El Banco de España eleva dos décimas el crecimiento pese a la incertidumbre de las políticas de Trump

El Banco de España (BE) revisa dos décimas al alza las previsiones de crecimiento para 2025, hasta el 2,7%. Además, en los datos que ha publicado este martes, señala que los principales indicadores de la economía nacional también tendrán un comportamiento positivo: la tasa de paro se reducirá 0,3 puntos porcentuales, hasta el 10,5% y el déficit público caerá un 0,1%, hasta el 2,6%. El punto negativo lo pone la inflación, que según el BE avanzará 0,4 puntos porcentuales, hasta quedar en el 2,5% y los precios subirán más de lo previsto. La principal fuente de incertidumbre, advierten, viene por la política comercial de Estados Unidos (EE UU) y la inestabilidad geopolítica. “Los aranceles de EE UU constituyen el riesgo más importante, unidos a las tensiones geopolíticas recientes a escala mundial”, señala el Banco de España.
El crecimiento esperado del PIB se apoya sobre todo en el buen comportamiento del consumo de los hogares. “El crecimiento del empleo, de los salarios y de la renta de las familias ha llevado a revisar el gasto esperado”, señala el documento. La renta media de las familias subió un 9% (sin considerar la inflación) en los tres primeros meses del año pasado y el sueldo medio aumentó un 5% a lo largo del ejercicio pasado, lo que ha aumentado la capacidad de gasto. Por otro lado, los puntos negativos se centran en una “mayor incertidumbre sobre el crecimiento global”, en una política de tipos de interés esperados “ligeramente más elevados que en diciembre” y en unos mayores precios de la energía.
La parte positiva
Entre las razones para el avance del PIB, el organismo monetario se apoya en los buenos datos del consumo interno que se vienen dando desde el cuarto trimestre de 2024. Aquí es importante destacar que la disminución en el coste del crédito también ha ayudado a aumentar el gasto de los hogares. El BE destaca que los tipos de interés de las nuevas operaciones han sido inferiores y los préstamos a las familias han aumentado. Por otro lado, los analistas señalan que el ahorro sigue siendo “elevado”, aunque advierte que podría ceder a partir del primer trimestre del año. Desde el punto de vista de la oferta, todas las ramas productivas —salvo la agricultura, ganadería y pesca— registraron avances. El informe destaca especialmente el buen comportamiento de la industria, los servicios y las actividades inmobiliarias.
La inercia del último tramo del año pasado hace pensar el BE que la actividad económica en el primer trimestre del año seguirá creciendo “a un ritmo elevado”. Esto se concreta en un avance esperado del PIB en este periodo de entre el 0,6% y el 0,7%. Otro factor que valora positivamente es el buen comportamiento de la facturación de las empresas, que se mantiene estable tras el periodo final de 2024, que tradicionalmente es bueno por el consumo asociado a las Navidades.
La buena marcha del empleo es otro pilar en el que se apoyan las previsiones. En febrero, la afiliación a la Seguridad Social aumentó un 0,2%, tras el tradicional parón en el primer mes del año, cuando suelen terminar los contratos temporales de la temporada navideña. Esta tendencia positiva en los dos primeros meses del año, la han sostenido, sobre todo, los sectores del transporte, la construcción, las actividades inmobiliarias, los servicios y la educación, concluyen.
Los ingresos públicos también aumentan, aunque aquí los datos son hasta noviembre del año pasado. En el avance, que cifra en un 7,2%, se debe considerar la eliminación progresiva de las rebajas de impuestos aprobadas para combatir la crisis energética. Por otro lado, el gasto público también había aumentado un 6,4%. Aquí el informe señala que debe considerarse el impacto de las ayudas por la DANA. Con todo, el déficit de la administración pública se habría situado en el 3,4% en 2024, aunque las previsiones para 2025 señalan que bajará hasta el 2,6% del PIB.
Trump, foco de inestabilidad
La economía española se acelera en 2024 y cierra el año con un crecimiento del 3,2%
Ver más
El escenario internacional, con la caótica política comercial del presidente norteamericano Donald Trump y la amenaza constante de aranceles sobre Europa, no aporta buenas sensaciones y se considera la circunstancia más desestabilizadora. “La evidencia histórica sugiere que, en este tipo de escenarios, el crecimiento de la economía termina resintiéndose”, señala el informe. Entre los fantasmas que pueden aparecer en el horizonte, el BE apunta a posibles tensiones o problemas de suministro en las cadenas globales de valor, como sucedió tras el estallido de la guerra en Ucrania. Además, un posible miedo de los ciudadanos derivado del panorama internacional, puede tener efecto negativo en la economía, en concreto, volvería a los consumidores más conservadores, contraería el consumo y retrasaría sus decisiones de gastar.
Otro factor negativo es el comportamiento de la inflación, que se revisa al alza para España. Aumenta desde el 2,1% hasta el 2,5% aupado por los precios de la energía. Aunque a medio plazo la tendencia cambia y para 2026 se espera un descenso de la tasa al 1,7%. En el caso de Estados Unidos, los expertos dan por descontado un aumento de la inflación a medida que pone, quita y recibe aranceles recíprocos. De hecho, CaixaBank Research ya recortó la semana pasada 0,5 puntos las previsiones de crecimiento de Washington y estimó un aumento en su inflación a partir de la segunda mitad de 2025 que podría invertir la política de bajada de tipos de la Fed.
El organismo concluye que aunque la coyuntura general es "incierta y compleja", la economía española "ha seguido sorprendiendo al alza" y su crecimiento es "robusto". En cambio, el contexto europeo no es tan positivo. El PIB del conjunto del área del euro solo creció un 0,2% en el cuarto trimestre del año pasado y precisamente ese es aumento que se prevé para los primeros tres meses del año. Finalmente, advierte que la exposición de Francia y Alemania a una subida arancelaria por parte de EE UU, podría empeorar la marcha de la economía española y enturbiar las previsiones.