Europa

Ucrania, las incógnitas

Con Víctor Yanukóvich huido, el Gobierno provisional se encuentra en manos de Alexándr Turchínov, nuevo presidente del Parlamento hasta la celebración de elecciones presidenciales, previstas para el 25 de mayo. Hasta entonces, se prevé una importante reorganización del tablero político.  

¿Es posible una mayoría en el Parlamento?

A día de hoy, no hay mayorías en el Parlamento. Existen tres formaciones con representación: la antigua mayoría en el gobierno, constituida por el Partido de las Regiones y el Partido Comunista, los grupos parlamentarios de la oposición, a saber Batkvichtchina (Patria) –la formación de Yulia Timoshenko–, Oudar (Alianza Democrática Ucraniana para la Reforma) y Svoboda (Libertad), además de los independientes, un grupo que ha ido a más estos días y que incluye a los diputados que han abandonado el Partido de las Regiones. El pasado domingo por la tarde, los dos primeros bloques tenían el mismo peso (el primer bloque sumaba 163 diputados y 166, el segundo); el segundo contaba con 118 diputados. Para disponer de mayoría en la Rada Suprema, el Parlamento ucraniano, es necesario disponer de 226 parlamentarios. Por lo que diferentes partidos deben formar coalición.  

Así las cosas, los escenarios posibles que se presentan son tres. Que el Partido de las Regiones, libre de sus miembros más cuestionados, forme coalición con los partidos de la oposición, llegue a un acuerdo al menos para formar un gobierno de transición hasta la celebración de elecciones presidenciales. Que cierto número de diputados independientes se unan a los opositores en el Parlamento y los tres partidos antiYanukóvich obtengan de este modo los 60 escaños que necesitan para alcanzar la mayoría. Que una parte de los tránsfugas del Partido de las Regiones cree una nueva formación política. Sin embargo, los independintes, no pueden hacer nada por sí mismos, ya que para formar parte de una coalición en el Parlamento ucraniano, es necesario que se integren en un partido.  

El panorama que se presenta no es fácil e implica que los que ayer eran enemigos se pongan a trabajar juntos desde mañana. Y eso por no hablar de las divergencias existentes entre los propios opositores… “No es seguro que los hombres del Maidán acepten una alianza de la oposición y el Partido de las Regiones, aunque en sus filas no estén presentes los diputados más odiados. El Maidán, con sus aproximadamente 80 muertos, mantiene la presión en el Parlamento”, advierte el ucraniano, Wolodymyr Poselsky, vicepresidente de la Asociación Ucrania en Europa, con sede en París. El presidente de la Rada ha dado a los diputados un plazo de tres días para que formen una nueva mayoría y un gobierno de unidad nacional.  

El mandato del Parlamento actual, elegido en octubre de 2012, es perfectamente legal hasta 2016. A pesar del derrocamiento del Gobierno de Yanukóvich, al menos en teoría, la Rada puede permanecer inmutable todavía durante dos años… Sin embargo, lo más probable es que se celebren elecciones parlamentarias inmediatamente después de los comicios presidenciales de mayo, incluso aunque se regrese a la Constitución de 2004, que limitaba los poderes del presidente, impide que la disolución directa de la Asamblea. “Habría sido más lógico organizar simultáneamente elecciones presidenciales y legislativas”, opina el investigador ucraniano Mykola Riabchuk. “Pero esto planteaba el problema de un vacío de poder. Las diferentes fuerzas políticas hasta día de hoy enemigas están obligadas a cooperar y no pueden equivocarse después de los numerosos muertos que se han producido”.

Mykola Riabchuk, de la Academia de Ciencias de Kiev, en estos momentos investigador invitado en el Instituto de Ciencias Humanas de Viena, es politólogo, observador de la evolución de su país desde la independencia. El también autor de varias obras sobre estas transformaciones y de numerosos artículos desde el inicio de la crisis ucraniana ve en la revolución de este invierno 2013-2014 el fin de la transición postsoviética ocurrida en 1989-1990 en las antiguas democracias populares del bloque del Este. “La independencia de Ucrania en 1991 no había logrado librar al país de la tutela de Moscú ni de la nomenklatura”, explica a Mediapart. “La revolución naranja de 2004 tampoco lo consiguió. En esta ocasión, el régimen ha caído”.

¿Cuáles son los desafíos del próximo gobierno?  

Varios asuntos esperan a los futuros dirigentes de Ucrania. En un primer momento, será necesario reactivar la economía del país, en recesión, y encontrar una solución para hacer frente al vencimiento inmediato de la deuda: el Estado se encuentra al borde de la quiebra. Pero, sobre todo, los acontecimientos de los últimos días y de los últimos tres meses plantean numerosas dudas. ¿Quién dio órdenes de disparar a los manifestantes? ¿Quién originó los actos violentos que tenían como objetivo a opositores y a periodistas? ¿Quién recibió dinero por hacer el trabajo sucio?  

Otro desafío: los archivos descubiertos el sábado en la residencia del presidente depuesto, que revelan la importante malversación de dinero, llevada a cabo estos últimos años, al más alto nivel del Estado, así como el sistema represivo que se había puesto en marcha. Se ha encontrado una lista de periodistas a los que se dio órdenes de vigilar. Mucho ucranianos hablan ya de loustratsia –término que viene del latín lustratio (ceremonia de purificación en la Roma antigua) y que designa, en el bloque del Este, la depuración de los antiguos altos cargos o colaboradores del sistema soviético. Al contrario que su vecina Polonia, que llevó a cabo esta operación en el 2000, especialmente en las filas políticas pero también en el seno de las autoridades eclesiásticas, Ucrania nunca ha depurado su aparato policial o judicial. “La justicia está completamente corrupta, desacreditada, no ha cambiado nada desde la independencia. La sociedad necesita conocer la verdad”, dice Wolodymyr Poselsky.  

El ministro del Interior interino, Arsen Avakov, anunció el pasado domingo la apertura de una investigación para dar con los autores de los crímenes cometidos estas últimas semanas. Hasta el momento, se investiga una treintena de altos cargos policiales. Queda por poner en marcha la investigación y condenar a los culpables. Entre tanto, varios dirigentes permanecen huidos y en paradero desconocido el domingo, empezando por el propio Víctor Yanukóvich… Son necesarias numerosas reformas constitucionales para construir un Estado de derecho, inexistente a día de hoy. Pero uno de los principales desafíos para el futuro poder, según Mykola Riabchuk, es el de dar con personas libres de toda sospecha. “Por ese motivo la sociedad sigue movilizada en la plaza del Maidán. Quieren tener el control y asegurarse de que las investigaciones se llevan a cabo correctamente, que se pondrá fin a la corrupción, que los políticos comprometidos no volverán”.

Cambio de chaqueta

¿Hay posibilidades de que Yulia Timochenko regrese al poder?

El regreso triunfal el sábado de la exprimera ministra al Maidán solo puede suscitar interrogantes. Es verdad que el símbolo de la revolución naranja ha sido objeto de una persecución política por parte del clan de Yanukóvich, pero esta mujer de negocios no siempre ha tenido las manos limpias. “Su candidatura no sería una buena señal para buena parte de la sociedad que quiere caras nuevas sobre las que no pese la menor sombra de dudas”, estima Mykola Riabchuk. Ella misma indicó el pasado domingo que no sería candidata a primera ministra, pero no ha dicho nada sobre las presidenciales. Hay que tener presente que personas de su entorno ocupan cargos claves (el ministro del Interior provisional y el nuevo presidente del Parlamento)…  

Con respecto a otros líderes, hay muchas posibilidades de ver a estos tres personajes en la carrera presidencial: Vitali Klitschko (Oudar), Arseni Yatseniuk y Oleh Tyahnybok (Svoboda). De los tres, el campeón del mundo de boxeo de peso pesado Vitali Klitschko parecía el más popular estas últimas semanas, pero estas tres figuras podrían sufrir también en sus carnes las consecuencias del acuerdo firmado el viernes con mediación europea, por el que aceptaron mantener a Yanukóvich hasta septiembre en el cargo, un compromiso rechazado por el Maidán.  

Otra personalidad podría irrumpir también en este panorama. Se trata de Petro Porochenko, rival de Timochenko en el seno de Batkvichtchina. Es verdad que él también procede del mundo empresarial, pero que goza de cierto respeto. Dirige la principal firma ucraniana de dulces, Roshen, y ha sido uno de los más afectados por la guerra económica de Putin del verano pasado, cuando Moscú anunció un embargo a las importaciones de sus productos a Rusia. Desde entonces, ha respaldado el movimiento del Maidán, especialmente a través del canal 5, una cadena de televisión de su propiedad.  

Otra figura, en este hipotético tablero político ucraniano, tras la dimisión de Mykola Azarov, exlíder del Partido de las Regiones y antiguo primer ministro, es Serguei Tihipko, que está tomando las riendas de lo que queda de partido. El antiguo número tres en las elecciones de 2010 también será candidato a las elecciones presidenciales y puede revelarse como el gran triunfador de esta recomposición al representar las regiones del Este, al ser él mismo originario de Dnepropetrovsk. Su principal ventaja es que no formó parte del gobierno de Yanukóvich. Este domingo en un cambio de chaqueta inmediato, el Partido de las Regiones calificó a Yanukóvich de “único responsable de los trágicos acontecimientos” y condenó su “traición”. La mayoría de los exmiembros del antiguo gobierno han huido.  

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¿Está descartado el riesgo de escisión en el país? “El riesgo de escisión nunca ha existido, salvo si hubiese sido provocada por Putin. Salvo una ínfima minoría, nadie en Ucrania la quería”, opina Mykola Riabchuk. Desde el sábado, varias manifestaciones han estallado en las regiones del Este (Kharkiv, Donetsk) y en el Sur, en Crimea, donde se puede ver a los partidarios de Yunukóvich tomándola con los partidarios del Maidan. ¿Estamos ante los últimos sobresaltos de la emancipación de la tutela moscovita?  

Los partidarios del sistema de Yanukóvich en las regiones del Este, de hecho, están a punto de hundirse. El gobernador de la región de Kharkiv y el alcalde de la ciudad han huido, después se marchó el alcalde, que regresó el domingo, y que ha declarado que Yanukóvich ya forma parte de la historia. El hombre fuerte de la región de Dnepropetrovsk, Igor Kolomoyskyi, también se manifestó el sábado en contra del separatismo en el país. Definitivamente, los últimos pilares del sistema Yanukóvich están viniéndose abajo.

Traducción: Mariola Moreno

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