Operación Púnica

El guardia civil niega el chivatazo a Granados: "Yo no le comenté que le estaban siguiendo"

La Audiencia Nacional celebra el primer juicio del caso Púnica contra el exconsejero madrileño y exdirigente regional del PP Francisco Granados.

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El guardia civil José Manuel Rodríguez Talamino, investigado en la primera pieza que se juzga de la trama Púnicatrama Púnica, ha insistido en diversas ocasiones durante la vista oral que acoge la Audiencia Nacional que él no dio el soplo al exsecretario general del PP madrileño Francisco Granados de que la Unidad Central Operativa (UCO) le estaba investigando, sino que le dijo que había una investigación en curso en la localidad madrileña de Valdemoro, sin entrar en detalles sobre la misma.

Durante el interrogatorio al que se ha sometido en esta primera sesión de juicio recogida por Europa Press, el agente, que se sienta en banquillo de los acusados por delitos de revelación de secretos junto con el también guardia civil José Luis Caro y Granados, ha negado ser el responsable del chivatazochivatazo dado durante las fiestas de Valdemoro en septiembre de 2014. "No le hice ninguna referencia de ninguna instalación", ha dicho respecto a las cámaras que se colocaron frente a los negocios del empresario Marjaliza.

Sobre este último, el agente ha insistido en numerosas ocasiones que no le conocía "absolutamente de nada" y que, por tanto, no pudo advertir de la instalación de la viodecámara. "Jamás relacioné el nombre de Marjaliza con la operación", ha dicho Talamino a preguntas de la fiscal Anticorrupción Carmen García Cerdá, que en su escrito de acusación le reprocha que su soplo "causó un importante daño a la causa".

Sobre el relato de hechos, Talamino —nombre con el que se bautizó esta pieza de la trama Púnica— ha explicado que la noche del 6 de septiembre se encontró a Caro con su familia y hablaron de lo "típico" y ha rechazado que le comunicara su intención de contactar con Granados para advertirle de las pesquisas. Al día siguiente, coincidió con el expolítico conservador y estuvieron compartiendo "chistes de whatsapp" en una conversación breve que duró "cuatro minutos".

"Yo le comento que estábamos pasando una época en la UCO con muchísimo trabajo y estaba convencido de que en Valdemoro estaba haciendo algún seguimiento. Le dije: hay tanto trabajo que la unidad ha llegado hasta a Valdemoro", ha dicho el agente, que se enfrenta a una petición de la Fiscalía de tres años de cárcel, al igual que los otros dos acusados.

El Ministerio Fiscal denuncia en su escrito que tras estos encuentros Talamino viajó a la Comunidad Valenciana en el marco de una "operación ficticia" que se había montado para mantenerle alejado de su lugar de trabajo. A su vuelta, los dos agentes se desplazaron al domicilio del cabecilla de la trama para comunicarle los pormenores de las pesquisas, hechos que Talamino ha negado ante el tribunal que preside la magistrada Manuela Fernández Prado.

Granados: "Me sonó a advertencia"

Por su parte, José Luis Rodríguez Caro, en excedencia desde el año 2007, ha dicho que "nunca en la vida" se produjo este encuentro a tres bandas pese a las grabaciones telefónicas relativas a esas fechas que se han reproducido en la sesión de este martes y en las que Granados confesó que lo que le comunicó Talamino durante su encuentro le sonó a "advertencia".

"A mi cuando saltó todo esto me pareció increíble porque no tenía ni idea", ha dicho Caro a la fiscal Teresa Gálvez, a quien también ha negado que se refiera en clave a Talamino con el sobrenombre de calvito.

Sobre el contrato que adquirió como asesor de seguridad de la Consejería de Justicia de Madrid —a cuyo frente estaba en aquellos momentos Francisco Granados— se ha limitado a negar que fuera promocionado por éste, pese a que la Fiscalía apunta a los lazos entre ambos.

No hay nulidad de las escuchas

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Por su parte, el tribunal ha aceptado admitir las cuestiones previas planteadas por el Ministerio Público, relativas a la adhesión de nueva documental y de la testifical del guardia civil que estuvo al frente de las escuchas que se realizaron para los investigados de esta pieza.

En relación a la petición de las representaciones procesales de Granados y Caro de anular las escuchas efectuadas por vulnerar sus derechos de legítima defensa, la magistrada presidenta del tribunal ha denegado la solicitud explicando que forman parte de la instrucción de una causa general —la trama Púnica— y, por tanto, estas grabaciones telefónicas son "hechos conexos" con el resto de la instrucción.

También ha respondido al letrado del exedil de Valdemoro que las defensas no están legitimadas para acusar y, por tanto, no puede pedir la investigación del exsocio de Granados, David Marjaliza, porque la acusación la ejerce, ha dicho, el Ministerio Fiscal. "Este tribunal solo se pronuncia por la existencia de delito de las personas que están acusadas", ha sentenciado.

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