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Sanidad pública

El lujo de ir al dentista: solo se lo puede permitir el 38% de las personas con menos renta

Imagen de archivo de dos dentistas trabajando.

Ir al dentista es básico para mantener una higiene bucal adecuada que prevenga una miríada de enfermedades, más allá de las que se ubican en la propia cavidad bucal, como las caries o la gingivitis: un mal cuidado está relacionado con el empeoramiento de otras enfermedades aparentemente no relacionadas, como la diabetes o las cardiovasculares. Sin embargo, no está al alcance de todos. Según la última Encuesta de Condiciones de Vida del INE, solo el 38% del segmento con menos renta de la población fue al dentista en los últimos 12 meses, frente al 64,6% del segmento más rico. 

“Aunque la salud bucodental es un derecho, tiene un coste”, señala Óscar Castro, presidente del Consejo General de Dentistas de España. “La Seguridad Social apenas cubre un 4% de las necesidades bucodentales de los ciudadanos. Cuando ir al dentista implica rascarse el propio bolsillo, obviamente esto perjudica a los estratos sociales menos favorecidos. Exactamente del mismo modo que afecta al acceso a la vivienda. Es un derecho fundamental de los ciudadanos… con coste”, lamenta Castro.

El odontólogo atiende a infoLibre en conversación telefónica desde una consulta de la Seguridad Social en la Región de Murcia. Castro es uno de los pocos odontólogos que pasan consulta en la sanidad pública. Según la encuesta del INE, de media, el 51,7% de la población fue al dentista en los últimos 12 meses, un dato que supone una mejora de 5,3 puntos desde la última vez que se hizo la encuesta, en 2017. Pero Castro no cree que esto suponga una tendencia positiva: "Estamos viendo un efecto rebote de consultas que no se produjeron durante la pandemia", advierte.

España, a la cola europea en gasto público odontológico

Según el informe de La salud bucodental en la Unión Europea, con datos de 2019, en España la Seguridad Social solo cubre el 2% de las necesidades de sanidad dental de los ciudadanos, una cifra que el presidente del Consejo General de Dentistas eleva a en torno un 4% en la actualidad. En 2019, España estaba a la cola de los países europeos de los que hay datos, solo por delante de Grecia (0,5%). El ranking lo encabezan Alemania (68%), Eslovaquia (51%) y República Checa, Eslovenia, Austria y Reino Unido (empatadas en el 50%). En España, el 97% se financió mediante un pago directo desde el bolsillo de la persona que acudió a la clínica dental.

Otra de las consecuencias de este panorama es que los odontólogos se van. “En España se forman cada año 1.900 dentistas en las 33 facultades de odontología públicas y privadas que hay en España. Más del 50% emigra a otros países, porque no hay posibilidad de trabajar aquí. Tienen Reino Unido, Irlanda, Francia, Alemania, Países Bajos… Allí tienen un sueldo digno. España es el caladero de dentistas de Europa”, añade. Una parte importante de la oferta laboral en España, según Castro, se limita a las grandes cadenas odontológicas de bajo coste, que ofrecen precios bajos.

Medidas aprobadas y propuestas de los partidos

La sanidad en general y la bucodental, es un pozo sin fondo. Todo lo que se gaste es insuficiente”, lamenta Óscar Castro. El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud aprobó en 2022 aumentar la cartera de servicios en salud bucodental. El plan consistía en llegar a la población más vulnerable: niños, adolescentes, mujeres embarazadas, personas con discapacidad y pacientes de algunos tipos de cáncer. El plan fue dotado con 44 millones de euros y elevaba a 7 millones de personas las potenciales beneficiarias

Lo que procuró este plan es homogeneizar los servicios mínimos que la Seguridad Social ofrece a estos colectivos vulnerables, algo que las comunidades pueden llevar más lejos partiendo de sus propios presupuestos. Según las estimaciones de Castro, esto ocurre en siete comunidades autónomas. 

“La frialdad de los datos es la que es. Somos 960 dentistas públicos. ¿Cómo se va a ampliar la cartera de servicios si no hay profesionales que los ejecuten? No solo dentistas: ofrecer este servicio implica comprar y renovar equipos, hacen falta auxiliares, administrativos, limpiadores, seguridad… En el Sistema Nacional de Salud esto tendría una repercusión de gasto muy importante”, observa Castro.

El gasto sanitario presupuestado para 2023 en España es de 7.049 millones de euros. Recientemente, una cadena de clínicas dentales cifró en 5.400 millones adicionales el coste que tendría para el presupuesto sanitario cubrir el 100% de necesidades bucodentales de la población. “Es una estimación que yo veo baja”, admite Óscar Castro. “¿Qué se prioriza antes? Desde el punto de vista del administrador del presupuesto, obviamente es más importante un trasplante de corazón que de una muela…”, añade el dentista.

Ante este déficit, las propuestas de los partidos se suceden para intentar mejorar el sistema. A falta de los programas para las próximas elecciones generales, en las últimas, celebradas en 2019, casi todos los partidos hicieron alguna mención a ampliar la cartera de servicios en salud bucodental. 

El PSOE se comprometió a “incorporar a la cartera básica de servicios del SNS de forma progresiva asistencia a la salud bucodental de toda la población, con especial atención a los grupos más vulnerables”. El PP también incluyó el impulso a “programas de protección bucodental entre los colectivos de mayor vulnerabilidad”. Unidas Podemos defendió incorporar el servicio de “dentista gratuito a los servicios del sistema de salud”, y que cubra servicios como “empastes, limpiezas, ortodoncias, endodoncias, prótesis y férulas”. Por último, Vox apostó por “incluir odontología pediátrica en la Seguridad Social”.

A falta de ver cómo queda reflejado en su programa, Yolanda Díaz ha destacado medidas de inclusión de servicios odontológicos en la cartera de servicios públicos. “Un trabajador que cobre un sueldo de 1.200 euros se le hace muy complicado tener una salud bucal digna", destacó en febrero, durante un acto de Sumar en el Círculo de Bellas Artes. En un tuit publicado en octubre, Díaz destacó su voluntad de reforzar la salud bucodental.

En ningún lugar del mundo se cubre el 100% de necesidades bucodentales, hay otras prioridades sanitarias. No hay Estado que pueda sustentarlo. Hay que hacer una estimación de hasta dónde se quiere llegar, a qué colectivos priorizar…”, añade Óscar Castro.

Los fondos buitres, también al acecho del negocio de la salud bucodental

“Una persona tiene 52 piezas dentales –32 de adulto y 20 de niño– susceptibles de ser tratadas en algún momento de su vida”, explica Óscar Castro. “En España hay más de 47 millones de personas y somos solo 960 dentistas los que trabajamos para la Seguridad Social. Es cuestión de tiempo que venga una empresa que venga y le diga al Gobierno: ‘Nosotros por un módico precio atendemos a los españoles”, sostiene.

Castro se refiere a los grandes fondos de inversión, que ya aterrizaron en España invirtiendo en cadenas como iDental o Dentix, ambas perseguidas por la justicia por colocar implantes defectuosos o dejar tratamientos odontológicos sin terminar. Estas empresas encuentran un hueco que el Estado no cubre y compiten contra las clínicas privadas con una agresiva estrategia de bajo coste, basada en tratamientos con menor calidad y salarios bajos. En el caso de iDental, como informó infoLibre, la cifra de afectados llegó a las 400.000 personas. 

“Los fondos buitre encontraron un filón en la salud bucodental. Como tienen mucho dinero, pueden emitir muchos anuncios a través de los medios de comunicación. Con la salud no se juega. Que te descuenten dinero al comprar una televisión es menos arriesgado que sobre un tratamiento relacionado con la salud. Creo que banaliza los servicios sanitarios. El mensaje que vende es que lo que importa es el descuento, y no el profesional que te atiende”, remacha el presidente del Consejo General de Dentistas.

El resultado de este panorama de servicio de pago, con opción de bajo coste poco fiable, aboca a las personas de menor renta a priorizar otros gastos: "Una persona con menor renta ya tiene que preocuparse del gasto que supone comer, beber, vestirse... También influye el factor educativo de este estrato socioeconómico. ¿Dónde se da en mayor proporción el cáncer oral? En este segmento. Los factores de riesgo son el virus del papiloma humano, el alcoholismo y el tabaquismo. Una buena salud bucodental va camino de convertirse en otro símbolo de buen estatus social, como tener una buena casa o un buen coche", lamenta Óscar Castro.

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