El mejor ejército del mundo

Uno de los temas de más actualidad en el contexto nacional e internacional es el de la defensa militar, el desarrollo y ampliación de los ejércitos, o los gastos en términos absolutos y en proporción al PIB que se tienen por los distintos países y bloques militares. Cuando hablamos en este artículo de los grandes ejércitos no vamos a referirnos a los mayores ejércitos militares, aun sabiendo que los cinco mayores ejércitos del mundo tienen entre uno y dos millones de efectivos cada uno, ni vamos hablar del conjunto de efectivos militares existentes en todos los ejércitos del mundo, que suman alrededor de 28 millones de soldados, sino que vamos a hacer referencia al que pensamos sin duda alguna que es el Mejor Ejército del Mundo, que no es militar, sino que es el que integran los cerca de 9,5 millones de investigadores científicos existentes actualmente a nivel global, y que forman un ejército pacífico, colaborativo y que constituye el principal baluarte del progreso social  y económico para los 8.100 millones de ciudadanos que poblamos esta Aldea Global.

Es un ejército cuyos miembros están continuadamente trabajando con gran vocación y a menudo con pocos recursos, y que trabajan de forma colaborativa, sin tener en cuenta el origen geográfico, la ideología o las creencias de cualquiera de los demás integrantes, y que es el único ejército en el que sus efectivos (científicos) de todas partes: europeos, chinos, rusos, norteamericanos, entre otros muchos, vienen colaborando y compartiendo permanentemente sus armas: el conocimiento y los avances científicos.

Sabido es que en los ejércitos militares podemos distinguir grandes ramas, tales como los ejércitos de Tierra, de Mar, o de Aire, y que a su vez se pueden distinguir en los mismos estructuras a distintos niveles, por ejemplo: divisiones, regimientos, batallones, compañías, etc. Mientras que el ejército científico, que tiene un ámbito mundial, está dividido en otro tipo de ramas o áreas, como son las áreas o disciplinas científicas, cuyo número es difícil de medir en términos exactos, pero es comúnmente reconocido que son más de doscientas disciplinas, y varios cientos más de subdisciplinas. Recordemos, además, que tales disciplinas pueden agruparse de distinta forma (en lugar de Tierra Mar y Aire), por ejemplo, en: Ciencias naturales, Ciencias sociales, Ciencias aplicadas y Ciencias formales, aunque hay otras muchas formas de agruparlas. 

Para tener una idea ya más concreta de las grandes disciplinas científicas, podemos recordar que la UNESCO distingue 24 grandes disciplinas, como son: 1) Lógica. 2) Matemáticas. 3) Astronomía y Astrofísica. 4) Física. 5) Química. 6) Ciencias de la vida. 7) Ciencias de la tierra y del espacio. 8) Ciencias agrarias. 9) Ciencias médicas. 10) Ciencias tecnológicas. 11) Antropología. 12) Demografía. 13) Ciencias Económicas. 14) Geografía. 15) Historia. 16) Ciencias jurídicas y Derecho. 17) Lingüísticas. 18) Pedagogía. 19) Ciencias políticas. 20) Psicología. 21) Ciencias de las artes y las letras. 22) Sociología. 23) Ética, y 24) Filosofía. Cabría decir que estas ramas científicas pudieran considerarse equivalentes a las ramas y divisiones militares, pero en el terreno pacífico e intelectual del Ejército científico mundial.

Y en clave de metáforas, si quisiéramos destacar algunos de los muchos soldados de este ejército calificables como héroes o con derecho a medallas, podríamos hacer referencia, por ejemplo, a: Isaac Newton, Albert Einstein, Mary Curie, J. Kepler, Charles Darwin, Ramón y Cajal, o Louis Pasteur, entre otros muchos.

De lo que estamos seguros es de la importancia y la necesidad de dedicar por parte de la sociedad unos mayores recursos a la investigación y la ciencia, así como a nuestros científicos

Por otra parte, y sin entrar a opinar sobre la obvia necesidad y el nivel de importancia que tienen las fuerzas militares y de defensa, o del gasto que la sociedad y cada uno de los países destinan a las mismas, de lo que estamos seguros es de la importancia y la necesidad de dedicar por parte de la sociedad unos mayores recursos a la investigación y la ciencia, así como a nuestros científicos, y decimos bien nuestros, porque sus actuaciones, investigaciones y hallazgos, al margen de sus nacionalidades y lugares geográficos, los compartimos todos los seres humanos.

La realidad actual es que en el mundo el porcentaje del PIB mundial que se dedica a gastos militares es superior al que se gasta en investigación y ciencia, según las diferentes estadísticas, siendo un hecho que el 66 % de los países tienen unos gastos en ciencia inferiores al 1 % del PIB, y cerca del 50 % están por debajo del 0,5 % de dicho PIB.

Ante esta cruda realidad, los más optimistas siempre tendremos la esperanza (quizá quimera) de que algún día el mundo llegue a ser lo suficientemente desarrollado para que en la generalidad de los países el gasto presupuestario en investigación y ciencia sea mayor que el del presupuesto militar, si bien para ello harían falta otros líderes políticos en el mundo, muy distintos a muchos de los actuales, esto es, más líderes realmente democráticos y que a la vez disminuyesen radicalmente las numerosas autocracias y sus respectivos déspotas en el mundo. Actualizando la legendaria canción Imagine de John Lennon, que pudiéramos imaginar un mundo en el que se apoyase mucho más la ciencia y el progreso social que lo militar y la defensa. 

A modo de conclusión, creemos realmente necesario un mayor y continuado apoyo e impulso social, político y ciudadano para la permanente ampliación y el progreso de ese nuestro Mejor Ejército del Mundo.

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Jesús Lizcano Álvarez es académico de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras, cofundador y Expresidente de Transparencia Internacional España y director de la revista Encuentros Multidisciplinares

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