El Primero de Mayo llena las calles con un ojo puesto en la "ola reaccionaria" y otro en la reducción de jornada

Los secretarios generales de CCOO, Unai Sordo, y de CCOO, Pepe Alvarez rodeado de medios de comunicación antes del inicio de la manifestación del Primero de Mayo en Madrid.

“Estamos aquí porque tenemos que intentar no perder los que hemos conseguido hasta ahora”, dice Lorena Martín, trabajadora del sector de la seguridad privada. “Cuidamos a familiares dependientes y eso también es un trabajo. Es incompatible con cualquier otra actividad y estamos aquí para reclamar que sea reconocido como tal”, cuenta Jana, de 35 años, a quien acompaña su hijo pequeño de tres años, con una enfermedad que le requiere cuidados continuos. Las de Lorena o la de Jana son solo algunas de las voces que este jueves se han escuchado en la manifestación del Primero de Mayo de Madrid, una concentración que ha transcurrido con un ojo puesto en la “ola reaccionaria internacional”, y otro en los derechos laborales de los trabajadores españoles, con la reducción de jornada como objetivo más próximo.  

La capital amanecía menos transitada de lo habitual y, aunque se notan las primeras horas del puente de mayo, la concentración de personas comenzaba a notarse en Gran Vía. Aun entre el tráfico y mezclándose con turistas y paseantes, en torno a las 11 de la mañana han sido los representantes sindicales y las autoridades políticas los encargados de abrir el acto. Del lado de las agrupaciones sindicales Unai Sordo (CC OO) y Pepe Álvarez (UGT) se han referido a un Primero de Mayo “especialmente importante” y han hecho referencia al “auge de los fascismos” y al cuestionamiento de derechos básicos como la salud, la educación o la libertad de expresión. “Estamos ante el riesgo de la involución reaccionaria más importante desde la II Guerra Mundial”, señalaba Sordo minutos antes del inicio de la marcha.

Bajo el lema “Proteger lo conquistado, ganar futuro”, han marchado los sindicatos UGT y CC OO —organizadores de la marcha— junto con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; la titular de Seguridad Social, Elma Saiz; el de Transformación Digital, Óscar López o la de sanidad, Mónica García, junto a miles de manifestantes. A nivel nacional, el Primero de Mayo se replicó en diversas ciudades, reflejando reivindicaciones comunes como la reducción de la jornada laboral, cuya tramitación comienza la semana que viene, mejoras salariales y la defensa de los derechos laborales. En las intervenciones ha tenido un especial protagonismo el contexto internacional y la “ola reaccionaria” que, según los secretarios sindicales, promueven dirigentes como el presidente norteamericano, Donald Trump, o al argentino Javier Milei. “Quiero pedirle a las personas trabajadoras de mi país que salgan a la calle porque la internacional del odio, odia la igualdad, odia los derechos LGTBIQ+, odian a los migrantes, odian nuestros derechos sociales”, insistía Álvarez.

En los primeros momentos de la concentración, mientras las personas se agolpaban en Gran Vía, la calle no se había cortado y el tráfico aún seguía circulando. La representante madrileña de CC OO, Paloma López, acusó al ayuntamiento de Madrid de entorpecer la marcha e intentar “que no se vea a los trabajadores en la calle”. En la misma línea, Susana Huertas, de UGT, se disculpó con los medios y con los asistentes y señaló que “los permisos estaban pedidos”, aunque no les fue posible iniciar el acto tal como estaba previsto, porque no habían llegado las autorizaciones por parte del Ayuntamiento.

Necesitamos un plan que nos quite cargas burocráticas para poder dedicar la mayor parte de nuestras fuerzas a enseñar, a trabajar en el aula y no simplemente a realizar informes

Más lejos de los focos, pero poniendo sobre la mesa problemas laborales de toda clase, han marchado miles de personas con diferentes reivindicaciones. En el ámbito de la educación, Diego, profesor de francés en un instituto público madrileño, habla de la dificultad de dar clases con unas ratios de alumnos por aula elevadas y de la escasez de medios con los que cuentan para atender a la diversidad o para centrarse en las clases. “Necesitamos un plan que nos quite cargas burocráticas para poder dedicar la mayor parte de nuestras fuerzas a enseñar, a trabajar en el aula y no simplemente a realizar informes”, concluye. Unos pasos más atrás, van trabajadores de la universidad pública madrileña, que llevan tiempo reclamando la infrafinanciación y el mal trato que reciben por parte de la Comunidad. Agitan una pancarta que resume su petición: “Ante el ataque del gobierno de la Comunidad de Madrid defendemos la universidad pública”.

Necesitamos un sueldo, un trabajo digno, una ayuda, porque son muchas las personas (sobre todo madres) que lo tienen que dejar todo cuando tienen un hijo o un familiar con una enfermedad grave

Unos metros más atrás, al grito de “cuidar también es trabajar”, las compañeras de Jana, miembros de la Plataforma Estatal de Cuidadoras Principales, piden ayuda para que su trabajo deje de ser invisible y lograr así cotizar a la seguridad social. “Necesitamos un sueldo, un trabajo digno, una ayuda, porque son muchas las personas (sobre todo madres) que lo tienen que dejar todo cuando tienen un hijo o un familiar con una enfermedad grave”, explica Carmen Laguna, de 54 años y con un hijo dependiente de 24. “Cuidamos todas las horas de todos los días, no nos podemos poner enfermas, no tenemos bajas. Somos trabajadoras profesionales, aunque la ley nos quiera llamar de otra manera”, concluye.

Una reducción de jornada en ciernes

La reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas es otra de las medidas que hoy tiene protagonismo, ya que su tramitación —que se aplazó a la semana próxima debido al apagón general en España que tuvo lugar este lunes— llegará al Consejo de Ministros el martes para ser convalidado por los grupos. La norma se enfrentará a un trámite parlamentario duro, puesto que no cuenta con mayoría para su aprobación, pero Yolanda Díaz insistió en su intervención en que los contactos con Junts iban por buen camino: “me parece que hay margen para la negociación y para mejorar la vida de los pequeños empresarios”. También ha tenido palabras para el Partido Popular y ha pedido a los diputados de esa formación que estén “a la altura de las circunstancias” y usen su voto “para mejorar la vida de la gente”.

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Si llegase a buen puerto, los trabajadores que aún no cuenten con esto en sus convenios, verían reducida su jornada laboral ordinaria máxima de 40 a 37 horas y media, lo que supone 30 minutos menos por día. El plazo para su puesta en marcha, señalan desde el Ministerio de Trabajo, abarcaría hasta el 31 de diciembre de 2025, momento en el que las empresas ya tendrían que establecerlo con normalidad. Además, el decreto contempla un mayor control de las horas extra, con la obligatoriedad de establecer un sistema de fichaje digital que diese acceso directo a Inspección de Trabajo. 

En términos económicos, la movilización de este 2025 llega en un momento fuerte para la economía española, que según los organismos monetarios está resistiendo bien las tensiones derivadas de los aranceles. El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantuvo la previsión de crecimiento de la economía española en el 2,3%, para 2025, y en el 1,8% para 2026, siendo el único país en el que se han mantenido las estimaciones realizadas antes de la crisis arancelaria. Por otra parte, el empleo no tuvo el mejor comportamiento en el primer trimestre del año, en parte porque en 2025 los datos de la Semana Santa se recogen en el segundo tramo del año. El paro se situó en 2,79 millones, un 11,36% y el número de ocupados se situó en 21,7 millones. 

“Hoy es nuestro día y debemos reclamar por quienes ya no trabajan y por quienes lo harán más adelante, para que no pierdan lo que tenemos y consigan más”, explica Lorena Martín, que porta camiseta, pegatina y bandera de UGT. Ella trabaja como guarda de seguridad y cree que “aunque se hayan conseguido unas cuantas cosas”, aún quedan muchas en el tintero. “Esto es una herencia, mi padre era sindicalista y luchó por muchos derechos que luego nos quitaron y que estamos volviendo a conquistar”. Mientras se despide sonriendo, señala que cuando tengas nietos, los traerá al Primero de Mayo.

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