Feijóo se alinea con el sector más duro de las derechas y da la espalda a incluir el aborto en la Constitución
Eliminar el derecho al aborto se ha convertido en una de las grandes obsesiones de la ola reaccionaria que sacude las democracias occidentales. Y en España el Ayuntamiento de Madrid, con los votos del Partido Popular y de Vox, ha dado un paso inédito esta semana aprobando un texto para obligar a dar información a las mujeres por el supuesto síndrome postaborto, que carece de cualquier base científica.
El derecho al aborto se ha colocado en el epicentro del tablero político con el anuncio este viernes del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de impulsar, como ya aprobó su partido en el pasado congreso de Sevilla, una reforma en la Constitución para blindar este precepto frente a las tentaciones de las derechas. Una medida también solicitada por sus socios de Sumar.
La propuesta legislativa convertiría a España en el segundo país, tras Francia, que recogería en su Carta Magna ese derecho. Una modificación que se haría a través del procedimiento ordinario de reforma de la Constitución, que requiere, como señala el redactado de la ley de leyes, una mayoría cualificada de dos tercios de las Cortes Generales.
La propuesta de Moncloa
El PSOE impulsa esa reforma legislativa advirtiendo de que las derechas ya están intentado impugnar el derecho en las instituciones donde gobiernan y con la idea de poder consolidarlo ante cualquier eventual llegada del PP y de Vox al Gobierno central. Para Moncloa se trata de “consagrar la libertad y la autonomía de las mujeres para decidir sobre sus vidas”. En su doctrina el Tribunal Constitucional reconoce el aborto como un derecho esencial de las mujeres.
Y, además, la idea que tiene el Gobierno es, a través de modificaciones legislativas, impedir, como pretendían el PP y Vox en el Ayuntamiento de Madrid, “la difusión de información falsa o engañosa que pueda coaccionar a las mujeres que quieran interrumpir su embarazo”.
El Ejecutivo planteará la obligación de que toda la información que se brinde en materia de interrupción voluntaria del embarazo tenga base científica objetiva y esté respaldada por estándares de las instituciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Americana de Psiquiatría (APA): “Teorías sin base científica como el supuesto ‘síndrome postaborto’ no tendrían cabida en estas clasificaciones”.
El PP: "El debate termina aquí"
El Partido Popular, en cambio, cerró la puerta de manera inmediata este viernes a esa reforma de la Constitución, después de que Génova incluso llegara a apoyar el texto aprobado en el Ayuntamiento de Madrid, aunque luego Martínez-Almeida recogiera un poco el cable. Para la dirección del PP, la actual ley es suficiente. La última reforma se aprobó en el Congreso de los Diputados hace dos años y contó con el voto en contra del PP, Vox y algunos diputados como Sergio Sayas (ex de UPN y ahora en las filas populares) y Ferran Bel (PDeCAT).
Los populares recordaron que sus votos son necesarios para sacar adelante esa reforma y mandaron un mensaje a Sánchez: “Que se olvide”. “El debate termina aquí”, emitió Génova 13 en un comunicado dirigido a los medios, donde denunció una supuesta cortina de humo del jefe del Ejecutivo ante los supuestos casos de corrupción que investiga la Justicia sobre su mujer y su hermano.
Vox, que impulsó la iniciativa del Ayuntamiento de Madrid, censuró también la idea de Sánchez y le pidió que “deje de jugar con la Constitución y con falsos derechos para tapar la corrupción que rodea a su entorno familiar y a su partido”. El partido de ultraderecha va a llevar el mismo texto a votación al pleno municipal de Valladolid.
El caso de Francia
La posición de la derecha en España contrasta con lo que pasó en Francia el año pasado en la votación en la Asamblea Nacional, donde la reforma salió adelante de manera abrumadora por 493 votos a favor y 30 en contra. La derecha tradicional y el partido de Marine Le Pen dieron libertad de voto a sus parlamentarios, ganando el sí entre los suyos (la propia líder de la ultraderecha se posicionó a favor). La Torre Eiffel se iluminó aquella noche con el lema Mi cuerpo, mi decisión.
Esta reforma llega en un contexto político en el que el Partido Popular trata de desgastar al PSOE en el flanco del voto femenino, que fue clave para que la coalición aguantara en las pasadas elecciones del 23J. Los socialistas sufrieron una importante pérdida de apoyos de las mujeres en las encuestas de junio especialmente por la conversaciones publicadas de José Luis Ábalos, Santos Cerdán y Koldo García.
En ese momento, el PSOE puso en marcha reformas internas con medidas como la expulsión del partido de los clientes de prostitución y con la aprobación de un nuevo organigrama con más peso de mujeres, empezando por la nueva secretaria de Organización, Rebeca Torró. Los socialistas han tenido un nuevo frente en estas semanas por la polémica por el fallo de las pulseras contra los maltratadores, con el PP ahondando en la brecha y consiguiendo la reprobación de la titular de Igualdad, Ana Redondo.