Crisis del ébola

Teresa Romero ha superado el ébola

La técnica de enfermería Teresa Romero, que se contagió del virus al atender al misionero repatriado desde Sierra Leona Manuel García Viejo está curada de la enfermedad, según han informado en rueda de presa el equipo médico que la ha atendido. En la tarde de este martes ha dado el cuarto negativo consecutivo en las pruebas para detectar el virus lo que hace que cumplan con los criterios que marca la OMS para determinar que un paciente está libre del virus. Romero ya dio negativo en un primer análisis, cuyos resultados se conocieron el domingo, y donde los niveles del virus eran ya indetectables.

"Se ha controlado la infección de la paciente", dijo el jefe de la unidad de enfermedades infecciosas del Carlos III, José Ramón Arribas, a las preguntas de los periodistas sobre si ya se la puede considerar curada del todo. En este punto, matizó que la profesional "no está en su estado" previo al contagio, pues "cualquier infección grave produce un daño en los pacientes" y la "recuperación lleva tiempo".

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Aunque a partir de ahora las medidas de precaución máxima se relajarán y Teresa podrá a ver a su marido –que también está en cuarentena y no podrá abandonar el hospital antes del próximo lunes– deberá permanecer todavía un tiempo más ingresada para curarse de la afección orgánica.

Preguntado por qué secuelas puede tener la paciente, el médico señaló que "va mandando la evolución clínica" y cómo se va comportando con el paso de los días. Por eso, explicó que van a seguir con la "vigilancia y el estudio", "para ir controlando y poniendo tratamiento si hiciera falta". No obstante, ha indicado que en cualquier enfermo, existe la posibilidad de que no quede ningún tipo de secuelas.

Según había adelantado poco antes la portavoz de la familia si la prueba era negativa, Teresa podría abandonar la zona de aislamiento este miércoles, aunque los médicos no quisieron desvelar si permanecerá en la sexta planta, donde ha estado aislada ahora, o pasará a la quinta, donde hay otros pacientes en observación. No lo especifican, dijeron, para preservar su intimidad.

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