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Renault, Peugeot Citroën y Auchan eludieron el pago de 141 millones en impuestos en Malta

Imagen de archivo que muestra a un hombre que camina junto a un concesionario de Renault en París.

El trabajador más productivo del grupo Renault no trabaja en la sede francesa de Boulogne-Billancourt, sino en Malta. Este colaborador injustamente desconocido ha conseguido, él solo, un volumen de negocio anual de 108 millones de euros. Se trata del único empleado de RCI Insurance Limited, unas de las dos compañías de seguros maltesas del fabricante de automóviles. Empresas de hacer dinero, cuyo único objetivo es evitar pagar impuestos y privar a Francia de unos ingresos fiscales muy necesarios.

Las cantidades en juego son importantes. Gracias a los Malta Files, analizados por Mediapart, socio editorial de infoLibre, y sus colaboradores del EIC, hemos podido conocer que Renault se ahorró 62 millones de euros en impuestos en cuatro años al localizar su negocio de seguros en Malta. En lo que respecta a su competidor, PSA Peugeot Citroën evitó pagar 57 millones en cinco años. Mientras que el grupo Auchan ha reducido su factura fiscal en 22 millones en tres años. En total, eludieron el pago de 141 millones de euros en impuestos; un dinero al que los servicios públicos franceses nunca tendrán acceso. Y el montante no deja de crecer, año tras año.

A priori, esta optimización fiscal es legal, pero no por ello resulta menos sorprendente. En especial para Renault y PSA, empresas participadas por el Estado. Francia es, con un 19,7% de las acciones, el primer accionista de la antigua empresa pública Renault. En PSA, el Estado se hizo en 2014 con un 13% del capital, por importe de 800 millones de euros, para salvar al grupo automovilístico de la quiebra. Pese a todo, PSA sigue disminuyendo el pago de impuestos en Francia gracias al paraíso fiscal maltés.

El montaje fiscal está relacionado con las llamadas “empresas de seguros cautivas”, así denominadas porque trabajan exclusivamente para los grandes grupos que las crearon. En Renault (RCI Banque) y PSA (Banco PSA Finance), por supuesto venden seguros para el automóvil. Oney, la banca de los supermercados Auchan asegura coches, pero también viviendas. Todas hacen seguros de vida, para cubrir los créditos que conceden. Por ejemplo, cuando un cliente pide un préstamo de 10.000 euros en RCI Banque para comprarse el último Renault Kadjar, debe hacerse un seguro que será el encargado de hacerle el reembolso a Renault en caso de fallecimiento. Lo mismo ocurre cuando un cliente saca 100 euros en el crédito revolving de la tarjeta Alcampo para pagar las compras del sábado.

Lo que los clientes desconocen es que las primas de seguro aterrizan en Malta. En 2003, un informe parlamentario alertaba del recurso a las compañías de seguro cautivas como herramienta de optimización fiscal a gran escala: “Resulta muy sencillo localizar una empresa cautiva en un Estado fiscalmente benévolo. [...] Al ser actividad de la cautiva por naturaleza inmaterial (se trata de simples flujos dentro del grupo), la compañía de seguros puede instalarse en cualquier punto del planeta”.

Históricamente, las multinacionales europeas localizaban sus aseguradoras en Irlanda o en Luxemburgo, pero Malta ha hecho importantes esfuerzos para atraerlas dentro de su territorio con dos armas maestras: una legislación laxa e importantes ventajas fiscales.

Lo más destacable es la devolución del impuesto de sociedades (IS) en el caso de las empresas extranjeras que reparten dividendos entre sus accionistas. Las empresas empiezan pagando el IS al tipo oficial, del 35%, pero una vez efectuada la devolución, el tipo real abonado cae al 5%, frente al 33,3% existente en Francia.

Renault, PSA y Auchan han puesto en marcha montajes financieros idénticos de los que sacar partido. En la base de la pirámide se encuentran dos empresas maltesas: una destinada a los seguros de vida y otro para los seguros tradicionales (diferenciación requerida por la ley). Por encima se sitúa un holding que recibe los dividendos, pero los tres gigantes franceses son los reyes de la ocultación. Sus respectivos holdings malteses publican en sus cuentas el pago del impuesto oficial, al 35%, pero no señalan claramente el montante reembolsado por el Fisco.

Pese a todo, hemos conseguido dar con esos beneficios fiscales gracias a los documentos contables malteses del banco Oney. Filial de Auchan, esta empresa cautiva trabaja para todas las tiendas de la adinerada familia Mulliez (Decathlon, Leroy-Merlin, etc.), pero también para otros distribuidores como la Fnac y Darty, hasta sumar 50 enseñas (aquí se puede consultar la lista).

En las cuentas de 2016 de Oney Holding Limited, figura que el holding recibió el año pasado 23,8 millones de euros en dividendos de las dos aseguradoras que controla, así como 7 millones en concepto de “otros ingresos”. ¿Cuáles? La respuesta figura en una breve nota publicada en el anexo: se trata de “devoluciones recibidas en virtud de los artículos 48(4) y 48(4A)(a)”, del código general de los impuestos malteses; es decir, aquellos que recogen la famosa devolución del impuesto de sociedades.

En 2016, la aseguradora del grupo Auchan obtuvo 23,7 millones de beneficios, pagó 8,3 millones al fisco maltés y consiguió un reembolso de 7 millones. Por lo tanto, Oney Holdings sólo pagó 1,3 millones de euros por el impuesto de sociedades. O lo que es lo mismo, un ridículo 5,5%, seis veces inferior a lo que debería haber desembolsado en Francia. En total, entre los años 2014 y 2016, Auchan se ahorró 21 millones de euros de impuestos.

El epígrafe “otros ingresos” también figura en las cuentas de PSA Services Limited, el holding maltés propietaria de las compañías de seguros PSA. Curiosamente, no aparece en 2014 y en 2015 (últimas cuentas publicadas), pero en el curso de los cinco años anteriores, el constructor recibió la bagatela de 57 millones de euros. Esos “otros ingresos” se corresponden con el “impuesto de sociedades reembolsado por el Estado maltés desde 2009”, confirma por e-mail un portavoz de PSA.

Pero el campeón de la optimización fiscal con salsa maltesa es la ex empresa pública Renault. Sus compañías de seguros se beneficiaron de 62 millones de euros de reembolsos de impuestos entre 2012 y 2015. Se desconoce el importe correspondiente a 2016, las cuentas todavía no se han hecho públicas, pero el descuento no ha dejado de aumentar, superando de los 3,4 millones, en 2013, a 21,3 millones anuales a partir de 2014.

Efectivamente, las dos cautivas de seguros de Renault son increíbles máquinas de hacer dinero. Una de ellas, RCI Insurance Limited, percibió 108 millones en primas en 2015, y sólo desembolsó 10 millones a sus clientes para cubrir los siniestros. Es decir, un margen bruto alucinante del 90%. “Está completamente fuera de lo normal. En nuestro sector, conseguir un 20% ya es mucho”, dice el director financiero de una aseguradora, al que le hemos facilitado los documentos contables.

A fin de cuentas, RCI Insurance y RCI Life, las dos empresas se seguros de Malta de Renault consiguieron en 2015 un beneficio acumulado antes de impuestos de 86 millones de euros. Pese a tener sólo 17 empleados, uno ellos –sólo uno–en RCI Insurance, el mismo que rompe todas las ratios de productividad financiera.

Renault, que no ha respondido a nuestras preguntas, parece haber contrato a el número suficiente de empleados en Malta como para que sus aseguradoras no sean consideradas ficticias por el fisco francés. PSA, que da trabajo a 31 personas en Malta, asegura por su parte que no cuenta con más trabajadores en el sector de los seguros. “No hay efectivos que trabajen en la actividad en seguros en Francia, ni en ningún otro país a excepción de Malta (al margen de las funciones comerciales). El número bastante limitado de colaboradores está relacionado con el hecho de que la horquilla de productos vendidos es en realidad muy sencillo (dos)”, escribe un portavoz.

Para el resto, PSA asegura que sus estructuras maltesas han sido “examinadas y validadas por los servicios fiscales europeos de los diferentes Estados miembros y que nunca han resultado cuestionadas”. Lo mismo sucede con Oney/Auchan, que indica que “estas operaciones se efectúan respetando estrictamente las convenciones internacionales firmadas entre los países, con los que esta filial opera, y el Estado de Malta”.

En realidad, Renault, PSA y Alcampo están muy molestos con el hecho de que sus maniobras para eludir al fisco en Malta hayan salido a la luz. Ningún dirigente de dichas tres empresas han aceptado de hablar con Mediapart. Por toda respuesta, hemos conseguido breves correos, que ofrecían respuestas de manual. Una línea de defensa que se puede resumir así: ya que es legal, el error sería no sacar partido al sistema.

   

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Traducción: Mariola Moreno

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