Alarma en la Casa Blanca por unos petardos lanzados por un demente

El sonido de dos detonaciones en la misma entrada principal de la Casa Blanca, en Washington, ha hecho saltar esta noche todas las alarmas en la sede del Gobierno de Estados Unidos. El periodista español Toni Garrido, colaborador de infoLibre, ha presenciado cómo miembros de las Fuerzas de Seguridad armados con metralletas “se han echado encima de un sospechoso, un joven vestido con camiseta azul al que tienen retenido en el suelo, a treinta metros de donde nos encontramos”. Parece tratarse de la actuación de un demente que ha arrojado unos petardos, según las primeras informaciones policiales. El suceso se produjo pocas horas después de que un hombre matase a 12 personas en un centro militar de la capital de EEUU.

Garrido estaba junto a otros colegas de medios informativos internacionales en la plataforma desde la que habitualmente emiten todas las televisiones que cubren la información presidencial, en los jardines de la Casa Blanca. “De repente se han escuchado dos detonaciones -explica telefónicamente nuestro compañero- e inmediatamente nos han obligado a entrar en la sala de prensa, donde ahora mismo estamos recluidos, rodeados de agentes absolutamente pertrechados”.

Esta noche estaba prevista la celebración una gala de la Música Latinoamericana y una recepción en la Casa Blanca, con la asistencia del presidente Obama y su esposa Michelle. La celebración ha quedado cancelada tras producirse, a poco más de cuatro kilómetros de distancia, un tiroteo en el que han fallecido doce personas. Los hechos han ocurrido en el Mando de Operaciones de la Armada en Washington cuando un hombre armado con un rifle de asalto y una pistola abrió fuego de forma indiscriminada. El FBI ha identificado al autor de los disparos, también muerto en el ataque, como Aaron Alexis, un contratista del Ejército residente en Texas aunque nacido en Nueva York. Aún no está claro si alguien más participó en el asalto.

Toni Garrido, desde el interior de la Casa Blanca, destaca el hecho de que la ciudad “ha mantenido esta tarde una apariencia de normalidad impresionante, hasta el momento en que ha surgido el incidente en la misma verja de entrada de la sede presidencial”.