Crisis del coronavirus

Los expertos minimizan el riesgo de las calles llenas por Navidad pero proponen "deslocalizar" para evitar comercios abarrotados

Numerosas personas observan el alumbrado de Navidad de la calle Larios, en Málaga.

Ha sido el tema del fin de semana. Las calles se han llenado de gente en grandes núcleos de población como Madrid o Málaga ante el inicio de la campaña comercial de Navidad y la inauguración del alumbrado propio de las fiestas. En la capital, se han hecho virales las imágenes de paseantes en la calle Preciados, donde se concentran varias grandes superficies. Y en la urbe andaluza, todos los años supone un hito el encendido de las luces de la céntrica calle Larios, y este año no ha sido menos pese a la pandemia. Las críticas se han sucedido en redes sociales ante la supuesta irresponsabilidad de los viandantes, aglomerándose pese al covid-19. Y el Ministerio de Sanidad ha salido al paso, llamando a la "prudencia y sentido común" a la muchedumbre. Sin embargo, los expertos en Salud Pública relativizan el peligro de un rebrote considerable por estas escenas, sobre todo al aire libre, y critican las alusiones acusadoras a "la gente", volviendo a señalar a las decisiones individuales obviando el contexto y las medidas estructurales que deben tomarse en una emergencia sanitaria. 

¿Es especialmente peligrosa una aglomeración al aire libre de personas en tránsito, con mascarilla y al aire libre? Los expertos consultados por infoLibre no lo creen. "Podemos entender los riesgos como un gradiente. Dependen del número de personas, el tiempo que dure y las medidas que se toman" para evitar el contagio, como el tapabocas o la higiene de manos, explica el epidemiólogo Pedro Gullón. Niega que sea 100% libre de peligro, pero no cree que el "impacto" sea importante. Coincide el médico residente en Medicina Preventiva y Salud Pública Mario Fontán: "Puntualmente, no me preocupan" las imágenes del fin de semana, afirma. La evidencia científica ha mostrado que, al aire libre, la capacidad de transmisión del SARS-CoV2 es mínima: menos aún con desconocidos con los que no se habla y con los que el contacto estrecho dura apenas segundos. Además, la mascarilla ya es obligatoria en todo el país, con un alto grado de cumplimiento. Es más probable, indican, transmitir el virus a un acompañante en las compras navideñas que a un viandante. 

"Cuando estamos al aire libre tenemos un escudo protector", insiste la secretaria de la Asociación Madrileña de Salud Pública, Pilar Serrano. "Yo no veo realmente ahí un gran riesgo". Alerta de la contradicción que supone alentar a la población a no reunirse en espacios cerrados y, a la vez, censurar sus paseos navideños. "A no ser que se hagan estos encuentros, como hemos visto en otros países, sin mascarilla" y con un alto grado de excitación colectiva, como durante el funeral de Diego Armando Maradona en Argentina. "Si están abrazándose y juntándose no tenemos esta protección". No es lo que se ha visto ni en Preciados ni en Larios.

Gullón reconoce que "tiene mucho impacto psicológico ver a mucha gente junta", pero no cree que el riesgo sea, ni mucho menos, "extremo". Le preocupan más, eso sí, la posible afluencia en centros comerciales, tiendas y otros establecimientos que suelen disparar sus ventas en Navidad. Si no se respetan las medidas en estos espacios interiores, si el aforo es poco riguroso o si no se realiza una correcta higiene de manos, se puede producir un brote. Fontán apunta al "componente cultural" de que, tras un año pésimo, muchos quieren "devolver algo de normalidad a sus vidas por Navidad, lo que implica comprar y regalar". Por este y por otros motivos, los expertos coinciden en rechazar las críticas y los dedos acusadores hacia "la gente", hacia el comportamiento individual, durante la pandemia. 

El coautor de Epidemiocracia señala, en primer lugar, la ironía de denunciar una aglomeración en la calle con una foto tomada desde la misma calle. "¡Si has hecho la foto es que estabas allí!", ríe. Gullón lamenta la vuelta a un fenómeno muy común durante la desescalada, cuando los españoles se recuperaban del shock del confinamiento más estricto de Europa: sacar el dedo acusador a pasear. "La sensación ha sido exactamente la misma: volvemos a buscar a un culpable" entre la muchedumbre y a hacer predicciones de rebrotes que al final, por pura estadística, se cumplen. Para el epidemiólogo, es injusto señalar estos comportamientos sin apuntar a las razones estructurales: el modelo de consumo y la distribución de las ciudades. "No debería sorprender que estuvieran las calles llenas cuando has estado bombardeando con anuncios con el Black Friday", critica. 

"Siempre es muy fácil, desde una posición individual, señalar a la gente. En la sociedad no nos movemos por decisiones individuales. Si quieres que la ciudadanía modifique colectivamente un comportamiento, tienes que hacer políticas que cambien ese comportamiento", asegura Fontán. Por ejemplo, apuntan, fomentar el comercio de proximidad en los barrios periféricos, para evitar unas aglomeraciones que, si bien no son especialmente peligrosas, es mejor evitar. "Sin que me preocupe en exceso", insiste el médico residente, la Salud Pública puede y debe mirar a la distribución del espacio en las ciudades para evitar la acumulación de viandantes. "Aunque las aglomeraciones no sean lo principal", coincide Gullón, "hay que intentar deslocalizar" el consumo navideño, así como "intentar evitar horas punta y fin de semana", sobre todo cuando se planea acudir a comercios en espacios cerrados. Siempre que la jornada laboral lo permita, claro. 

La campaña de Navidad generará más de 940.000 contratos, un 15% menos que en 2019, según Adecco

La campaña de Navidad generará más de 940.000 contratos, un 15% menos que en 2019, según Adecco

¿Las aglomeraciones han causado rebrotes alguna vez?

No hay una relación demostrada entre aglomeraciones al aire libre con mascarilla y un aumento de los casos de covid-19. A pesar del discurso de la derecha, no hay vínculo empírico entre las manifestaciones del 8M y el desborde de la primera ola en Madrid. Tampoco causaron especial impacto las protestas conservadoras contra el Gobierno en el barrio madrileño de Núñez de Balboa, en junio. Sin embargo, Gullón reconoce que, al igual que pasa con el transporte público, "es muy difícil detectar un brote" a no ser que se use tecnología, como RadarCOVID: una persona contactada por un rastreador no puede identificar con qué desconocidos se ha cruzado en la calle o en el metro.

Aun así, apunta Fontán, hay estudios que aseguran que las protestas de Black Lives Matter no causaron brotes significativos en ningún territorio de Estados Unidos. Black Lives Matter"No vieron ninguna correlación, en un país que a nivel nacional nunca llegó a reducir significativamente la transmisión", apunta. A diferencia de una calle Preciados repleta, muchos asistentes no llevaban mascarilla, se incurría en contactos estrechos durante horas compartiendo marcha.... y no estuvieron, precisamente, en silencio para evitar la expulsión de gotitas. 

Más sobre este tema
stats