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Nestlé, acusada en Francia de perforar pozos ilegales para extraer más de mil litros de agua para sus marcas

Botellas de plástico vacías de la marca Vittel.

A Nestlé le crecen los enanos en Francia. Tras conocerse el proceso judicial abierto contra una representante municipal de Los Vosgos [Este de Francia] por beneficiar ilegalmente a la multinacional, ahora las perforaciones efectuadas por la firma suiza y la pasividad de las autoridades públicas se encuentran en el disparadero. Se estima que la multinacional ha extraído más de mil litros de agua, al margen de la ley, para su comercialización como Contrex y Vittel. Agua que podría haberse destinado a los municipios de la zona, donde los recursos escasean.

En la denuncia, presentada este lunes 15 por France Nature Environnement (FNE), UFC-Que choisir Vosges y la Association de sauvegarde des vallées et de prévention des pollutions (ASVPP), se acusa a Nestlé de “explotación de perforaciones y extracciones de agua sin permiso” en las localidades de Vittel y Contrexéville. Una infracción que puede ser sancionada con un año de prisión y 75.000 euros de multa.

En total, las asociaciones han denunciado al menos nueve de los 28 sondeos explotados por la empresa, frente a las ocho perforaciones que recientemente reconocía Nestlé “en proceso de regularización administrativa”. El 13 de mayo se daba una versión oficial tras la emisión del programa Pièces à conviction, que reveló algunas de estas malas prácticas. La multinacional, que ha encargado la comunicación de este asunto a una agencia parisina especializada en comunicación de crisis, no ha querido responder a las preguntas de Mediapart (socio editorial de infoLibre).

Según la denuncia, a la que ha tenido acceso Mediapart, los nueve pozos de Nestlé en litigio parece no estar sujetos a “ninguna autorización para operar”. Las organizaciones ecologistas y de consumidores se basan, en concreto, en un estudio de impacto realizado por la empresa Antea sobre la actividad del embotellador suizo en la región en febrero de 2019, en el que se enumeran nueve de estos pozos en los siguientes términos: “Explotación para la que se ha solicitado una solicitud de autorización de extracción”.

Este documento técnico estudia el daño ocasionado por Nestlé a los débiles recursos hídricos de la región. Y los números son de vértigo. Sólo uno de los pozos ilegales, bautizado como Great Source, extrajo más de 900.000 metros cúbicos de agua del subsuelo sin ninguna autorización entre 2007 y 2017, para venderla embotellada bajo la marca Contrex. Otro, llamado Grande Source Sud, bombeó más de 600.000 metros cúbicos de agua entre 2013 y 2017, que luego se comercializó bajo la marca Vittel. A esto, hay que sumarle cientos de miles de metros cúbicos de agua extraídos anualmente de los otros siete pozos de Nestlé para ser embotellados, con fines termales o de riego. O lo que es lo mismo, cientos de millones de litros anuales.

La Prefectura de Los Vosgos está al tanto de la existencia de estos pozos ilegales desde hace varios años, como lo demuestra un decreto de noviembre de 2016. En este documento administrativo, que las asociaciones esgrimen como prueba de la benevolencia con que los poderes públicos tratan a Nestlé, se invita a la empresa a enviar “al prefecto, en el plazo de un año a partir de la firma del presente decreto, una solicitud de autorización en virtud del artículo L214-3 del Código del Medio Ambiente” para la toma de muestras de las perforaciones en litigio. Casi cuatro años después, el procedimiento aún no se ha completado y el agua sigue fluyendo.

Acusada directamente, la prefectura de Los Vosgos le resta importancia: “No hay ninguna exclusiva en las supuestas revelaciones del Collectif Eaux 88. El trabajo de regularización de las autorizaciones relativas a las perforaciones de Nestlé Waters es un trabajo iniciado hace mucho tiempo. Se trata de un proceso técnico complejo, algunas de las autorizaciones son antiguas. Dicho proceso sigue los pasos establecidos en el procedimiento reglamentario, que se basa en estudios de impacto que validan la admisibilidad para el entorno”.

Jean-François Fleck, responsable de Vosges Nature Environnement y coautor de la denuncia, rechaza de plano estos argumentos: “La antigüedad de la explotación de ciertas perforaciones no es una excusa. Deberían haber sido regularizados o haber presentado una solicitud de autorización para perforar ya en 1993”.

Más allá de la denuncia, las asociaciones pretenden demostrar la parcialidad del Estado a la hora de arbitrar entre las necesidades hídricas de las localidades y Nestlé. Para ello, las asociaciones toman el ejemplo de la gestión de las aguas de la capa freática del Muschelkalk. Este embalse de la región está considerado un recurso hídrico alternativo para las poblaciones locales desde 2013, para hacer frente al déficit crónico de la capa freática de la arenisca del Triásico inferior.

El nivel de esta última ha venido disminuyendo desde los años 70, tanto “debido a un contexto hidrogeológico particular como a una alta concentración de extracciones”, según el Servicio Geológico Nacional de Francia. En 2016, en contra de todas las expectativas, el agua del Muschelkalk queda excluida de los escenarios de sustitución por la Comisión Local del Agua (CLE, por sus siglas en francés), incluso considerando durante un tiempo la construcción de tuberías para el agua potable.

¿La razón oficial de la exclusión del agua de Muschelkalk por parte de la CLE y la Prefectura en 2016? El agua de la superficie estaría en parte demasiado mineralizada y sería demasiado cara de explotar. Además, las perforaciones municipales tendrían que ser aprobadas primero por Nestlé. Una nota técnica de la prefectura de marzo de 2018, a la que ha tenido acceso Mediapart, muestra que algunos de estos argumentos presentados por el Estado eran simple y llanamente falsos. “No hay ninguna exclusividad de Nestlé Water Supply Est sobre los depósitos hidrominerales de Vittel y Contrexéville, ni ninguna autorización que se deba obtener”, precisa el documento, contradiciendo a su propia institución.

Sin embargo, la nota confirma que la empresa embotelladora disfruta de una posición dominante en esta capa. Nestlé “puede pedir al prefecto que suspenda los trabajos” en cualquier nueva perforación “hasta que presente una solicitud de ampliación de sus perímetros de protección y la obtenga”. En otras palabras, cuando a la empresa suiza no le gusta una operación de perforación, aunque sea legal, puede hacer que se suspenda.

Si el mastodonte del agua mineral controla las aguas subterráneas de Los Vosgos de esta manera, es porque el Estado le ha permitido obtener dicha ventaja. En 2015, mientras que los expertos públicos siguen desaconsejando oficialmente el uso de las aguas subterráneas del Muschelkalk en los municipios con problemas de suministro, a Nestlé se le conceden dos perforaciones a hurtadillas. Para Jean-François Fleck, presidente de Vosges Nature Environnement, esta situación se asemeja a una “estrategia de explotación monopólica de esta capa freática por parte de Nestlé Waters con la complicidad del Estado”. Una estrategia destinada a preservar el empleo a toda costa, en un departamento que ya tenía una de las tasas de desempleo más altas del Este del país antes del confinamiento.

Hoy en día, a medida que crece la controversia en torno a los pozos que ha concedido a Nestlé a lo largo de los años, la prefectura de Los Vosgos está abriendo tímidamente la puerta a la utilización del agua del Muschelkalk para uso comunitario. “Si bien los acuíferos calcáreos del Muschelkalk contienen potencialmente una gran cantidad de agua, ésta no es necesariamente explotable debido a la heterogeneidad del acuífero (generalmente de baja productividad, con una mineralización que puede ser elevada)”, explican los servicios de la prefectura, antes de admitir que este recurso “encaja con el enfoque multiyacimiento”.

Para Jean-François Fleck, este ajuste de la doctrina de la prefectura sobre la explotación del agua del Muschelkalk esconde cierta hipocresía. “El Estado reconoce el potencial del acuífero con reservas que no son dignas de Nestlé Waters, a quien concede cientos de miles de metros cúbicos de agua potable al año sólo en la zona de Suriauville. ¡Volúmenes de agua que pueden ser fácilmente canalizados a las redes públicas locales!”, añade el responsable de la asociación.

Aunque aún se espera una solución duradera para los recursos hídricos de la región, se prevé que el verano será caluroso y seco en el este de Francia. En el verano de 2018, la Prefectura reconoció a 38 comunas –incluidas Contrexéville y Vittel– la condición de “desastre natural por los daños causados por la sequía”. Las localidades de Lignéville y Dombrot-le-Sec tuvieron incluso que ser abastecidas con camiones cisterna, mientras que el fabricante suizo de agua embotellada saca agua de calidad, potable, a sus puertas.

En lo peor de la crisis, la multinacional llegó a proporcionar a los habitantes de Lignéville “1 botella de agua por persona y día”, para que no abusaran del agua corriente.

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Traducción: Mariola Moreno.

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