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Coronavirus

El dinero saudí de Juan Carlos de Borbón permitiría sufragar 22 millones de mascarillas o 6.500 respiradores

Imagen de archivo del rey Juan Carlos.

El gran tema de la semana, además de la emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus, es el de los negocios del rey emérito, Juan Carlos de Borbón, con la monarquía absolutista de Arabia Saudí. La Fiscalía suiza desveló que el monarca recibió, a través de una fundación, 100 millones de dólares (65 millones de euros en 2008) de manos de su homólogo saudí Abdullah bin Abdul Aziz Al Saud. Campañas de petición de firmas, mensajes en redes sociales y partidos políticos con representación parlamentaria, como Adelante Andalucía, Más País o Compromís, han pedido que Juan Carlos I devuelva lo percibido –supuestamente como contraprestación a los contratos del AVE a La Meca- en forma de donación a la sanidad pública española, desbordada ante los casos más graves de Covid-19 y necesitada de personal y material médico de todo tipo.

Los 65 millones de euros dan para mucho, aunque no para todo: lo que pretende destinar el Gobierno de la Comunidad de Madrid en su proyecto de presupuestos de 2019, por ejemplo, al material sanitario (sin incluir los productos farmacéuticos) es 456 millones de euros, de los cuales el material quirúrgico, asistencial y de curas se lleva algo menos de la mitad (206 millones de euros). Sin duda ayudaría, y más en una situación de urgencia donde el personal sanitario ya se ve obligado a reutilizar trajes de protección, aunque no solucionaría del todo la carencia.

Las mascarillas se han convertido en el producto más preciado: alarmados, muchos ciudadanos acudieron a las farmacias de todo el país para hacerse con unas y se agotaron rápidamente en la mayoría de boticas, pese a que las autoridades sanitarias insistieron una y otra vez en que solo son verdaderamente útil para pacientes ya contagiados o inmunodeprimidos, extremadamente sensibles a cualquier agente infeccioso. La mascarilla tipo FFP2, la recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene un precio normal en el mercado (sin la subida característica del desabastecimiento y de la labor especuladora) de entre 3 y 5 euros. Por lo tanto, el dinero saudí que recibió el monarca emérito daría, en el mejor de los casos, para comprar unas 22 millones de mascarillas. Siempre de manera teórica, claro, dado que la producción difícilmente podría abarcar un pedido de semejante tamaño.

En cuanto a los trajes de protección que debe utilizar el personal sanitario para reducir su exposición al nuevo coronavirus, un mono de la multinacional 3M que protege contra agentes infecciosos microscópicos se puede adquirir por unos 4 euros, aunque los precios varían según el proveedor: el mismo modelo se puede encontrar por Internet desde 3,79 euros hasta más de 6. Teniendo en cuenta que los encargados de gestionar la hipotética –y generosa– donación de Juan Carlos de Borbón logran hacer un pedido descomunal al mejor precio, y siempre teniendo en cuenta los límites de la producción, lograrían hacerse con unos 17.150.000 trajes.

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Los tests para saber si un paciente alberga el SARS-CoV 2, según Redacción Médica, cuestan 46 euros por persona (se utiliza una placa valorada en 1.400 euros con capacidad para aproximadamente 30 pacientes). Por lo que, si tuviéramos personal médico suficiente y capacidad para gestionarlo, los 65 millones de la dictadura teocrática podrían sufragar la prueba a casi un millón y medio de ciudadanos. Una vez una persona se ha infectado, complicaciones en el sistema respiratorio podrían hacer necesario su ingreso hospitalario y la utilización de máquinas de respiración artificial, también llamados ventiladores. El precio de estos aparatos, vitales en la gestión sanitaria de la crisis del coronavirus, basculan mucho dependiendo del vendedor y las características, pero suelen bordear los 10.000 euros en las principales páginas de venta de material sanitario. Por lo tanto, sería posible comprar 6.500 respiradores para los hospitales de España con el dinero ingresado en 2008 en la cuenta suiza de la Fundación Lucum.

Recientemente ha sido publicado el coste para la sanidad privada de atender a un paciente con coronavirus por día en la Unidad de Cuidados Intensivos, a donde van dirigidos los casos más graves de Covid-19. Oscila entre 650 y 700 euros, incluyendo personal necesario, tratamiento y medios. En cuanto a la sanidad pública, no hay cálculos aún de lo que cuesta mantener al día a un enfermo en la UCI aquejado de Covid-19, pero según datos de Sanidad la media del coste de cualquier paciente en esta planta es de 1000 euros por persona y día. Por lo que el dinero saudí del monarca emérito permitiría atender a 100.000 personas en estado grave en el primer caso (privada) y a 65.000 en el segundo. Estos serían los casos más severos, la minoría. La gran mayoría de personas que contraen el Covid-19 desarrollan síntomas leves y ni siquiera precisan hospitalización.

En cuanto a los profesionales sanitarios, un médico cobra de media en España unos 4.416 euros brutos al mes, por lo que los 65 millones de euros ingresados en la cuenta de la fundación vinculada a Juan Carlos de Borbón servirían para contratar a unos 14.393 profesionales durante un mes.

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