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Rajoy lanza a Guindos a la vicepresidencia del BCE

El Gobierno de Mariano Rajoy presentará este miércoles la candidatura de Luis de Guindos, ministro de Economía, como candidato a la vicepresidencia del Banco Central Europeo. El embajador de la Representación Permanente de España ante la UE (Reper) ha dirigido una carta al presidente del Eurogrupo, Mario Centeno, con la candidatura del titular de Economía, según ha confirmado oficialmente el Ejecutivo.

La propuesta no goza del apoyo de los socialistas, que abogaban por que la apuesta de España para mejorar el escaso peso en las instituciones europeas fuese una mujer. En todo caso, la candidatura es una decisión exclusiva del Ejecutivo

"El Eurogrupo deberá decidir el candidato que propone al Consejo Europeo en la reunión prevista para el próximo 19 de febrero. Al día siguiente, el Ecofin (Consejo de Ministros de Economía y Finanzas) adoptará formalmente la decisión que se elevará al Consejo Europeo en la reunión de los próximos 22 y 23 de marzo. El Consejo Europeo, por mayoría cualificada, elegirá para el puesto entre personas de reconocido prestigio y experiencia profesional en asuntos monetarios o bancarios y previa consulta al Parlamento Europeo y al Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo", informa Moncloa.

El candidato elegido se incorporará a la vicepresidencia del BCE el próximo 1 de junio. El movimiento obligará a Rajoy a hacer una crisis de Gobierno que el grueso de las fuentes consultadas creen que se limitará a cubrir la vacante.

El propio Guindos anunció horas después de conocerse su candidatura que presentará su dimisión como ministro "inmediatamente" después de que el Consejo Europeo le nombre finalmente el 23 de marzo como nuevo vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), cargo para el que considera que existe "una posibilidad muy clara" de que la candidatura española sea elegida.

"Estoy convencido de que tenemos muchos apoyos, España va a conseguir este puesto y es el escenario que contemplamos", dijo en rueda de prensa.

Guindos tendrá al menos otro rival para la misma plaza, el gobernador del Banco Central Irlandés (ICB), Philip Lane. En todo caso, las fuentes consultadas se muestran convencidas de que Rajoy no ha dado el paso definitivo hasta garantizarse los apoyos necesarios. Una derrota sería un golpe tremendo de imagen y un mazazo para un Gobierno que se dice comprometido a recuperar el peso en las instituciones europeas.

"El mejor candidato posible"

Fuentes del Gobierno consideran que Luis de Guindos es el mejor candidato posible para esta vacante. "Su gestión al frente del ministerio de Economía fue fundamental para la recuperación de la economía española y, con ello garantizar la supervivencia del euro", destacan.

Destacan además, que ha sido un actor "decisivo" en el saneamiento del sistema financiero y del desarrollo de la Unión Bancaria Europea. "Ha sido un sólido embajador de la economía española en los mercados internacionales y un modernizador de nuestras estructuras económicas. Es uno de lo ministros de Economía más reconocidos de Europa con una cualificación y experiencia fuera de duda", añaden.

La asignatura pendiente

La representación de España en las instituciones europeas es una asignatura pendiente del Gobierno de Mariano Rajoy desde que llegó a La Moncloa en diciembre de 2011. En los últimos años de Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, los conservadores hicieron bandera política de la infrarrepresentación española en los órganos de la Unión Europea. Y aseguraban que, de gobernar ellos, la presencia iba a ser mayor. La realidad desmiente de forma clara aquel pronóstico. 

A corto plazo, el principal objetivo del Ejecutivo era lograr esta plaza que quedará vacante en mayo de 2018 con la salida del portugués Vitor Constâncio. "Va a ser para España", señaló recientemente en Bruselas el ministro de Economía, Luis de Guindos. "Nos lo merecemos desde el punto de vista de la evolución económica, porque la aportación española es evidente y porque además España está infrarrepresentada en las instituciones comunitarias", admitía el propio titular de Economía. Este miércoles se confirmaba lo que en el Gobierno era un secreto a voces: que el candidato era él.

Recientemente, España renunció a presentar candidato a la presidencia del Eurogrupo, el foro de ministros de Economía y Finanzas de los países de la eurozona. Algunas fuentes apuntan que esto se debió a las esperanzas de ocupar un puesto en la ejecutiva del BCE. España optó por apoyar al titular de Finanzas portugués, Mário Centeno, candidato que finalmente se hizo con el puesto, en lugar de apostar por Luis de Guindos.

"La labor de muchos españoles"... en el pasado

La Secretaría de Estado de Asuntos Europeos, dependiente del Ministerio de Exteriores, repasa en su página web el papel de España en las instituciones europeas y señala que "hay que destacar la labor de muchos españoles que han ocupado cargos destacados en la administración comunitaria". Ninguno de los nombres que se mencionan han desempeñado sus funciones en los últimos seis años.

"Uno de los más relevantes ha sido quizá Javier Solana, que ocupó el puesto de Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores durante diez años, convirtiéndose su labor al frente de la acción exterior de la Unión en un referente a nivel mundial", puede leerse. Junto a su nombre se citan los de Enrique Barón Crespo, José María Gil-Robles y Josep Borrell como presidentes del Parlamento Europeo; Manuel Marín, Abel Matutes, Marcelino Oreja, Loyola de Palacio, Pedro Solbes o Joaquín Almunia, como comisarios; Gil Carlos Rodríguez Iglesias al frente del Tribunal de Justicia; Pasqual Maragall como presidente del Comité de las Regiones; Carlos Ferrer, que desarrolló el cargo de presidente del Comité Económico y Social Europeo, y Juan Manuel Fabra, presidente del Tribunal de Cuentas. A día de hoy, ninguno de estos puestos está en manos de un español. Y sobre el candidato del PP a las elecciones europeas, Miguel Arias Cañete, recayó la comisaría de Acción por el Clima y Política de Energía, un área de nueva creación.

Las principales instituciones de la Unión Europea son las siguientes: Parlamento Europeo, Consejo Europeo, Consejo de la Unión Europea, Comisión Europea, Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), Banco Central Europeo (BCE), Tribunal de Cuentas Europeo (TCE), Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), Comité Económico y Social Europeo (CESE), Comité Europeo de las Regiones (CDR) Banco Europeo de Inversiones (BEI), Defensor del Pueblo Europeo y Supervisor Europeo de Protección de Datos (SEPD). No hay ningún español al frente de ninguna de ellas.

El país que mantiene más puestos de alta representación en las instituciones de la UE es Italia. Al presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, se suman el presidente del Banco Central Europeo (Mario Draghi), la Alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad (Federica Mogherini) y el Supervisor Europeo de Protección de Datos (Giovanni Butarelli).

Tras Italia, son los belgas y alemanes, liderando dos instituciones cada uno de los dos países, quienes más presencia tienen en puestos de máxima relevancia en las instituciones comunitarias. Polonia, Luxemburgo, Grecia y Portugal, con el reciente nombramiento de Mário Centeno como presidente del Eurogrupo,también tienen su cuota de poder.

Las aspiraciones iniciales de Rajoy

En el Gobierno y en el PP se había extendido la idea de que a Cañete le iba a corresponder liderar un área de peso dentro del ámbito económico. Pero ni su área tiene rango de vicepresidencia, como se pretendía desde Moncloa, ni es de peso dentro de las económicas.

Otra de las pretensiones clásicas de España ha sido la presidencia del Eurogrupo. En julio de 2015, el holandés Jeroen Dijsselbloem era elegido de nuevo para liderar durante dos años y medio a los países de la zona euro. Este hecho fue interpretado como un fracaso de la diplomacia española. La implicación personal de Mariano Rajoy en la operación Guindos y las conversaciones en esta línea con la todopoderosa canciller alemana Angela Merkel no surtieron efecto.

Otras oportunidades que no cuajaron

Momento decisivo fue también la renovación en el Banco Central Europeo a finales de 2012, cuando Mariano Rajoy llevaba ya un año en La Moncloa. El presidente del Gobierno apoyó a Antonio Sáinz de Vicuña para relevar a José Manuel González-Páramo, que finalizaba mandato tras ocho años en la cúpula, pero la Comisión apostó por Yves Mersch. Las fuentes conocedoras del proceso subrayan que el error del Gobierno fue rechazar la candidatura del exsecretario de Estado con Zapatero José Manuel Campa. Este gozaba del visto bueno de Mario Draghi, presidente de la institución. Este episodio llevó a España a estar fuera de la cúpula del BCE por primera vez desde 1999. La siguiente oportunidad será la citada, en mayo de 2018, y existe el convencimiento de que en esta ocasión la operación va a ser exitosa.

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