Crisis del coronavirus

Enero enciende las alarmas del empleo con más de 20 grandes ERE y 4.500 despidos

Coca-Cola planea el despido de 360 trabajadores, el 10% de su plantilla en España.

La prolongación de la pandemia y de la crisis económica subsiguiente acrecienta los temores de que los esquemas de protección del empleo en marcha, los ERTE, dejen de hacer efecto. Hasta ahora han contenido la destrucción de puestos de trabajo, pero el miedo a que las suspensiones de contrato y las reducciones de jornada terminen convirtiéndose en despidos puede estar haciéndose realidad. “Este instrumento de ajuste temporal del empleo no es más que una medida coyuntural, antes o después buena parte de estos ERTE se transformarán en ERE”, advierte Confemetal, la patronal del sector metalúrgico, para pedir después “reformas” que convenzan a los mercados y a la UE de la solvencia de la economía española.

Las prestaciones y rebajas de cotizaciones de los ERTE seguirán vigentes hasta al menos el 31 de mayo pero enero ha comenzado con una mala señal: más de 20 ERE en otras tantas empresas que supondrán el despido de 4.511 trabajadores. La lista no es exhaustiva, incluye sólo a los de mayor alcance. Algunas empresas incluso han presentado al mismo tiempo un ERE de extinción y un ERTE de suspensión de contrato o reducción de jornada para los que no pierden su empleo. A esas cifras habrá que sumar, a lo largo del primer trimestre, el plan de bajas voluntarias y prejubilaciones de Banco Sabadell, que afecta a 1.817 personas, a los despidos del último ERE del Banco Santander, que se cerró el pasado 15 de diciembre e incluye a 3.572 trabajadores, así como a los que resulten de las fusiones de Liberbank y Unicaja, por un lado, y Caixabank y Bankia por otro.

Habrá que esperar a las estadísticas del Ministerio de Trabajo para comprobar la extensión de los despidos colectivos en enero. De momento, el recuento oficial sólo llega hasta el pasado noviembre. Para entonces, el número de trabajadores incluidos en un despido colectivo se había desplomado un 69,4% respecto a 2019, sólo 8.481 personas en 11 meses. Por el contrario, los incluidos en suspensiones de contrato y reducciones de jornada se habían multiplicado por 20 en comparación con el año precedente, hasta superar el millón de asalariados.

Entre las empresas que acaban de recurrir al despido colectivo las hay de todos los sectores productivos: comerciales, industriales, de seguros e incluso universidades. Algunas esgrimen el golpe del covid para justificar la medida; otras, sin embargo, son firmas con beneficios. O aducen causas estructurales para eludir el recurso a la solución coyuntural del ERTE. Las indemnizaciones ofrecidas, en cualquier caso, son exiguas: del mínimo legal de 20 días por año trabajado hasta 30 días. Fuera de este rango se encuentran las ofrecidas por los bancos, que en el Santander llegan a los 40 días.

Cadenas que cierran tiendas

Las tiendas de juguetes Imaginarium acaban de presentar su segundo ERE en seis meses. Al mismo tiempo ha solicitado el concurso de acreedores. Con pérdidas desde hace años, la crisis de consumo provocada por la pandemia ha dado la puntilla a una cadena que llegó a tener más de 400 tiendas en todo el mundo y, en España, 1.400 trabajadores. El pasado julio despidió ya a 104 personas en un ERE que impugnaron en los tribunales los sindicatos, y ahora dejará sin empleo a otras 125 de las 144 que le quedaban en plantilla. De forma que sólo permanecerán en la empresa 19 trabajadores y seguirán abiertas cinco tiendas.

Otra cadena comercial, pero de perfumerías, la alemana Douglas, quiere despedir a 600 trabajadores y cerrar 103 tiendas. Pero desliga la medida de los efectos del covid-19. Por el contrario, aduce que está “reorganizando” sus tiendas como parte de un proceso de digitalización obligado por el cambio de hábitos de los consumidores: sus ventas en internet se dispararon un 40,6% en 2020 respecto al año anterior. La pandemia, explica, sólo ha acelerado la necesaria adaptación al nuevo comportamiento de los clientes. Además, afecta al resto de sus tiendas en Europa, unas 500 de una red de 2.400. En 2018 ya cerró 53 tiendas, tras absorber Bodybell, Juteco e If.

A 125 personas va a despedir Beer&Food, propietaria de los restaurantes TommyMel's, Tony Roma's, Gambrinus y Carl's Jr. Desde marzo, y con todos los establecimientos cerrados por la pandemia, estaban en ERTE 503 de sus empleados en toda España. Las indemnizaciones alcanzan los 33 días por año trabajado con un tope 16 meses, pero según ha denunciado CCOO, al limitar a 18.000 euros el máximo que puede percibir cada trabajador, han resultado perjudicados 19 empleados, a los que correspondía una cuantía superior.

Paco Martínez es una firma comercial mucho más pequeña, de bolsos y maletas, y con un centenar de tiendas en España y Portugal, que también afronta dificultades para sobrevivir al coronavirus. Aduce causas económicas para despedir a 35 empleados.

Por contra, el ERE con mayor número de afectados en este comienzo del año será el de Eurest, que planea despedir a 1.300 personas. Se trata de la firma de restauración y catering a la que la Comunidad de Madrid adjudicó el servicio de comidas del polémico Hospital Isabel Zendal. Perteneciente a la multinacional británica Compass Group, cuenta con 11.000 trabajadores en toda España. Los empleos que plantea eliminar pertenecen a residencias, escuelas y hospitales, según ha denunciado el sindicato UGT, que califica de “coyunturales” los problemas de Eurest. De hecho, hasta ahora la empresa había mantenido a parte de su plantilla en ERTE para hacer frente a la disminución de actividad causada por el covid en los centros a los que sirven las comidas. Uno de las plantillas incluidas en el ERE va a ser la del Hospital Zendal de Madrid.

Grupos industriales

También culpa al coronavirus Tubacex. El grupo industrial vasco ha saltado a los titulares por el intento de convertirla en la GameStop nacional al tiempo que presentaba un ERE para despedir a unas 150 personas y un ERTE para el resto de la plantilla, hasta ahora compuesta por 800 trabajadores. El fabricante de tubos perdió 18 millones de euros en 2020, debido a la cancelación de pedidos de sus clientes. Muchos de ellos pertenecen a los sectores del petróleo y el gas, que han sufrido la caída del precio de ambos recursos el año pasado. La irrupción del coronavirus ha acelerado lo que Tubacex califica de “crisis estructural” y “sin precedentes”. En julio de 2020 planteó un recorte salarial del 20%, unos 10 millones de euros, que no salió adelante.

También ha combinado despidos y ERTE otro grupo industrial, MTorres, que suministra al sector aeronáutico. Plantea eliminar 164 puestos de trabajo y una suspensión de contratos entre el 15 de marzo y el 31 de diciembre para 232 empleados. Con dos centros en Navarra y Murcia, la empresa fabrica sistemas de ensamblaje para aviones. Los problemas que arrastran Boeing y Airbus, la dificultad de exportar a China tecnología de doble uso comercial y militar, así como a Rusia componentes estadounidenses, han hundido el mercado aeronáutico, según explica la empresa para justificar la medida. A lo que hay que añadir la “alta incertidumbre al respecto de las posibles restricciones a que pueda dar lugar el impacto del covid-19 a lo largo del año”.

ITP Aero Casting, perteneciente al grupo Rolls Royce y presidida por el exministro de Industria Josep Piqué, combina igualmente despidos y ERTE. Fabricante de motores para la aviación y con factorías en Bizkaia, despidió el día 1 de este mes a 83 trabajadores, con indemnizaciones de 20 días por año trabajado. También plantea la suspensión de empleo del resto del personal durante este año y el próximo. El comité de empresa cree que ITP Aero está “aprovechando” la crisis del covid-19 para recortar un 15% la plantilla y enarbola el informe que la Inspección de Trabajo elaboró sobre el ERE. A juicio de la autoridad laboral, la crisis del coronavirus en la que se ampara la empresa es una “situación excepcional y coyuntural”, por lo que su viabilidad quedaría garantizada mediante la aplicación de un ERTE. El comité acusa a ITP Aero de recortar la plantilla para facilitar la venta de la empresa, que es el objetivo de Rolls Royce, apunta.

Además, exigen al Gobierno vasco que impida los despidos teniendo en cuenta las ayudas públicas recibidas por la empresa, casi medio millón de euros entre 2017 y 2019. Los trabajadores de las fábricas de Barakaldo y Sestao llevan desde el pasado 7 de enero en huelga, mientras los sindicatos preparan la impugnación del ERE, que se está aplicando sin acuerdo, en los tribunales.

Aernnova también es vasca, pero alavesa, y también fabrica componentes para el sector aeronáutico. El ERE ha supuesto el despido de 55 personas y ya ha sido denunciado en el juzgado por el comité de empresa. Según recalca, es un fraude utilizar la pandemia para ejecutar un ERE. No hay crisis estructural, explican los sindicatos, por lo que la empresa podría haber presentado un ERTE para solventar la caída de actividad. Mientras la empresa aducía unas pérdidas de 42 millones de euros en 2020, el comité cifra en 290 millones los beneficios acumulados en los últimos cinco ejercicios.

En los juzgados terminarán igualmente los despidos en GEA Kelvion, empresa alemana de ingeniería térmica con factoría en Igorre, cerca de Bilbao. Han sido 147, con indemnizaciones de 30 días por año trabajado, que no han podido impedir los 36 días de huelga que mantuvo la plantilla a finales del año pasado. En Imasa, empresa asturiana de ingeniería, los 58 despidos se han pagado a 27 días por año, que han venido acompañados de un ERTE para el resto de la plantilla.

Con beneficios

La misma judicialización amenaza al ERE de Siemens Gamesa, el gigante eólico que quiere deshacerse de 266 trabajadores pertenecientes a sus instalaciones de Cuenca y As Somozas (A Coruña). Los sindicatos rechazan la medida amparándose en los beneficios de la empresa, 11 millones en el primer trimestre de su año fiscal, y en unas previsiones de ingresos que para este ejercicio alcanzan los 2.300 millones de euros, un 15% más que en 2020. Además, acusan a la empresa de deslocalizar la actividad a Portugal al tiempo que abre una nueva fábrica en Francia e intenta beneficiarse de los fondos europeos para la transición energética. Siemens Gamesa fabrica aerogeneradores. En su batalla contra el ERE, el comité de empresa se ha encontrado con un aliado en la Xunta, cuyo vicepresidente económico, Francisco Conde, ha pedido al Ministerio de Trabajo que forme un “frente común” con los trabajadores y deniegue la autorización del despido colectivo.

Los beneficios de 10 millones de euros en 2019 tampoco han impedido a Pascual recurrir al ERE: 137 despidos. Según la empresa, el motivo no es el covid sino que necesita una reorganización “inaplazable” para adaptarse al “nuevo escenario digital”. Pese a que las agencias de viajes son uno de los sectores más perjudicados por la crisis del coronavirus, Viajes Carrefour no ha aducido causas económicas para despedir a 200 de sus empleados. Sí causas productivas y organizativas. Finalmente permanecerá abiertas sólo 21 de las 82 agencias que posee. Las indemnizaciones se limitan al mínimo legal de 20 días por año trabajado. Los supermercados Supersol también van a despedir a parte de su plantilla, 252 personas. Fueron adquiridos el pasado agosto por Carrefour, que pagó 78 millones de euros por sus 172 locales.

La embotelladora Coca-Cola Iberian Partners prevé deshacerse del 10% de su plantilla, 360 trabajadores en toda España. La caída de ingresos provocada por el cierre de la hostelería y la restauración en 2020 equivale a un 23,5% sólo hasta septiembre. Pero la empresa alega un plan de reorganización y adaptación a los cambios en los hábitos de consumo para reducir sus gastos de personal. CCOO tacha el ERE de “desproporcionado y oportunista”. “Se aprovechan de la pandemia para ejecutar medidas de reducción de empleo que tienen como único objetivo maximizar sus amplios beneficios”, acusa el sindicato.

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La aseguradora AXA Partners despedirá por su parte a 54 de sus trabajadores, en un ERE igualmente por causas organizativas y de producción, pero no económicas. CCOO ya ha anunciado que lo denunciará en el juzgado.

La Universidad Europea va a ser la primera privada que sufra un ERE. Quiere despedir al 12% de la plantilla, un total de 275 personas. Y, como en los casos anteriores, no es por causas económicas, porque produce beneficios, según denuncia el sindicato USO. La Universidad Europea es propiedad del fondo británico Permira desde 2018. Cuenta con campus en Madrid, Valencia y Tenerife, y con 20.000 alumnos matriculados. Los profesores ya estuvieron en ERTE el año pasado.

De los despidos no se libran siquiera las farmacéuticas. Es el caso de Roche Farma, que acordó en diciembre la supresión de 106 empleos como parte de su “transformación organizativa”. La crisis del coronavirus, sostiene la empresa, la obliga a cambiar de modelo de negocio para convertirse en un “aliado científico” del sistema sanitario.

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