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Investigación

Los tentáculos del blanqueo de dinero de la élite de Azerbaiyán llegan hasta Ibiza

En este edificio, situado junto al puerto deportivo de Ibiza, Izzat Janim Javadova compró un piso de cuatro dormitorios.

Kelly Bloss (OCCRP) | Ben Cowdock (TI RU) | Antonio Baquero (OCCRP)

A Mikaela Jav, una conocida DJ, le gustaba presumir ante sus fans en internet. En una sensual foto de Facebook, aparece vestida con lencería roja y blanca, emulando a una seductora Santa Claus.

“¡Feliz Navidad a todos mis amigos!”, escribió, posando en un balcón con las luces de la orilla sur del Támesis de fondo.

Ese brillante telón de fondo londinense, así como el forjado de la reja del balcón, llevan a pensar que la foto se tomó desde Whitehall Court, una de las residencias más exclusivas de la ciudad.

La semana pasada, la organización internacional OCCRP reveló que Mikaela Jav es en realidad Izzat Janim Javadova, prima del presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev.

Ella y su marido, Suleyman Javadov, están siendo investigados por la Agencia Nacional contra el Crimen (NCA, por sus siglas en inglés) de Reino Unido por recibir 13,9 millones de libras esterlinas (más de 16 millones de euros) de fuentes opacas, entre las que se encuentra la llamada lavandería azerbaiyana, un complejo sistema de movimiento de dinero clandestino al que recurrió la élite del país. Recientemente, la pareja prefería llegar a un acuerdo a sentarse en el banquillo y aceptaba el embargo de cuatro millones de libras (4,7 millones de euros) de la cantidad depositada en las cuentas de Suleyman.

En colaboración con el capítulo del Reino Unido de Transparencia Internacional (TI-UK), la organización OCCRP revela que Javadova y su marido poseen al menos cuatro apartamentos en el Reino Unido, incluido uno en Whitehall Court. Tres de ellos fueron adquiridos en los años en que se realizaron dichas transacciones.

Durante ese tiempo, la pareja también compró otras dos propiedades en Ibiza, la isla balear donde Javadova –como DJ Mikaela Jav– celebraba en 2015 sus fiestas de los sábados noche, llamadas “Mikaela & Friends”.

La pareja asegura que el dinero recibido era legítimo, que procede de alquileres legales en Azerbaiyán, mientras que el abogado de la pareja describe el sistema de recepción de dinero como parte del antiguo sistema hawala de transferencia de fondos entre una red de intermediarios de confianza.

Los investigadores del Reino Unido mantienen que el análisis del origen de la riqueza de los Javadov trasciende el alcance de la investigación. Sin embargo, señalan que, aunque “parece probable que [los Javadov] tengan ingresos procedentes de alquileres” y “acceso a una riqueza significativa”, es poco probable que los fondos transferidos a sus cuentas en el Reino Unido procedan de ingresos de sus propiedades.

Los Javadov “sabían que lo que recibían no procedía de sus inquilinos”, escribió la NCA al tribunal, “sino de una organización intermediaria ilegal destinada a blanquear dinero”.

Ni Suleyman Javadov ni Izzat Janim Javadova han querido dar su versión de los hechos.

Vistas a Londres e Ibiza

Javadova ha hablado de Londres y de Ibiza como de su hogar.

“Vivo aquí, tengo una casa aquí”, declaró a Toazted, un conocido canal de entrevistas musicales, en 2016. “Mi corazón pertenece a Ibiza”.

Pero cuando llegó el momento de hablar con los investigadores, ella y su marido dijeron que Londres era su “ciudad favorita del mundo” y que querían “echar raíces” en la capital británica.

De hecho, la pareja posee propiedades en ambos lugares.

La primera compra de la pareja en el Reino Unido, ahora propiedad de Javadova, fue el piso londinense de la imponente Whitehall Court. Compró el apartamento en efectivo en 2005. Aunque se desconoce el precio que pagó por él, su valor actual estimado es de 6,9 millones de libras (más de 8 millones de euros).

Izzat Janim Javadova tenía apenas 25 años cuando compró el apartamento de Whitehall Court. En esa época, su padre era miembro del Parlamento azerbaiyano. Años después, cuando los Javadov empezaron a recibir pagos de empresas de la lavandería, se hicieron con otras caras propiedades.

En 2010, la pareja compró conjuntamente un apartamento en el sudoeste de Londres valorado actualmente en 3,3 millones de libras (3,85 millones de euros). Y, en 2014, Suleyman Javadov adquirió un apartamento en el centro de Londres por importe de 820.000 libras (956.000 euros).

Al año siguiente, Javadov también compró una villa de lujo en Ibiza, valorada en 1,5 millones de dólares (1,27 millones de euros), sirviéndose para ello de una empresa española constituida el mismo día. Un año después, su mujer adquirió un piso de cuatro dormitorios y dos plazas de aparcamiento en el otro extremo de la isla por un precio desconocido.

Dinero misterioso

El abogado de los Javadov ha señalado que sus “intereses comerciales” incluyen “la principal fábrica de vodka, coñac y champán de Azerbaiyán” y que tienen actividades en los sectores avícola, de la construcción y agrícola.

Pero el dinero que recibían en el Reino Unido, según el letrado, procedía en gran medida de ingresos en concepto de alquiler.

Hay muy poca información pública sobre Suleyman Javadov. Cuando donó 50.000 euros al fondo oficial contra el covid de Azerbaiyán en 2020, los medios de comunicación locales se apresuraron a averiguar quién era. Resultó ser el hijo de Gulmammad Javadov, exministro de Energía de Azerbaiyán. No se conoce que dirija ningún negocio en su país de origen.

Los intereses empresariales de su esposa son más fáciles de delimitar; se sabe que posee varias empresas azerbaiyanas. En un caso, según consta en los expedientes judiciales, se hizo con más de media docena de grandes edificios en el centro de Bakú tras pelearlos en los tribunales.

Según el servicio azerbaiyano RFE/RL, ella y su difunto padre, Jalal Aliyev, tío del presidente Aliyev, eran accionistas de una empresa llamada Sahibtaj, que construyó entre 1995 y 2002. En 2010, demandaron a otros propietarios de la empresa por supuesta apropiación indebida de gran parte de los ingresos de la compañía.

En 2011, el tribunal falló a favor de Javadova y su padre, adjudicándoles no solo los bienes de Sahibtaj, sino también los de otra empresa que también pertenecía a su socio comercial, además de 23 millones de dólares.

El Tribunal de Apelación de Bakú no ha dado respuesta a la solicitud de documentos judiciales de la OCCRP y la familia demandada ha declinado hacer declaraciones.

En un procedimiento separado, en 2016, un hombre azerbaiyano no identificado que intentaba evitar ser deportado de Reino Unido alegó ante el tribunal que había huido de Azerbaiyán porque personas del entorno del difunto padre de Javadova le habían amenazado, en un intento por hacerse con sus empresas. William Bowring, experto en derecho internacional de la Universidad de Londres y testigo en el caso, señaló que el padre de Javadova había “utilizado los tribunales [de Azerbaiyán] para apoderarse de los bienes de sus antiguos socios”.

Un acuerdo repentino

Después de perder una larga batalla legal para que no saliesen a la luz sus nombres, los Javadov han llegado a un acuerdo con los investigadores, aceptando el embargo de cuatro millones de libras esterlinas de la cuenta de Suleyman para evitar ir a juicio.

Las autoridades del Reino Unido han presentado el embargo de una parte del dinero que los Javadov recibieron de la lavandería de Azerbaiyán como una victoria de la aplicación de la ley.

“Cualquiera que recurriese a la lavandería de Azerbaiyán no debería estar tranquilo, ya que sus bienes en el Reino Unido son potencialmente recuperables”, señaló Andy Lewis, responsable de la NCA de decomiso de bienes, en un comunicado.

“Si el dinero se transfiere a través de un sistema de blanqueo, podemos seguirle la pista. Utilizaremos todos los medios a nuestro alcance para evitar que el Reino Unido sea atractivo para este tipo de actividad”.

Sin embargo, las propiedades de los Javadov no han sido investigadas y no parece que corran peligro de ser confiscadas. El acuerdo alcanzado refleja el resultado de un caso civil, no penal, y no han sido acusados de ningún delito.

(Con información de Kira Zalan).

Aquí puedes leer el texto original en inglés.

Traducción: Mariola Moreno

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