar con quien se lo pidiera. Volvió al escenario en 2016 con la gira El gusto es nuestro (con Ana Belén, Víctor Manuel y Serrat, este último alejado de las tablas desde 2022), en 2018 con un directo sinfónico, y a salir de gira en 2021, ya convencido de que no lo iba a dejar mientras pudiera seguir cantando. Y no lo ha dejado, hasta tal punto de que recientemente anunciaba nuevo disco y otra turné para finales de 2025 y 2026 bajo el título de El último vals. Conociéndole un poquito, mejor sería hablar del penúltimo, convengamos.

No dijo hasta la vista Joaquín Sabina explícitamente al anunciar Contra todo pronóstico, la gira con la que regresó a la carretera en 2023 después de la pandemia y su aparatosa caída en pleno concierto allá por 2020. "No se ha anunciado como despedida pero es probable, claro", reconocía a infoLibre el guitarrista de su banda, Jaime Asúa. "Sí que huele a despedida. Creo que lo huele el público y lo olemos nosotros también", admitía a su vez la vocalista y corista Mara Barros. De manera que se extendió entre los fans esa sensación y por eso se tomaron como un regalo y casi un regreso el anuncio de Hola y adiós, ya sí confirmado como tour final a la carrera del jienense durante este 2025. ¿Habrá más tras el último show del 30 de noviembre en el Palacio de los Deportes de Madrid? Es Joaquín, como Miguel, otro aficionado a las penúltimas rondas, pero eso ahora no lo sabemos, quizás, ojalá, lo descubriremos.

Siempre cabe la posibilidad del arrepentimiento, de darse cuenta de que todavía queda gasolina para otra vuelta al mundo. Bien lo saben Alejo Stivel y Ariel Rot, miembros fundadores de Tequila, dos argentinos que pusieron color a un país en blanco y negro a ritmo de frenético rocanrol entre 1976 y 1983. Una primera etapa tras la que bifurcaron sus caminos hasta que cinco lustros después, en 2008, decidieron reverdecer viejos laureles. Desde entonces, Tequila se ha mantenido en marcha de manera discontinua como dúo, mientras cada cual a su vez desarrollaba su carrera en solitario, con diferentes músicos y con varios recitales anunciados como finales en 2018 y 2021. El público parece encantado de comprar no solo una, sino varias veces, entradas para la definitiva (a la taquilla siempre le viene bien esa promesa), pero en octubre de 2023 Tequila regresaba para un recital gratuito en la Plaza Mayor de Madrid. Y tiene toda la pinta de que nunca se van a terminar de ir porque, en contra del dicho popular, en esto del rock siempre es genial volver al lugar donde uno fue joven y feliz.

Hay entre músicos españoles otros muchos casos. Como el de Mikel Izal, quien tras la disolución en 2022 de la banda a la que daba nombre con su apellido, retornó poco después para emprender carrera en solitario pero cantando en sus directos multitud (la mayoría) de temas de Izal. Un truco de trilero para hacer caja con la despedida y luego en realidad volver haciendo lo mismo con otros músicos. Adiós y hola otra vez, como Sabina, pero al revés. Distinto es el caso de Bunbury, quien también en 2022 anunciaba su retirada precipitada de los escenarios por problemas respiratorios y de garganta, no sin antes hacer un último tour que tuvo que dejar antes de tiempo al no poder continuar. Un año después, por fortuna ya localizadas y controladas esas complicaciones de salud, confirmaba su vuelta con una serie de shows escogidos en 2023 y 2024, una fórmula que mantiene para este 2025: nada de periplos interminables, pero sí citas únicas con los suyos.

También hay casos en la escena independiente española de grupos que se fueron y con el paso del tiempo lo retomaron donde lo habían dejado: Standstill (separados de 2015 a 2024) y Nudozurdo (entre 2018 y 2024). Por su parte, Rayden anunció su retirada de la música en 2023 por motivos personales tras haber sido padre. En septiembre de 2024, el rapero celebró los dos últimos conciertos de su carrera en La Riviera madrileña y, seis meses después, el pasado marzo, anunciaba en una entrevista su deseo de regresar a la profesión, aunque sin ponerse fechas. "Vuelvo a la música, pero no sé cuando. Es lo que vengo a decir en la portada de 'El País'", publicaba en las redes sociales, donde, precisamente, por aquello de tiene que exponerse constantemente, se ha convertido en una tediosa tendencia que los artistas anuncien que desaparecen temporalmente. 

Algo que siempre ha pasado, pero antaño no era necesario hacer grandes comunicados para estar un año o dos entre discos, alejado de los escenarios, dedicado a otros menesteres creativos o simplemente disfrutando de los días pasar. Algo que implica, además, en casi todas las ocasiones, una última tanda de conciertos antes de desaparecer un tiempo (con el consiguiente paso por caja del espectador), e incluso algún lanzamiento discográfico que se quede ahí, en barbecho, en el imaginario. No es lo mismo un descanso que una retirada (temporal o indefinida), pero a jugar con las palabras se han dedicado Rigoberta Bandini, Vetusta Morla, Tote King, Dani Martín o el mismísimo ídolo juvenil, Quevedo, quien con tan solo 23 años ya se ha ido y ha regresado de quien sabe donde.

El mismísimo Ozzy Osbourne, fallecido hace unos poquitos días a los 76 años tras un épico concierto de despedida celebrado el pasado 5 de julio en su Birmingham natal, aseguraba siendo un cuarentón que dejaba la música allá por 1992 con la gira No more tours (por supuesto, no lo hizo hasta que no pudo más por culpa del Parkinson, afecciones varias y cirugías de espalda que coincidieron con la pandemia). Claro que, en el universo del rock, los reyes del engaño son Scorpions, que hicieron saltar la banca con su supuesta última gira en 2014 pero acaban de retornar a nuestro país, como cada verano, para una tanda más de multitudinarios recitales. 

Más casos: Kiss hicieron un Farewell Tour en 2000 y 2001 que era al mismo tiempo una reunión de la formación original (con lo que gusta eso a los fans), de manera que, obviamente, continuaron ante la gran demanda de entradas hasta celebrar el End of the Road World Tour, que terminó el 2 de diciembre de 2023 en el Madison Square Garden de Nueva York (ya se habla de un concierto para otoño en una convención de fans en Las Vegas, eso sí, sin maquillaje). Y otro más: Judas Priest anunció a finales de 2010 su adiós con el Epitaph Tour, que recorrió el planeta durante los siguientes meses pero, ¿saben qué? Sorpresa. Tres lustros después de aquello, acaban de pasar una vez más por España.

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Y es que no hay nada más lucrativo que anunciar una gira de despedida. Bueno, sí, confirmar una gira de regreso. La penúltima, decíamos, siempre parece ser la más gustosa. Mötley Crüe anunciaron en 2014 su gira de despedida e incluso firmaron públicamente un contrato legal que les impedía volver, aunque como era de esperar lo rompieron poco después y protagonizaron en 2022 y 2023 una de esas giras que agotan ipso facto las entradas en grandes estadios. The Who amagaron con su adiós con un último tour hace tanto como 43 años, en 1982, pero muchísimos años después publicitaron su gira de 50 Aniversario como su marcha durante 2014 y 2016 pero, nada, que no, que Roger Daltrey y Pete Townsend se preparan ahora para emprender este agosto The Song Is Over North American Farewell Tour (puede que sea momento de creerles, ya que tienen 81 y 80 años, respectivamente).

Cambio de estilo para virar hacia el pop. Cher hizo una gira de despedida de 2002 a 2005, pero tres años después inició su extensa residencia en El Coliseo del Caesars Palace de Las Vegas, y luego aún volvió con el Dressed to Kill Tour en 2014, para regresar una vez más con el Here We Go Again Tour (2018-2020), que ya sí parece definitivo. Jugada parecida hizo Tina Turner, fallecida en 2023, al anunciar el Twenty Four Seven Tour del año 2000 como su retirada de las actuaciones, aunque en 2008 regresaría para celebrar su medio siglo de trayectoria: 37 fechas con entradas agotadísimas y ahí sí, ya se acabó y se retiró de la vida pública.

Retiradísimo en un pueblo de Burgos está Rosendo Mercado desde que diera su último concierto en el Palacio de los Deportes de Madrid en diciembre de 2018. El rockero de Carabanchel es, como siempre se dijo, el único mercado fiable. Y eso que cayó en la tentación y volvió muy puntualmente y por sorpresa para tocar Maneras de vivir precisamente con Miguel Ríos en 2022, en el mismo pabellón de Goya donde se despidió. "Cuando Rosendo vino a cantar conmigo en el Rock & Ríos, yo le decía 'míralos tío, los tienes ahí, están locos por que vuelvas' (risas). Estaba yo como si fuera su diablo. Veo mucho más proclive a Juan (Serrat) a 'hacer un Miguel Ríos' que a Rosendo, que ha hecho una retirada en toda regla. Aparte, es que Rosendo sabe muy bien decir que no. Pero yo no, yo no sé decir que no", admitía entre risas Miguel en la entrevista que citábamos al comienzo. Porque del sí al no y del no al sí solo hay un trecho o, como en este caso, un sonoro texto.

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