Una crisis global

La amenaza de un desplome de más del 70% en publicidad pone a los medios en aprietos en plena pandemia

Varios ejemplares de periódicos.

La pandemia del coronavirus ha puesto a los medios de comunicación españoles en serios apuros. Con una parálisis económica que puede provocar una caída de los ingresos publicitarios de entre el 75% y el 80%, según los cálculos de las asociaciones del sector, varios grupos han comenzado a preparar ya Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Movimientos que se suman a los cambios en el modelo de negocio con los que intentar capear el impacto derivado de la crisis sanitaria –desde el aumento de las cuotas a los suscriptores hasta el aplazamiento de la implantación de los muros de pago–. El temporal ha llegado en un momento especialmente delicado, en el que la expansión descontrolada del coronavirus a lo largo y ancho del planeta hace que la información sea más necesaria que nunca. Por eso, las principales asociaciones del sector han pedido al Gobierno de Pedro Sánchez que adopte las medidas necesarias para intentar mantener a flote a las compañías, como ya se ha hecho en otros países. El Ejecutivo de coalición, por el momento, ya ha acordado una ayuda a las televisiones privadas.

Con la llegada de la pandemia a España, los medios han ganado protagonismo. Según un estudio elaborado por Nethodology, un 99% de la población conoce la enfermedad. Y, en este contexto, los españoles sitúan como fuentes más fiables para informarse sobre el SARS-CoV-2 la televisión, la radio, los periódicos online y los diarios en papel. Sin embargo, el impacto económico derivado del desplome de la inversión publicitaria por el parón en el que se encuentra inmerso el país ha colocado a los medios, considerados por el Gobierno como servicios esenciales durante el estado de alarma, contra las cuerdas. Este martes, el consejero delegado de Prisa, Manuel Mirat, remitió una carta a los empleados en la que informaba de que la dirección estaba negociando con los sindicatos un ERTE y otras “medidas laborales” orientadas a “salvaguardar la estabilidad”. Por el momento, la representación sindical ha propuesto que sea de tres meses para la plantilla que en estos momentos no tiene actividad y una reducción del salario y la jornada de entre un 10% y un 15% para el resto, que se podrá revertir antes de que finalice el año.

El caso de la compañía de la que forman parte El País o la Cadena Ser no es el único. También Vocento, editora del diario Abc, está preparándose para un expediente de regulación. En este caso, según adelantó la semana pasada Vozpópuli, se estudia un ajuste de un par de meses de duración que afectará a la plantilla del área corporativa, con una reducción de jornada del 40%. Algo a lo que ya se han opuesto tajantemente desde la Coordinadora de Comités del Grupo, que consideran “injustificable” el movimiento. “Manifestamos nuestra más profunda indignación por la medida en sí misma, que se aplicaría a las áreas de administración, comercial y publicidad, considerándolas menos imprescindibles en el actual momento sanitario. […]Las redacciones no pueden funcionar sin ellos ya que son necesarios para el negocio editorial”, han denunciado los representantes de los trabajadores en un comunicado, en el que no entienden cómo con los resultados positivos de algunas mercantiles del grupo en 2019 y reservas voluntarias “de cerca de 100 millones” Vocento no puede “aguantar este envite sanitario”.

También se preparan para un ERTE las plantillas de Prensa IbéricaEl Periódico de Catalunya o Sport– o el Grupo Godó –La Vanguardia o Mundo Deportivo–, ajuste este último que se espera que afecte a todas las áreas de la firma y marcas. En negociaciones con los representantes de los trabajadores se encuentran también en el Grupo Henneo, propietario de 20 minutos. Un proceso que empezará en los próximos días también dentro de Unidad EditorialEl Mundo, Marca o Expansión–. En este último, los sindicatos ya informaron por correo electrónico el pasado lunes a los empleados de la intención de la compañía de recurrir a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo de reducción parcial de jornada, una medida que rechazan. Mediapro, por su parte, también ha informado a la plantilla de la puesta en marcha de un ERTE para 1.200 trabajadores. Los afectados, según ha informado Europa Press, recibirán la prestación de desempleo del Estado y la compañía se encargará de complementar hasta el 100% de los sueldos de los trabajadores con los salarios más bajos y hasta el 75% de los del resto.

Medidas urgentes

La inversión real estimada que registró el mercado publicitario en 2019 se situó en los 13.145,6 millones de euros, según los datos de Infoadex. Sin embargo, la paralización económica decretada por la pandemia de coronavirus ha supuesto un frenazo para el sector en este 2020. Y el impacto que eso tendrá en los medios de comunicación puede ser brutal. Desde la Asociación de Medios de Información (AMI), que aglutina a periódicos nacionales, agencias de información, radios, revistas y televisiones, calculan que la anulación de las campañas en los primeros días de confinamiento puede provocar una caída de ingresos por este concepto de hasta el 75% u 80%, mientras que la previsión que manejan para abril es de una reducción de la facturación por publicidad que se puede mover alrededor del 50%. En la misma línea se pronuncian desde la AEEPP. “La mayoría de los medios vivimos de la publicidad y la publicidad ha desaparecido por lo que nuestros ingresos como editores se han desplomado”, ha explicado este martes en RNE su presidente, Arsenio Escolar, que ha cifrado este desplome en el 80% respecto a marzo del año pasado.

En el recuerdo de todos está presente todavía el impacto de la Gran Recesión sobre el sector. Según los datos de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), entre 2008 y 2015 se quedaron en la calle 12.200 profesionales –periodistas, comerciales, administrativos o trabajadores de rotativa, entre otros– y bajaron la persiana 375 medios. Por eso, las asociaciones reclaman al Gobierno medidas que ayuden a mantener el barco a flote en esta nueva crisis. Así, varios colectivos del sector mediático y publicitario ya han pedido por carta a la ministra de Hacienda y a la de Economía, María Jesús Montero y Nadia Calviño, respectivamente, que se mantenga “el compromiso de inversión en publicidad del conjunto de la Administración del Estado en los medios de comunicación” y que se incentive la compra de espacios publicitarios en periódicos, televisiones, radios o revistas “con una desgravación fiscal del 30% para las inversiones de 2020”. Entre las medidas que el sector también ha puesto sobre la mesa del Ejecutivo está la implantación del IVA superreducido para los digitales o la apertura de una línea de financiación al sector.

Cambios de estrategias

El impacto de la pandemia no pone en riesgo exclusivamente a los medios españoles. La News Media Association ya avisó hace un par de semanas al Gobierno británico de que la crisis sanitaria representaba una “grave amenaza” y advirtió de que algunas empresas del sector no sobrevivirían “más allá de los próximos meses” sin una “intervención rápida”. Por eso, algunos países como Italia han decidido tomar cartas en el asunto. Allí, el Gobierno ha aprobado que las compañías se puedan desgravar un 30% en inversión publicitaria en diarios, medios digitales, televisiones o radios –en línea con lo que reclaman aquí las asociaciones– y ha acordado que los quioscos y las empresas distribuidoras se puedan desgravar hasta 4.000 euros en costes como el alquiler o las facturas de luz y teléfono.

Aquí, por el momento, el Ejecutivo de coalición ha dado un primer paso en lo relativo a las televisiones. Así, en el real decreto-ley aprobado este martes se incluye una compensación temporal de determinados gastos de cobertura poblacional obligatoria de televisión digital terrestre de ámbito estatal por valor de 15 millones de euros. “Los servicios audiovisuales juegan una trascendente doble función como servicios esenciales […] Por un lado, constituyen una vía fundamental para que los ciudadanos puedan informarse y para que puedan manifestarse las diferentes corrientes de expresión en la sociedad española. Y por otro lado y al mismo tiempo, proporcionan a la sociedad española servicios de ocio y entretenimiento, que cobran especial relevancia en estos momentos de confinamiento domiciliario”, señala el texto aprobado en Consejo de Ministros, que hace hincapié en el hecho de que estas empresas hayan visto “aumentar su audiencia por las medidas de confinamiento” al tiempo que han sufrido “una brusca caída de sus ingresos” por la cancelación de las campañas publicitarias.

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infoLibre abre contenidos y ofrece regalar suscripciones

infoLibre, que nació con un modelo mayoritariamente de suscripción, ha decidido abrir sus contenidos al entender que la salud pública se encuentra por encima de todo. Lo ha hecho, según han explicado sus responsables editoriales, precisamente gracias a socias y socios que siguen apoyando el esfuerzo informativo de la cabecera. A los suscriptores que puedan permitírselo se les ha propuesto también regalar suscripciones a otras personas comprometidas con un modelo periodístico menos dependiente de la publicidad, con el objetivo de garantizar que el medio resista una crisis sin precedentes. En este periódico no se han puesto sobre la mesa medidas que afecten a los trabajadores como los ERTE.

Mientras esperan una tabla de salvación, otros medios han tenido que tomar decisiones precisamente a costa de su modelo hasta ahora. Así, por ejemplo, en eldiario.es, donde pronostican un agujero para este año de medio millón de euros, se ha acordado recortar los salarios más altos entre un 10% y un 30% e incrementar la cuota anual en veinte euros para aquellos socios que se lo puedan permitir. La crisis ha pillado también a El País en plena implantación de su muro de pago, que ha decidido posponerse hasta el próximo 1 de mayo. No es el único. También el diario Hoy, uno de los regionales de Vocento, ha tenido que aplazar la puesta en marcha de la suscripción digital –que se había previsto fijar el 17 de marzo– hasta que “España recupere la normalidad”.

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