Diálogo, educación y cohesión social

Albano de Alonso Paz

Vivimos en una sociedad abonada al terreno de la crispación, y así nos lo está demostrando el tenso debate ideológico en los últimos tiempos. Los mensajes alarmistas, tal y como se ha estudiado desde diversas investigaciones del campo de la sociología y por analistas de la opinión pública, calan de forma más profunda en la sociedad; crispan y avivan posiciones extremas de corte reaccionario, aquellas que buscan hacernos retroceder en derechos y conquistas sociales. 

Los debates para confrontar programas e ideas se han convertido en discusiones enfervorecidas que resuenan como la antítesis de lo que debiera ser un clima de entendimiento en pos de la cohesión social. En ese ruido ensordecedor se mueven mejor quienes quieren embarcarnos en un viaje hacia un pasado lleno de sombras.

Ante ese panorama, vuelve a recuperarse la necesidad de hacer de las aulas un lugar de resistencia donde impere un clima propicio para que cada aprendiz exponga sus concepciones del mundo a través de interacciones comunicativas respetuosas guiadas por docentes. El ambiente que nos rodea está plagado de referentes perjudiciales que llevan como estandarte la propagación de emociones negativas y bulos alarmistas, lo que provoca un mayor seguimiento y movilización por parte de las masas, ya que la cultura de la indagación, del contraste y de la verificación escasea en este ambiente atronador. Enseñar a dialogar es fundamental para evitar que esto se siga expandiendo.

Perfiles mediáticos se dedican a lanzar, cada vez más, potentes estrategias populistas para activar ese contagio emocional que hace que el diálogo por la convivencia se deteriore. El fin que persiguen es imponer un pensamiento único en distintos poros de la sociedad, también en la escuela, basado en una supuesta neutralidad que no existe sino en sus falacias. A partir de Freire, y especialmente con las aportaciones de especialistas como Jürgen Habermas, se ha demostrado que las acciones educativas dialógicas basadas en las interacciones comunicativas horizontales incrementan la posibilidad de crear entornos solidarios. Es, por ello, y ante el panorama que nos rodea, deber ético de los profesionales de la educación propiciar esos entornos inclusivos dialogantes. En ellos, niños y niñas, independientemente de su punto de partida o condición sociopersonal, pueden trabajar juntos en propuestas basadas en ese encuentro intersubjetivo, más allá de cualquier mecanismo separador o segregador.

Construir un proyecto reflexivo de vida en comunidades es un principio que subyace a los fines de una escuela pública de calidad; mientras, redes sociales y medios de comunicación son invadidos por mensajes que dinamitan el trabajo

El fanatismo, el ruido, la mentira y la desinformación se ramifican con rapidez y facilidad en la sociedad actual, con el fin de perpetuar privilegios e imponer una estrategia para ganar la batalla cultural basada en mensajes hueros. Estos no hacen sino dinamitar la democracia mediante la ira y el rechazo hacia el diferente. La educación para la ciudadanía, las humanidades, el ecologismo, la filosofía o la educación ética no caben en una forma de cultura de la cancelación en donde determinados integrantes de una comunidad son señalados por su identidad y privados de su capacidad de hablar, de dialogar, de participar en la esfera social.

La educación que cercena al aprendizaje dialógico pretende ser “neutra”. La posibilidad de que la escuela se una a otros movimientos sociales y esferas de debate público, tal y como defiende Henry Giroux, irrita a quienes quieren desposeer a nuestro alumnado de la escuela como instrumento de fomento de la inteligencia cultural. Porque sacar la ideología de las aulas representa, en realidad, la imposición de una ideología: la que desecha la interculturalidad, la visibilización de la cuestión de género, la que ignora la riqueza de la diversidad o la que recorta la búsqueda del bien común y el conocimiento de las bases democráticas.

Construir un proyecto reflexivo de vida en comunidades es un principio que subyace a los fines de una escuela pública de calidad; mientras, redes sociales y medios de comunicación son invadidos por mensajes que dinamitan el trabajo de un sector docente que ve cómo una forma de emoción civil está dificultando el progreso y los avances de la modernidad que en los últimos años se están intentando implantar en nuestros colegios e institutos.

El pedagogo, psicólogo y filósofo John Dewey mantiene que “la democracia que proclama como ideal propio la igualdad de oportunidades requiere una educación en la que la enseñanza y la aplicación social, las ideas y la práctica, (...) estén unidos de principio a fin”. Sin embargo, el mantenimiento de la estructuración jerárquica de una forma de conocimiento seleccionador, para implantar una forma de escuela insolidaria plagada de reválidas unificadoras e imposiciones lingüísticas, que deja en el camino a una parte de los que empiezan, impone su relato. Y lo impone sin debate, sin diálogo, en un desprecio sin parangón de las fórmulas asamblearias y participativas que están en las bases de la creación de una escuela democrática.

Un sistema educativo avanzado debe permanecer alerta, por lo tanto, ante los signos que fracturan nuestros valores constitucionales. Su posición abiertamente dialógica tiene que seguir insistiendo en formar ciudadanos autónomos, racionales y críticos, más que a trabajadores para una cadena taylorista que nos ata al individualismo más salvaje, y no a la forja de una reflexión individual transformadora. Por eso, mantener la esperanza de que los centros escolares sean siempre pilares nucleares en la lucha por la emancipación es clave en esta dialéctica cultural en la que no solo hay vencedores y vencidos, sino también víctimas desposeídas de su capacidad de diálogo civilizador: un valor educativo para todos los que creemos en la cohesión social como instrumento de mejora.

____________________________

Albano de Alonso Paz es profesor de Lengua Castellana y Literatura, miembro del Colectivo DIME de Docentes por la Inclusión y la Mejora Educativa y divulga sobre educación a través de su blog www.albanoalonso.info

Más sobre este tema
stats