Desde luego que para interpretar la historia quienes mejor pueden aportar luz son los antropólogos, filósofos e historiadores (libres= no súbditos). Entiendo la realidad actual como el resultado de la dialéctica de imperios, mi criterio es de que es la principal Potencia de la Historia, por integrar o subordinar las fuerzas del individuo, familia, lucha de clases, etc. (creo que es más concreto que persona, gente o pueblo, etc.)
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Y lo que no hay que confundir son los hechos. Unos pueden ser gloriosos y otros deshonrosos, pero muchos son evidentes, ciertos. España es una nación política, una de las primera, que se constituye como tal a principios del XIX, como Francia, EEUU, Portugal, ... eso no se puede poner en duda y decir que no es cierto, que España es plurinacional, nunca lo ha sido, de hecho no se conocen todavía estados plurinacionales, a no ser que se entienda que Bolivia es plurinacional cuando en su constitución se reconocen comunidades de carácter étnico, algo que ya no existe ni en España ni en Europa, tal vez a excepcion de los gitanos.
Afirmar esto no es ser "nacionalista". Se debería combatir a los que, utilizando esa estructura de estado nacional, pretenden imponer una ilusoria y mitológica idea de cultura de un ilusorio "pueblo" donde la butifarra, la morcilla, el gazpacho, las sevillanas, los toros, los versolaris ... vienen a constituir lo que llaman una identidad o hecho diferencial, apoyándose además en un falso relato histórico. Pero dado que cada bando se ha repartido la cuestión, me parece que va a ser imposible, dado que ya forma parte del relato por la lucha por el poder, y cuando en esas estamos se hace difícil respirar ante la avalancha de odio y enfrentamiento que puede llegar a respirarse.
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Y por supuesto lo que no deja de ser curioso es que cuando el relato imperante era único y nos atizaba sobre la Leyenda Negra Española, casi nadie salía a discutir o aclarar que la Leyenda Negra era tan aplicable a Francia, Inglaterra, Alemania, EEUU, Rusia, China, Japón, ... es más, durante los útlimos cuarenta años se ha insistido en unir la "idea" de España con el franquismo, algo muy alejado de la realidad histórica. Un discurso que se lo ha comido casi todas las izquierdas actuales que nos vienen a proponer una destrucción del Estado Español para una especie de reconstrucción en diferentes estados "confederados", Es decir, el falso relato de España=Franco está operando con gran fuerza, tal vez ese sea el más importante a combatir ...
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No entiendo muy bien el artículo. Tal vez moleste al Profesor que la historia o las historias puedan ser también objeto mercantil y que en estos momentos de apogeo nacionalista las historias que vienen a reivindicar sus causas se consumen con devoción para alegría de sus autores, a los que se les acusa de aficionados o intrusos desde los "auténticos" historiadores universitarios. Pero lo que no se puede ignorar es lo que ocurre, los nacionalismos periféricos han llegado hasta el punto de intentar la secesión, por mucho que ahora se diga que es pura ensoñación. La secesión sólo es posible destruyendo el Estado Español, por tanto uno de los frentes es el propagandístico, así desde esos centros de poder se lleva una campaña desde hace mucho aumentando, exagerando, mintiendo, manipulando, ... tal y como se ha hecho en otros momentos históricos. Y la reacción era lógica que apareciera ... en eso estamos ... Pero de esto entiende mucho mejor el Profesor ...
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Con todo el respeto al profesor Casanova, la historia siempre es una versión interesada de los hechos. Se inventó para eso, para cantar las glorias de un monarca, justificar sus tropelías y resaltar la iniquidad o la irrelevancia de sus rivales. Luego eso se aplicó a las naciones, de nuevo para exaltar, justificar y denigrar.
En realidad, no hay tanta diferencia entre un libro de historia, incluso uno moderno, y la Biblia. Ambos son relatos construidos. Sí, a diferencia de la Biblia, en un libro de historia los hechos suelen estar respaldados por la investigación y las fechas y los nombres son correctos pero, como dice el profesor Casanova, la historia no es una mera narración de hechos, sino que requiere una interpretación y un análisis y esa interpretación y análisis son siempre sesgados. El historiador puede, por ejemplo, intentar escribir una historia de España crítica con respecto a las visiones sesgadas de nacionalistas españoles y catalanes pero no debería ser tan inocente como para pretender que su visión es la visión objetiva, porque no hay interpretación ni análisis objetivo de la historia.
Lo único realmente objetivo son los hechos puros y duros pero, claro, los hechos puros y duros no son interesantes. Lo interesante es el relato, la hagiografía, la demonología, la identidad, los deberes y derechos históricos... Es decir, la interpretación, el análisis, lo imaginario.
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www.infolibre.es ISSN 2445-1592
No entiendo patriotismo con nacionalismo, para mi ser patriota es no renegar del legado que nos han transmitido las generaciones que nos ha precedido y que las actuales debemos transmitir a las por-venir.
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