Moreno imita a Ayuso y baja unos 100 millones en impuestos a la minoría más rica de Andalucía

En el tono, quizás sí hay dos PP. En las formas, también. Pero en lo fiscal no lo parece. Los hechos contantes y sonantes indican que hay un solo Partido Popular y que tiene como referente indiscutible al PP de Madrid. El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, anunció este lunes que el Consejo de Gobierno que él mismo lidera aprobará en su reunión de este martes la bonificación al 100% del Impuesto de Patrimonio, que grava a los contribuyentes con una riqueza superior a 700.000 euros.

En la campaña de 2021 –presentada en 2022– pagaron Patrimonio unos 20.600 contribuyentes, en torno a un 0,2% de sus casi 8,5 millones de habitantes. Lo recaudado fueron unos 120 millones de euros, todo ello según datos provisionales del Ministerio de Hacienda. La Consejería de Hacienda se remite a sus propios datos, de 2020, según los cuales la medida afectaría a unos 19.000 contribuyentes, que pagaron en torno a 95 millones de euros. Una fuente especializada en recaudación fiscal señala que es imposible saber, sin el detalle del borrador de la reforma y con la declaración todavía por hacer, a cuántos contribuyentes afectará y por qué cantidad, cuando además la continua inestabilidad económica hace que la recaudación fluctúe. No obstante, los ejercicios recientes indican que lo previsible es que los beneficiarios ronden los 20.000 y la reducción en la recaudación los 100 millones de euros.

La duda es: ¿cómo le irá a Andalucía, más frágil socioeconómicamente y sin efecto capitalidad, con la fórmula bajar impuestos a los más ricos para atraer inversión? Moreno confía en que su Andalucía se parecerá al Madrid de Isabel Díaz Ayuso en cuanto a dinamismo económico y compensará la merma de ingresos con una mayor recaudación por otros impuestos. La oposición teme precisamente que se parezca a Madrid en crecimiento de la desigualdad y con un deterioro aún mayor de los mermados servicios públicos.

Ayuso: "Bienvenidos al paraíso"

El presidente hizo el anuncio durante su intervención en el foro organizado por el Grupo Joly en Madrid, lo que multiplicó el impacto nacional. Con esta medida Moreno imita una política fiscal abanderada por el aguirrismo y se alinea con Isabel Díaz Ayuso, del ala más neoliberal del partido.

La presidenta madrileña reaccionó con un mensaje al anuncio de Moreno: "Andaluces, bienvenidos al paraíso". Era su forma de decir que Madrid ya es un "paraíso" y ahora Andalucía lo va a ser también. El término "paraíso", aplicado a lo fiscal, es delicado, pero ese es el estilo de Ayuso.

Tanto Moreno como Ayuso celebran que sus comunidades compitan por ser las más atractivas para atraer inversores a base de bajarles impuestos y quitarles trabas. Al mismo tiempo Andalucía y Madrid son las dos comunidades con menor gasto sanitario y educativo por habitante.

Las cuentas de Moreno

La intención del Gobierno andaluz es que la bonificación del 100% de Patrimonio favorezca que rentas altas que ya pasan largas temporadas en Andalucía fijen en la comunidad su residencia. Su pronóstico es el siguiente: lo que dejará de percibir quitando el impuesto a los que más tienen se compensará con la atracción de empresas, que contratarán a más trabajadores, lo que llevará a una mayor recaudación por los tramos autonómicos del IRPF. A su juicio, Patrimonio es ahora un "freno para la inversión".

Moreno ya había avanzado durante la campaña que esta sería su línea a seguir. Su programa electoral prometía una "bajada progresiva" de Patrimonio hasta la "eliminación definitiva del gravamen". Al final se ha decidido por hacerlo de golpe. En campaña, el candidato del PP había reiterado esta idea: "Vamos a bajar todos los tramos autonómicos [de impuestos] hasta llegar a nivelarnos a lo largo de la legislatura con la Comunidad de Madrid".

El presidente andaluz dice estar convencido de que puede hacer que Andalucía compita con Madrid en atracción de empresas y convertirse en la "Baviera" española. ¿Cómo? Gracias a bajadas de impuestos y reducción de burocracia. Esta tesis lleva ya más de una legislatura sometida a la prueba de la realidad, si bien la pandemia lo ha complicado todo. Los datos de PIB, paro y convergencia de la primera legislatura de Moreno muestran que Andalucía sigue en una posición relativa baja en los principales indicadores socioeconómicos. No ha habido ningún cambio cualitativo.

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La idea de que Andalucía puede ser como Madrid a base de bajar impuestos y quitar burocracia excluye del análisis el efecto capitalidad, así como la posición privilegiada de Madrid en los centros decisión política y económica. No obstante, el PP lleva ya tiempo lanzado con entusiasmo a defender esa teoría. Así lo explicaba en marzo José María Aznar: "Madrid y Andalucía van a competir para ver quién ofrece una situación fiscal más atractiva, más ventajosa [...], quién liberaliza más, quién da más oportunidades...".

El "Robin Hood" de los privilegiados

La "revolución fiscal" andaluza se ha concretado hasta ahora en bajadas de la recaudación en los impuestos cedidos. Frente al discurso del PP según el cual el dinamismo que provocan estas medidas permite recaudar más en otras figuras tributarias, los escépticos consideran que esto depende de los ciclos económicos, y que unos impuestos sobre el patrimonio bajos acaban pagándose caros en ciclos de contracción, sobre todo en forma de erosión de los servicios públicos. Está por ver qué ocurre si hay crisis económica grave.

Este lunes la oposición de izquierdas cargó contra la medida de Moreno. El PSOE calificó el anuncio de de "nueva operación de propaganda". Por Andalucía afirmó que el Gobierno andaluz "se apunta al dumping fiscal" y que es el "Robin Hood de los privilegiados". A la supresión de Patrimonio se sumará una nueva rebaja en el IRPF, además de la suspensión durante un año del canon del agua. Este martes se conocerán previsiblemente los detalles.