Sector energético
Los trenes dejarán de consumir energía limpia a partir de 2014
Hubo un tiempo en el que las energías renovables estaban de moda.estaban de moda. Las empresas eléctricas teñían de verde la imagen corporativa, imponían corbatas y trajes del mismo color a empleadas y empleados, se preocupaban por las emisiones de CO2 y destacaban la producción de energía limpia. emisiones de CO2 En ese tiempo, el más limpio de los modos de transporte, el ferrocarril, con la joya del AVE a la cabeza, logró un sueño: consumir sólo energía eléctrica de origen renovable.
Este año, toda la energía eléctrica que consume el ferrocarril tiene origen renovable, limpio. Pero el sueño se ha acabado. En 2014, coincidiendo con los nuevos aires que orientan la política energética, el origen de la electricidad para mover los trenes será el que decidan las tres compañías que ganaron el concurso de suministro en junio: Endesa, EDP-Hidrocantábrico y Gas Natural Fenosa. Sólo el 8% de la electricidad del ferrocarril será de origen renovable, según cálculos internos de la compañía ferroviaria. El origen de la energía pasa a un segundo plano frente al precio.
En 2014, según documentos a los que ha tenido acceso infoLibre, el suministro eléctrico al ferrocarril tendrá el siguiente origen: 37% carbón, 29% nuclear, 18% gas, y 8% hidroeléctrico. Sólo el 8% tendrá un origen renovable, limpio.
El concurso anual que convoca el gestor de infraestructuras ferroviarias, Adif, para adquirir la electricidad con la que mover la mayoría de las 1.410 unidades de Renfe, lo han ganado tres compañías eléctricas de las llamadas tradicionales: Endesa, EDP-Hidrocantábrico y Gas Natural.
Adif asegura que, como en el resto de los concursos que convoca, en el de energía se han cumplido todos los requisitos técnicos y de precio que determinan los ganadores. Otras fuentes de las empresas relacionadas con el concurso asguran que el origen de la energía ofertada no era un elemento determinante en el concurso.Carbón y gas
Las tres basan la generación de la electricidad que venden en el carbón y el gas natural, fundamentalmente. Su oferta para atender 21 puntos de suministro de Renfe ha batido a las que presentaron compañías que basan la producción en energías renovables: eólica, termosolar y fotovoltaica. Las ganadoras del mayor contrato de suministro eléctrico del país se repartirán 189 millones. Endesa suministrará energía a 12 puntos y cobrará en torno a 115,7 millones; Gas Natural Fenosa suministrará cinco puntos y cobrará 22,6 millones y EDP-HC atenderá cuatro puntos de suministro por 51,08 millones.
Ni Acciona Green Energy Delopments (Grupo Acciona), ni Energya VM (filial del grupo Villar Mir), que ganaron el concurso convocado para 2013, repetirán la marca que alcanzarán este ejercicio en el sistema ferroviario: poner en funcionamiento todas las unidades eléctricas de Renfe con energía limpia. Se rompe así la tendencia que comenzó hace dos años. En 2012, según fuentes de la compañía ferroviaria, el 71% del suministro eléctrico ya era de origen verde. Pero en tiempos de crisis, el precio manda más que nunca.
Para Renfe, el suministro de energía a buen precio es vital. El gasto para mover los trenes (no sólo en electricidad, sino también en la compra de carburantes) se ha incrementado en la empresa en un 35% desde el año 2009. Supone la cuarta partida del gasto total de explotación, con 305 millones. De ellos, 153 millones son para cercanías y media distancia, 96 para alta velocidad y larga distancia y 43 para mercancías.
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El cambio en el origen de la energía que alimentará a Renfe el próximo año ilustra bien lo que está pasando en el sector energético en general: pierden las renovables y ganan las empresas tradicionales.
La reforma impulsada desde el Ministerio de Industria estableció, entre otras medidas, la eliminación de las primas para las empresas del sector y su sustitución por un sistema que garantiza una “rentabilidad razonable” de las inversiones del 7,5%, con carácter retroactivo.
El sector ha criticado con dureza unas medidas que llevarán, según sus representantes, al cierre de plantas y a la quiebra de numerosos inversores. Las críticas no sólo han llegado del sector. Standard&Poor's alertó de que las medidas aprobadas "podrían tener un efecto significativamente adverso” sobre el sector de las renovables, del que recuerda que viene de registrar un “rápido crecimiento”.
