10N | Elecciones Generales

La España 'plurinacional' salva a la izquierda en las urnas

El bipartidismo ha muerto, pero ha nacido el bibloquismo. Dos bloques, uno de izquierdas (actualmente integrado por PSOE, Unidas Podemos, Más País) y otro de derechas (PP, Vox, Cs), han instalado en el empate el reparto electoral en España, considerando los partidos de ámbito estatal con representación parlamentaria. La letra pequeña del reparto ofrece información de gran interés. Una muestra: sólo en 6 de las 17 comunidades autónomas, los partidos de izquierdas suman más votos que los de derechas [ver nota metodológica al final del artículo]. Estas comunidades, en las que se produce el desequilibrio a favor de las opciones progresistas, son sobre todo aquellas con una identidad nacional híbrida. Los datos lo indican así: la España plurinacional ha salvado a la izquierda en las urnas.

Derecha

La derecha domina en la mayoría de comunidades, un total de once. Ordenadas por población son: Andalucía, Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Región de Murcia, Aragón, Islas Baleares, Extremadura, Cantabria y La Rioja.

Llama la atención la superioridad en Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha del bloque PP-Vox-Cs sobre el bloque PSOE-Unidas Podemos-Más País. Se trata de tres comunidades tenidas por principales graneros socialistas. En las tres ganan las opciones conservadoras.

En Andalucía, los tres partidos de derechas alcanzan 2.085.893 votos, frente a 2.031.802 de las izquierdas. Una diferencia escasa, pero un resultado significativo. Nunca había ocurrido. Ni en 1977, antes de la Constitución, cuando el voto estaba aún cargado de miedo a una regresión. Sumaron más entonces el PSOE y el PCE que AP y UCD. Tampoco ocurrió con la mayoría absoluta de José María Aznar en 2000. Con la de Mariano Rajoy en 2011, estuvo a punto. De hecho, hay discusión. El PP sumó 1.985.612. PSOE e IU, 1.955.105. El bloque de izquierdas sólo superaría al de derechas contando los 207.923 votos de UPyD, que en aquellas elecciones cosechó 5 diputados y se proclamaba progresista. Cuando el bloque conservador ha superado sin duda al progresista ha sido ahora, pese a que en el conjunto de España no ha sido así y pese a que el candidato más votado ha sido un socialista.

En Extremadura, el bloque conservador también se ha impuesto por estrecho margen: 298.329 a 280.403. En Castilla La Mancha, la diferencia a favor del bloque de derechas es notablemente superior: 603.235 a 458.521. PSOE, Unidas Podemos y Más País se quedan en un 76,01% del voto obtenido por PP, Vox y Cs en la comunidad castellana. A diferencia de Andalucía, en ambas comunidades sí hay antecedentes de mayor cosecha de votos del bloque conservador en elecciones generales.

Los partidos de derechas se imponen en otras cinco comunidades mononacionales:

Madrid: 1.846.901 a 1.606.953.

Castilla y León: 770.356 a 558.686.

Región de Murcia: 441.277 a 252.610.

Aragón: 344.589 a 312.148.

Cantabria: 148.091 a 103.505.

La Rioja: 86.564 a 73.311.

Algunos comentarios. En primer lugar, hay que reseñar las muy significativas diferencias en Región de Murcia, donde el voto de la izquierda apenas alcanza el 57% del recogido por las derechas, Cantabria (69,89%) y Castilla y León (72,52%). El caso cántabro tiene interés añadido. Si cruzamos la variable del voto autonomista, caen casi 70.000 votos más en el lado conservador de la balanza, los del Partido Regionalista Cántabro (PRC) de Miguel Ángel Revilla. Aunque aquí hay que matizar que el PRC, pese a su carácter conservador, forma parte del grupo de partidos autonomistas que se inclinan por apoyar a Pedro Sánchez, incluso en coalición con Unidas Podemos.

Hay dos comunidades con elementos de doble identidad nacional, la valenciana y la balear, donde el voto a partidos de derechas de ámbito estatal supera al conseguido por las izquierdas. En ambos casos, se trata de resultados porcentualmente más apretados que los anteriores.

– Comunidad Valenciana: 1.245.514 a 1.210.458.

– Islas Baleares: 214.181 a 207.716.

En Baleares, donde la diferencia a favor de la derecha es de poco más de 6.000 votos contando las formaciones de ámbito estatal, se da la circunstancia de que hay un partido nacionalista, Més-Esquerra, marcadamente de izquierdas, que obtiene 18.206 votos, aunque se queda sin representación en el Congreso.

En la Comunidad Valenciana los partidos de derechas se imponen por algo más de 35.000 votos.

Izquierda

Los partidos progresistas de ámbito estatal son más votados que los conservadores en Cataluña, Galicia, País Vasco, Canarias, Asturias y Navarra. Salvo Asturias, se trata de comunidades con identidades nacionales dobles.

Los resultados a favor de la izquierda son estos:

Cataluña: 1.379.018 a 745.701.

Galicia: 668.947 a 648.446.

País Vasco: 415.705 a 145.538.

Canarias: 426.528 a 364.644.

Asturias: 284.951 a 253.602.

Navarra: 138.433 a 117.104.

La mayor ventaja de la izquierda sobre la derecha se da en Cataluña. PP, Vox y Cs obtienen sólo un 54,07% de lo que obtienen PSC, comuns y Más País. El desequilibrio a favor de las opciones progresistas o de izquierdas es aún mayor si se introdujeran a un lado y otro los votos de ERC y las CUP –izquierdas, 1.114.688 votos– y Junts x Cat –derecha, 527.375–. En tal caso, la división izquierda-derecha quedaría se ampliaría: 2.493.706 frente a 1.273.076. Casi el doble. Es verdad que la variable nacional distorsiona, porque supone –por ejemplo– meter en el mismo bloque a Vox y a Junts X Cat. Pero también es cierto que continuamente se suman en el mismo bloque a la izquierda antisistema de la CUP y a los convergentes de derechas sin que se suela subrayar la estridencia.

En cualquier caso, en Cataluña hay 633.317 votos a favor de los partidos de izquierda de ámbito estatal. Para calibrar la importancia de este dato, baste este otro: entre todas las comunidades donde hay más papeletas para los partidos conservadores de ámbito estatal, la diferencia a favor de estos no alcanza el millón (988.817). Casi un 65% de la remontada de la izquierda se produce en Cataluña.

En Galicia, la diferencia a favor de la izquierda, de 20.501 votos, que se produce a pesar de que el PP es el partido líder, sería aún mayor sumando los casi 120.000 votos al BNG.

Porcentualmente, la mayor diferencia a favor de cualquier de los dos bloques se da en el País Vasco. Y es a favor de la izquierda: 270.167 votos de distancia. Los partidos de derechas de ámbito estatal sólo logran un 35% del voto que cosechan los de izquierdas. No hay un caso igual. En la noche electoral, los resultados no daban escaño ni a PP, ni a Vox, ni a Ciudadanos, si bien el recuento y el voto desde el extranjero ha acabado otorgando un asiento por Vizcaya al partido de Pablo Casado, a costa del PNV.

La diferencia a favor de la izquierda menguaría si se contabilizase el voto independentista, ya que el PNV tiene más voto que Bildu: 377.423 frente a 220.132 papeletas. No obstante, incluso metiéndolos en los grandes bloques ideológicos, seguiría habiendo claras diferencias a favor de la izquierda: 635.837 a 522.961.

En Canarias, PSOE, Unidas Podemos y Más País suman 426.528 papeletas, por 364.644 de PP, Vox y Cs. En cuanto al voto autonomista, sus 123.981 papeletas se las lleva una coalición de fuerzas a uno y otro lado del eje izquierda-derecha: Coalición Canaria, Partido Nacionalista Canario y Nueva Canarias. La diferencia a favor de las formaciones progresistas en el archipiélago es de 61.884.

En Asturias la diferencia a favor de los partidos de izquierdas es de 31.349 votos.

En Navarra, de 21.329. Y eso sin tener en cuenta los 56.387 votos de EH Bildu, tercera fuerza política en la comunidad foral, por detrás de la coalición Navarra Suma y del PSOE.

Diferencia global

Globalmente los partidos de izquierdas de ámbito estatal obtienen 10.409.695 votos, mientras los de izquierdas cosechan 10.359.965. La distancia es únicamente de 49.730. El bloque conservador obtiene el 99,52% del voto que cosecha el progresista. Es un empate técnico. Es más, la diferencia sería aún menor, de sólo 31.303, si se le restan los 18.427 votos de ventaja de la derecha en las circunscripciones de Ceuta y Melilla.

Esa pequeña diferencia final para la izquierda se logra gracias a las diferencias a favor de la izquierda en un grupo de comunidades en las que predominan las de doble identidad nacional, que compensan la distancia a favor de la derecha de la zonas con menor pujanza de los movimientos autonomistas y nacionalistas. Se da una paradoja. Por una parte, las tensiones en torno al independentismo catalán y la cuestión territorial agitan voto a favor de la derecha en unas zonas. Pero el precio para el bloque conservador es elevado en otras.

"En estas elecciones no se observa mucha movilización entre bloques. Hay zonas donde se ha movilizado más la izquierda, zonas donde más la derecha. ¿Qué ha movilizado a la derecha? Por una parte, claramente, el tema catalán. Pero, por otra, la posibilidad de una configuración del Estado hacia una tendencia más centralista", señala el sociólogo Jaime Aja, especialista en análisis de resultados electorales.

Aja cree que los resultados de voto indican distintas reacciones que contienen a su vez respuestas de las distintas autonomías al interrogante abierto por Vox sobre la España descentralizada. "Esta campaña, con el debate de las autonomías y Cataluña, ha puesto la cuestión territorial sobre la mesa", afirma Aja. A su juicio, esta clave ha movilizado voto conservador en Madrid y en el sur de España. "Son zonas donde, aunque evidentemente existen, ahora mismo están más en discusión los beneficios de la descentralización política y económica, y se ve como una amenaza una descentralización mayor", añade.

  Nota metodológica

La elaboración de este artículo se ha realizado sobre la base de decisiones metodológicas adoptadas con criterio periodístico. Se trata, obviamente, de opciones discutibles, por lo que lo mejor es presentarlas de forma transparente al lector:

– El requisito para que un partido sea contabilizado es que haya obtenido representación parlamentaria. El motivo es que el artículo persigue una explicación a través del voto del resultado parlamentario, no sólo de la división ideológica. La diferencia sería algo más amplia a favor de la izquierda si se contabilizaran los votos de las formaciones que, aun sin obtener representación, suman más de 30.000 papeletas, como este periódico ha hecho en otros 

– Los dos grandes grupos elegidos para observar la evolución del voto progresista y conservador están formados por partidos de ámbito estatal. En el caso de las elecciones del 10 de noviembre, PP, Vox y Ciudadanos en el campo conservador; PSOE, Unidas Podemos y Más País, en el progresista.

– También se han introducido en el análisis, aunque con menor protagonismo, los partidos regionalistas-autonomistas y nacionalistas –independentistas o no– con escaño.

– A la hora de asignar a izquierda o derecha a los partidos autonomistas, se ha optado por no adscribir a ninguno de los dos bloques ni a Teruel Existe, que expresamente se declara al margen de estos bloques, ni a la candidatura de Coalición Canaria-Partido Nacionalista Canario-Nueva Canarias, por estar integrada por partidos a uno y otro lado del eje.

El lector puede consultar bases de datos oficiales de resultados aquí, con información sobre el 10N, y aquí, con una serie histórica.

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