La guerra en Gaza reaviva la división de la izquierda europea sobre el conflicto palestino-israelí

Una manifestación ha recorrido este sábado el centro de València para reclamar el "cese inmediato" de la violencia en Palestina.

Ludovic Lamant (Mediapart)

Alemania, Bélgica, España, Países Bajos, Portugal, Reino Unido: las izquierdas europeas están divididas ante la guerra entre Israel y Hamás, sin duda más fuertemente que cuando se lanzó la ofensiva rusa en Ucrania en febrero de 2022. He aquí un panorama general de la situación:

Bélgica: el PS en una posición incómoda, el marxista PTB tiene "vía libre"

El Partido Socialista y los ecologistas, ambos miembros de la coalición dirigida por el liberal Alexander De Croo, condenaron el atentado de Hamás del 7 de octubre, pero también criticaron el proceso de colonización llevado a cabo por Israel en los últimos años. Por su parte, el PTB, partido marxista-leninista en la oposición y bastante implantado en Valonia (sur del reino), denunció un "crimen de guerra" cometido por Israel y pidió que Benjamin Netanyahu sea procesado ante la Corte Penal Internacional.

Para Arthur Borriello, politólogo de la Universidad de Namur, contactado por Mediapart, "la situación es más complicada para el Partido Socialista, que es titular de la cartera de Defensa en el gobierno, y que es un partido bastante discreto en general en cuestiones internacionales". Y explica: "El PS se debate entre su deseo de respetabilidad y diálogo con los demás partidos de la coalición y su preocupación por escuchar a una parte de su electorado, en particular los votantes árabes-musulmanes de la región de Bruselas, más receptivos a las posiciones pro-palestinas".

Exabruptos calificados en la prensa de "excesos", asociando la acción de Israel en 2023 con la de los nazis, también han desdibujado la línea del PS de Paul Magnette. El jefe de las Mutualités Socialistes, Jean-Pascal Labille, publicó en su cuenta X una imagen que relacionaba la estrella de David y la cruz gamada. El ex ministro de Defensa socialista André Flahaut escribió: "Gaza hoy es Varsovia ayer", refiriéndose al gueto de Varsovia.

El PTB (y su homólogo flamenco, el PVDA) no participa en ningún ejecutivo del reino. "El PTB tiene vía libre", prosigue Arthur Borriello. "Mientras que a la LFI francesa [Francia Insumisa] le cuesta calificar a Hamás de organización terrorista, el PTB afirma abiertamente que el Estado de Israel debe ser considerado una organización terrorista. Desde este punto de vista, el PTB es una formación más libre a la hora de expresarse públicamente, menos constreñida por un juego de alianzas a nivel nacional que la LFI en Francia. Hemos visto hasta qué punto estos debates en el seno de la izquierda francesa han minado las relaciones entre los socios de Nupes [la formación liderada por Jean-Luc Melenchon]. El PTB mantiene las distancias, defiende la pureza ideológica y no quiere corromperse en el ejercicio del poder".

España: para Podemos, Sánchez "no está a la altura"

En la cumbre europea celebrada el pasado fin de semana en Bruselas, el socialista Pedro Sánchez fue uno de los pocos que pidió un "alto el fuego humanitario". Su propuesta no triunfó, pero logró convencer a sus homólogos para que incluyeran una referencia a la misma en las conclusiones de una conferencia internacional de paz que se celebrará "en breve".

Aunque Sánchez es hoy uno de los líderes europeos más críticos con la política israelí, es descalificado en Madrid por sus aliados de izquierdas. En particular, por la ministra de Derechos Sociales del Gobierno en funciones, Ione Belarra (Podemos), que volvió a reclamar, mientras participaba en una manifestación de apoyo a Gaza el 29 de octubre, que Pedro Sánchez "no estaba a la altura" ante lo que calificó de "genocidio planificado" por Israel.

Su partido, debilitado tras el maratón electoral de 2023, pide que se rompan las relaciones diplomáticas entre España e Israel, que se abra un debate en Bruselas sobre sanciones económicas contra Benjamin Netanyahu y otros funcionarios israelíes, que se lleve al propio Netanyahu ante la Corte Penal Internacional por "crímenes de guerra" y que se embargue la venta de armas de la UE a Israel. Sobre este último punto, esta es también la posición de Yolanda Díaz con Sumar, que ha presentado una resolución en el Consejo Europeo.

Portugal: la izquierda cierra filas tras António Guterres

El Partido Socialista en el poder en Lisboa ofrece una posición socialdemócrata clásica: condena del terrorismo, el derecho de Israel a defenderse y hace llamamiento al respeto del derecho internacional. Pero el ejecutivo de António Costa también se ha visto obligado a endurecer su postura sobre Israel, en apoyo del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, también socialista portugués.

A finales de octubre, Guterres condenó el ataque de Hamás y pidió un "alto el fuego humanitario inmediato", denunciando las "claras violaciones del derecho internacional humanitario" que se estaban produciendo en Gaza. También señaló que el ataque de Hamás "no se había producido fuera de contexto", tras "56 años de violencia colonial asfixiante", una declaración que suscitó duras críticas por parte israelí y peticiones de dimisión.

António Costa, por su parte, defendió punto por punto las posiciones de Guterres: el derecho de Israel a defenderse debe ejercerse "respetando escrupulosamente el derecho internacional", dijo el jefe del Gobierno. Costa dijo que hablaba con "la misma legitimidad" sobre este tema que cuando condenó la ofensiva rusa en Ucrania en 2022 o el "ataque terrorista de Hamás" del 7 de octubre. "Ninguna vida merece más o menos protección que otra", insistió.

"Costa apoyó a Guterres cuando fue criticado por Israel. ¿Lo habría hecho si Guterres no fuera portugués? No lo sé", explica a Mediapart Michel Cahen, profesor e investigador en Sciences Po Bordeaux. A la izquierda de los socialistas, el Bloque de Izquierda (BE) también apoyó las declaraciones de Guterres, haciendo hincapié en el contexto de la colonización llevada a cabo por Israel. La coalición, aliada de LFI en el Parlamento Europeo, presentó un proyecto de resolución en la Asamblea (en el que cita extensamente el discurso de Guterres) instando al ejecutivo a reconocer el Estado palestino y reclamando una solución de dos Estados.

Dirigentes del Bloque y del Partido Comunista (PCP) han salido a las calles de Portugal en los últimos días para exigir el fin de la masacre" de palestinos. "La guerra no sirve al pueblo, no sirve a los trabajadores", declaró Paulo Raimundo, nuevo secretario general del partido, que se considera, según el politólogo António Costa Pinto entrevistado por el diario Público, "un partido hermano de la antigua Organización para la Liberación de Palestina [que integraba Al Fatah]".

Reino Unido: un Partido Laborista fracturado y dimisiones

La entrevista del 11 de octubre a Keir Starmer, líder del Partido Laborista (y antiguo abogado), en la que afirmaba que Israel "tiene derecho" a cortar el agua y la electricidad en la Franja de Gaza para defenderse, sin violar el derecho internacional, provocó una ola de indignación en las filas del partido de la oposición.

Representantes electos dimitieron a nivel local, como ya informó Mediapart aquí. No fue hasta doce días después, el 23 de octubre, cuando Starmer aclaró finalmente, en la red social X: "Yo [...] nunca consideré que Israel tuviera derecho a cortar el agua, los alimentos, la gasolina o los medicamentos. El derecho internacional debe respetarse". Pero en un esperado discurso el 31 de octubre, Starmer volvió a negarse a pedir un alto el fuego, a pesar de los llamamientos a hacerlo de pesos pesados del partido como los alcaldes de Londres, Sadiq Khan, y Manchester, Andy Burnham, y el líder de los socialistas escoceses, Anas Sarwar.

La preocupación de la izquierda por las arraigadas convicciones de Starmer sobre política exterior en Oriente Próximo, pero sobre todo por su estrategia para labrarse un papel como "primer ministro" de cara a las elecciones generales de 2024, no ha hecho más que crecer. Partidario del ex líder Jeremy Corbyn, que adoptó una línea más crítica con Israel pero también se vio debilitado por las recurrentes acusaciones de antisemitismo en los medios británicos, el columnista de The Guardian Owen Jones denunció a Keir Starmer como "o incompetente o deshonesto".

En el semanario New Statesman, George Eaton lo analizó a su manera: "El deseo natural [de Starmer] de disociar al Partido Laborista del antisemitismo que prevaleció bajo el liderazgo de Jeremy Corbyn ha distorsionado su posición sobre una cuestión internacional clave".

En Holanda, la guerra influye en la campaña electoral de la izquierda

Ante las elecciones generales anticipadas del 22 de noviembre, el partido laborista PvdA y los ecologistas GroenLinks (GL) hacen campaña al unísono detrás de Frans Timmermans, ex Comisario europeo de Cambio Climático. En este contexto, la eurodiputada verde Kauthar Bouchallikht dejó sentir su presencia a mediados de octubre, cuando se retiró de las listas en protesta por la postura de Timmermans ante la guerra en curso.

En los primeros días tras el atentado de Hamás del 7 de octubre, la socialdemócrata condenó al grupo terrorista, pero no expresó ninguna preocupación especial por los civiles palestinos, lamentó. "Esta 'guerra' no empezó de repente, lleva 75 años [...] Y este contexto estuvo ausente de las declaraciones de la semana pasada, incluidas las de mi propio partido", dijo Kauthar Bouchallikht.

Aunque el ejecutivo holandés es uno de los aliados más leales del gobierno israelí en Europa, la candidata del Partido Socialista (izquierda radical), Lilian Marijinssen, pidió un debate en el Parlamento tras la decisión del gobierno de abstenerse en la resolución adoptada a finales de octubre en Naciones Unidas. Este texto, presentado por Jordania, pedía un alto el fuego en Gaza, pero no subrayaba suficientemente, a ojos de La Haya, el derecho de Israel a defenderse.

En un panorama político neerlandés muy fragmentado, varios partidos pequeños también intentan hacerse oír de otra manera. Es el caso, por ejemplo, del BIJ1 (antes Artikel1), un partido antirracista con una sola diputada por el momento (de un total de 150 escaños), Sylvana Simons, una holandesa nacida en Surinam, antigua colonia holandesa. 

Intervino en la Cámara el 26 de octubre para expresar su desacuerdo con el apoyo incondicional a Israel del primer ministro saliente, Mark Rutte, utilizando palabras muy duras: "Al omitir el contexto, el de 75 años de deshumanización, desplazamiento, [...] destrucción, robo, limpieza étnica y asesinato cometidos por Israel, Holanda no sólo es cómplice del proceso de deshumanización de los palestinos, sino también de la legitimación del colonialismo".

En Alemania domina la "razón de Estado"

Es sin duda en Alemania donde las diferencias dentro de la izquierda son más tenues, mientras que la mayoría de la clase política sigue suscribiendo la doctrina establecida por Angela Merkel en 2008: "La seguridad de Israel es una razón de Estado para [Alemania]".

El 10 de octubre, los socialdemócratas del SPD, los Verdes (Grünen) y los diputados electos de Die Linke (La Izquierda) votaron juntos una moción de apoyo a Israel (que también fue aprobada por unanimidad en el Bundestag): "Israel tiene derecho, garantizado por el derecho internacional, a defenderse de todos los ataques y a que los responsables rindan cuentas de sus actos", dice la moción.

El 27 de octubre, el SPD acordó con su socio de coalición, los Grünen, abstenerse en la votación sobre la resolución de Naciones Unidas que pide una "tregua duradera" en el conflicto actual. Esta elección irritó a los liberales del FDP, tercer socio de la coalición en Berlín, que habrían preferido un rechazo más categórico del texto.

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Tras la votación, la eurodiputada verde Annalena Baerbock, ministra de Asuntos Exteriores, explicó por qué no pudo votar a favor de la resolución: "Como la resolución no nombra claramente el terrorismo de Hamás, no pide con suficiente claridad la liberación de todos los rehenes y no afirma el derecho de Israel a la autodefensa, hemos decidido, junto con muchos de nuestros socios europeos, no votar a favor de ella".

Los miembros de Die Linke son más críticos con la política de asentamientos de Israel, pero el líder del grupo en el Bundestag, Dietmar Bartsch, se abstuvo de mencionarla desde la tribuna durante los debates parlamentarios. Como era de esperar, todos los partidos de izquierda denunciaron también los crecientes actos de antisemitismo en las manifestaciones propalestinas.

Este debate llega en un momento en que Sahra Wagenknecht, antigua figura de Die Linke, ha decidido lanzar su propio partido. "Sahra Wagenknecht tiene los mismos puntos de vista sobre este tema que Die Linke. Condena a Hamás, la califica de organización terrorista y denuncia también los crímenes de guerra cometidos por el ejército israelí", explica la politóloga Kolja Lindner, de la Universidad París 8, contactada por Mediapart. Pero en una reciente entrevista con Die Welt, en un gesto sintomático de la dirección que está tomando su nuevo partido, explicó que el antisemitismo que a veces puede verse en algunas de las manifestaciones propalestinas es el resultado de una inmigración descontrolada. Exteriorizó el problema del antisemitismo: sería, dijo, porque "hemos dejado entrar a demasiados inmigrantes".

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