Al menos cinco personas han muerto en el marco de los
enfrentamientos que se han producido esta semana entre las fuerzas de seguridad de Venezuela y los manifestantes durante el "paro cívico" convocado por la oposición para este miércoles y jueves con el fin de frenar las elecciones a la Asamblea Constituyente.
El Ministerio Público que dirige Luisa Ortega Díaz, quien en los últimos meses se ha apartado del
chavismo, ha indicado que se están investigando las muertes que han tenido lugar durante los disturbios, que dejan ya cerca de
190 detenidos.
Durante la segunda jornada de la huelga,
gran parte los comercios en el este de Caracas han amanecido cerrados. Las calles de la zona de Altamira, epicentro de las manifestaciones antigubernamentales, han estado bloqueadas durante toda la jornada por barricadas construidas con ramas de árboles, cuerdas, mobiliario urbano, basuras y neumáticos ardiendo. Se han producido varios
choques violentos entre la Guardia Nacional Bolivariana y los manifestantes.
El
seguimiento del paro cívico en el centro de Caracas, donde aún permanecen bloqueadas numerosas vías, ha sido más discontinuo. En el oeste de la capital, de mayoría
chavista, es donde menos se ha sentido la huelga.
En la localidad de
Barinas, ciudad natal de Hugo Chávez, sólo un tercio de los negocios han permanecido cerrados en el marco del paro, que según la oposición ha sido respaldado por el 92 por ciento de la población.
"Me opongo al Gobierno y creo que debemos hacer todo lo que podamos para salir de este desastre, pero dependo de mi trabajo.
Si no trabajo, mi familia no come", ha indicado Ramón Álvarez, un barbero de 45 años.
Estados Unidos retira a los familiares del personal de su embajada en Caracas
El Departamento de Estado de Estados Unidos ha ordenado este jueves a los
familiares del personal de la Embajada estadounidense en Caracas a abandonar Venezuela ante el aumento de la tensión en las calles durante el paro cívico convocado por la oposición venezolana para este miércoles y jueves.
Las autoridades estadounidenses han indicado que también están autorizados a abandonar el país aquellos empleados que
trabajen en la Embajada y así lo deseen.
La decisión ha sido tomada dos días después de que Estados Unidos anunciara la
imposición de sanciones contra trece altos cargos venezolanos, entre ellos miembros del Gobierno y de los cuerpos de seguridad del Estado, en un intento por presionar al Ejecutivo del presidente, Nicolás Maduro, para frustrar la celebración las elecciones a la Asamblea Constituyente.
Washington amenazó entonces con aprobar una serie de castigos contra aquellos que decidan formar parte de la polémica iniciativa parlamentaria.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que difundió la lista de sancionados,
ha reprochado la reforma constitucional impulsada por Maduro, así como la adopción de otras medidas que perjudican la democracia en Venezuela.
Por otra parte,
la Misión de Estados Unidos ante la ONU ha asegurado a los venezolanos que Washington "no permitirá que el régimen de Maduro continúe brutalizando a los ciudadanos y destruyendo la democracia".
"Mantenemos nuestra promesa mediante la imposición de sanciones contra aquellos individuos que estén relacionados con la
corrupción y la violencia contra el pueblo venezolano", ha señalado la delegación de Estados Unidos ante la ONU en un comunicado.