ENTREVISTA CON LA PRESIDENTA DE BALEARES

Armengol: "No es justo que la clase trabajadora de Baleares pague impuestos para condonárselos a los ricos en Andalucía"

Francina Armengol posa tras la entrevista

En 2015 Francina Armengol llegó al Consolat de Mar. Y el pacto progresista resiste años después, camino de aprobar los octavos presupuestos y de agotar la segunda legislatura. La socialista volverá a presentarse el próximo 28 de mayo y está convencida de que la izquierda podrá retener el Govern de Baleares.

Llegan meses difíciles y de incertidumbre, pero Armengol (Inca, 1971) dice que la comunidad ha hecho su trabajo y ha preparado un escudo social para los que más lo puedan necesitar, en una autonomía que ha batido récords turísticos pero que sigue buscando depender menos de la estacionalidad. La presidenta critica el modelo que el PP plantea de bajadas masivas de impuestos y se fija especialmente en Madrid y Andalucía. Lo tiene claro: no es justo que la clase media y trabajadora pague impuestos en Baleares para condonárselos a los ricos en la comunidad que lidera Juanma Moreno, después de la eliminación del impuesto de patrimonio.

Su planteamiento es que paguen más los que más tienen y, por eso, se sube el gravamen de las casas de lujo en el archipiélago. Armengol también se pronuncia sobre la ley trans, asegurando que saldrá adelante y que es el momento de que los grupos parlamentarios hagan su trabajo. Y sostiene que Alberto Núñez Feijóo no tiene ni las ganas ni la fuerza ni la valentía de Pedro Sánchez.

La temporada turística se acaba, tiempo de incertidumbre, ¿cómo se presentan estos meses para las islas?

Estamos viviendo una legislatura muy complicada y hemos tenido la pandemia, pero en Baleares hemos hecho un trabajo conjunto, siempre con el acuerdo de los agentes sociales y económicos y las instituciones de la comunidad. Ya en aquel momento dijimos que había que proteger a la población y salvar vidas y empresas y con el escudo social que se marcó a nivel europeo, nacional y autonómico se ha conseguido. Éramos conscientes, cuando estalló la guerra, de que necesitábamos tomar medidas a corto plazo. Fuimos de las primeras autonomías que aprobó un decreto para los sectores que más lo necesitaban, como transportistas y sector primario. Sabíamos que la temporada de verano iba a ser fuerte y potente.

Ha ido muy bien.

Muy bien. Y teníamos que ver cómo enfocábamos el invierno. Ya hemos planteado con los agentes seguir trabajando juntos dialogando para un escudo social para este invierno que pueda ayudar a la gente que más lo necesita. 

Se está produciendo de manera abierta un gran debate fiscal por primera vez en años. Ahí Baleares tiene su postura, han hecho anuncios sobre impuestos a casas de lujo y se ha activado el régimen fiscal por parte del Gobierno central para el archipiélago. ¿Cuál es su posición? ¿Y cuál es la particularidad de la comunidad?

Lo que planteamos, y lo he hecho siempre, es lo que marca la Constitución española: la progresividad fiscal, quien más tenga más pague. Y luego: cómo repartes los recursos públicos para garantizar justicia social, que es para lo que estoy en política. Me gusta romper las desigualdades y buscar la equidad. La política fiscal te puede ayudar sin duda a hacer esa redistribución de los ingresos y luego tienes que hacer un planteamiento de cómo redistribuir el gasto. Lo que hemos planteado es ese escudo social de 200 millones de euros de inversión. 

Lo que decíamos es que para Baleares lo importante son ayudas directas en invierno. No todo el grueso lo teníamos que poner en tema fiscal. Y luego están las desgravaciones fiscales, creemos que una bajada del IRPF masiva como proponía el PP lo que hace es ayudar a los de siempre, que paguen menos los que más tienen. Eso es injusto y va contra cualquier lógica razonable. Basta el Reino Unido para ver lo lejos que está el PP de una senda de razonabilidad y de racionalidad en las cosas que se plantean. Hemos ido a desgravaciones fiscales para las personas que en renta individual están por debajo de 33.000 euros, y de conjunta de 52.800 euros. Y hemos incorporado una desgravación fiscal nueva para los intereses de hipotecas variables hasta 250 euros. Estamos en lo que le pasa a la gente. 

Una bajada del IRPF masiva como proponía el PP lo que hace es ayudar a los de siempre, que paguen menos los que más tienen

Por lo tanto, desgravaciones y alivios fiscales para rentas más bajas y que paguen más lo que más tienen. ¿Es fácil explicar esto cuando hay comunidades como Andalucía y Madrid que practican la estrategia contraria de atraer a grandes patrimonios bajándoles los impuestos? ¿De qué manera perjudica a una idea articulada armonizada que haya autonomías que practiquen justo lo contrario o que directamente bajen los impuestos a los ricos?

Si miras las gráficas de los grandes patrimonios y dónde se han movido, no es cierto que las autonomías que los hayan bajado hayan recogido más. Y, luego, es muy injusto solidariamente en España lo que están haciendo algunas comunidades. Voy al caso de Andalucía, que ha sido la última que ha decidido quitar el impuesto de patrimonio. El PP lo ha defendido en Baleares. A mí me parece muy injusto porque Andalucía es receptora nata del sistema de financiación autonómica y nosotros somos aportadores netos. Lo que no me parece justo es que la clase media y trabajadora de mi comunidad pague los impuestos para que al final se condonen impuestos a los más ricos de Andalucía. De eso se trata la solidaridad entre unos y otros. Yo, que soy hiperdefensora de la autonomía fiscal y de que cada comunidad tenga los márgenes dentro de sus competencias (hemos dado ejemplo nosotros con el impuesto de turismo sostenible), creo que tendría que haber un suelo en según qué tipo de impuesto. Me parece muy injusto lo que está sucediendo en algunas comunidades. Creo que eso es inexplicable desde el punto de vista de la justicia social. No es lógico en estos momentos que el PP plantee votar en contra del impuesto a bancos y energéticas o la eliminación del impuesto de patrimonio en algunos sitios. No es razonable. Lo es que quien tenga más aporte más al sistema. Nosotros hemos subido el ITP de las viviendas de lujo y se lo bajamos a las de menos de 270.000 euros. 

El problema es cómo se aborda esto cuando no se espera la reforma de la financiación autonómica para esta legislatura. ¿Cómo se planea una armonización cuando hay intereses tan contrapuestos?

El sistema de financiación autonómica se tenía que haber renovado en 2014 y haberse hecho otro nuevo. Es una realidad más que objetiva. Nosotros lo hemos reclamado, lo reclamamos y lo seguiremos reclamando. Es cierto que ha sido una legislatura hipercompleja, por la pandemia y por la guerra, y el Gobierno de España no ha actuado como en la crisis de 2008, sino que ha dado más fondos a las autonomías. Y, de hecho, la eliminación de las reglas fiscales nos ha dado una posibilidad de atender a las personas de la mejor manera posible. Hay que reconocerlo.

La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, es la gran abanderada de la bajada de impuestos. ¿Qué le parece esa postura? ¿Y cómo afecta el dumping fiscal a Balears?

La postura del PP la abandera Ayuso, que se ha tenido que autocorregir con un tuit sobre el Reino Unido. Me parece una política injusta con el resto de España también. Madrid puede bajar impuestos, pero no estoy de acuerdo porque la pandemia nos ha demostrado que se necesitan sistemas públicos fuertes. ¿Y cómo se financian? A través de los impuestos de todos. Alguien cuando dice que va a eliminar impuestos en su comunidad pues tiene que decir dónde va a recortar. En Madrid ya lo sabemos: es una realidad más que objetiva. Si puede bajar impuestos Madrid es porque tiene una sobrefinanciación por el tema de la capitalidad. Esa es también la realidad.

Está muy pendiente de la ley de Vivienda, que ahora está encallada en el Congreso entre el PSOE, UP y ERC. ¿Espera que salga? ¿Por qué es tan importante para Baleares?

Pedimos desde hace tiempo que esta ley salga y siempre reclamo al Gobierno que la mirada en toda España no tiene que ser la misma. No es lo mismo el problema de vivienda en Baleares que en Castilla y León, tenemos problemas diversos. La ley de Vivienda, siendo las competencias autonómicas, tendría que garantizar que cada comunidad pudiera articular medidas según su situación. Nosotros tenemos un problema de vivienda grave, porque tenemos un territorio limitado y frágil. Con la derecha no se hizo política de vivienda pública, atraemos mucha masa salarial del resto de España y hay mucho atractivo para compradores de diferentes países europeos que pueden pagar cantidades muy elevadas. Esto nos hace tener un precio muy tensionado del suelo y de la vivienda. Que una normativa estatal nos pudiera amparar en decisiones más concretas sobre limitar precios sería para nosotros importante. 

Pedimos desde hace tiempo que salga la ley de Vivienda

Se habla mucho de la España Vaciada, pero también está la España Poblada. Lo sufre Baleares. ¿Cómo se puede frenar ese crecimiento demográfico?

Es verdad que está el problema de la España que se vacía y que hay que hacer planteamientos estratégicos. Pero nosotros tenemos un problema de mucha población residencial y tenemos que añadir la población flotante, además de las limitaciones territoriales y de la vivienda. Estamos haciendo mucha vivienda pública, terminaremos con un 72% más de parque, pero es una realidad la carestía, que suele ser un elemento disuasorio entre una persona de clase media y trabajadora que puede caer en la pobreza por el tema de la vivienda. O, por ejemplo, funcionarios del Estado que no pueden coger plaza en Baleares porque les es incompatible con el sueldo que tienen. Por eso, una de las reivindicaciones que hacemos al Gobierno es el complemento de insularidad. 

La ley trans tiene desgarrado a su partido, ¿saldrá? ¿Le gusta como está redactado el tema de la autodeterminación de género y el polémico artículo 65 sobre violencia intragénero?

Estoy convencida de que habrá ley trans. El PSOE siempre ha estado en los grandes avances sociales y en garantizar los derechos de toda la ciudadanía y de los colectivos que más necesidades tienen de ser garantía de derechos, y el colectivo trans lo es. Sin duda, estoy convencidísima de que con un Gobierno de izquierdas y con una mayoría parlamentaria seguro que habrá. En Baleares tenemos una ley LGTBi desde 2016, avanzada en ese momento. Cuando hay leyes nacionales, tendremos que ajustar los marcos normativos. La hemos aplicado y está funcionando perfectamente. En cuanto a si las Cortes Generales tienen que enmendar las leyes, pues evidentemente todos los grupos tienen que hacer su trabajo, estudiar los textos e intentar mejorarlos. Y desde un gran acuerdo que es lo que se está buscando. Es bueno que haya una ley, y que sea una buena ley trans. Eso es lo positivo y lo que se va a conseguir. Segurísima. Si hay un plazo más largo o no, en la tramitación pueden pasar cosas. Pero lo importante es que consigamos un buen texto que garantice los derechos de las personas trans en España.

Ya se está a unos meses de un escenario electoral que tendrá que afrontar, con una derecha que ya no parece que vaya dividida en tres y con un espacio a la izquierda del PSOE que algunas encuestas sitúan en declive. En su coalición están en vía de sacar su octavo presupuesto. ¿Le preocupa la fragmentación y que la bajada del espacio de UP pueda imposibilitar un Ejecutivo progresista?

Afronto las elecciones con mucha ilusión y muchas ganas. Y con la conciencia tranquila de haber trabajado en beneficio del interés general de la población. Es verdad que faltan unos meses para las autonómicas, municipales e insulares, y siempre la última palabra la tienen los ciudadanos. Estamos convencidos de que puede seguir gobernando sin duda la izquierda en la comunidad, estamos convencidos del trabajo bien hecho. Pero también estamos convencidos de que hay un momento en la población de mucha sensación de cansancio, de estrés, de incertidumbre. Pero hago un llamamiento. La política sirve para cambiar la vida de la gente, para mejorarla o empeorarla. Y según quien gobierne pasan unas cosas u otras. El alejamiento de la política no tendría que ser la respuesta de la ciudadanía.

¿Cómo ve a Yolanda Díaz? ¿Debería acelerar su proceso de Sumar? 

Tengo una buena opinión de Díaz, es una magnífica política que está haciendo muy buen trabajo. Ese planteamiento de querer sumar muchas voces diferentes a una izquierda plural puede ser bueno. Entiendo que la situación será ver cómo acelera el proceso o no para poder tener ese planteamiento de suma para las autonómicas.

¿Sería bueno para la izquierda que se diera un poco de prisa y llegara antes de las autonómicas?

Los tiempos en política los tiene que marcar el que sabe cómo funciona el planteamiento. Sí que es verdad que tenemos un Gobierno con Més y con UP con una relación magnífica. Los veo con ganas y con fuerza.

¿Y al presidente del Gobierno cómo lo ve? 

Bien, fuerte, convencido, con ganas. Va a ganar las elecciones y volverá a ser presidente. Pero, además, muy consciente y responsable de la situación que nos ha tocado vivir. Las políticas del Gobierno son muy buenas en esta situación tan compleja. Sabiendo muy bien los retos de España por delante, no podemos perder la oportunidad de los fondos europeos y si damos ese salto cualitativo. Eso se va a vislumbrar en las relaciones autonómicas y generales. La gente sabe que hay que aprovechar este momento para modernizar, innovar y hacer la transición energética. Eso es radicalmente contrario a lo que haría el PP si volviera a gobernar. 

A Feijóo lo conoce y lo ha visto mucho en las conferencias de presidentes. ¿Qué le parece como jefe de la oposición? ¿Es el hombre de Estado que vendía en la Xunta? ¿Le ha sorprendido para bien o para mal?

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El PP estaba en un momento muy complejo, muy mal. Cómo es elegido Feijóo y se va Casado denota la situación del partido, que era y es compleja. Para el partido imagino que fue un alivio el poder tener a Feijóo. La apuesta social por otro tipo de candidato que pudiera encajar mejor. No le veo esas ganas, esa fuerza y esa valentía que está demostrando Pedro Sánchez. Y creo que está denotando en estos últimos tiempos, en los debates con el presidente y en sus propuestas públicas, un poco de falta de rigor y de responsabilidad de saber dónde estamos y los problemas que tiene España. La actitud del PP ha sido tremenda. Si me ha llamado la atención algo, a nivel autonómico y nacional, es que en momentos muy complicados para el país y la ciudadanía, el PP está en cuanto peor, mejor. Eso me parece lamentable. Veo que Feijóo no ha cambiado mucho en la política que llevaba Casado en ese sentido. Se han ido a Europa a hablar mal de España, intentando frenar los fondos. Esa política que han hecho tan destructiva para su país tendría que haberla cambiado radicalmente Feijóo. Y no lo ha hecho.

Se ve esa inestabilidad en el Reino Unido, con desplome de la libra. ¿Puede afectar la crisis allí al turismo en Baleares?

Es lo que decía de las incertidumbres a nivel internacional. Veamos a ver cómo van sucediendo las cuestiones. Es cierto que las previsiones que tenemos, como las de vuelo, son mejores que en 2019. Seguimos bien, vamos a ver la evolución. Obviamente nuestra economía está muy influenciada por lo que pase en Alemania y Reino Unido. Por eso hemos tomado las medidas del escudo social y de empezar a trabajar la próxima temporada turística antes. 

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