El futuro de la izquierda

IU se mueve entre la contención y la ira ante la 'humillación' de Iglesias con la vista puesta en la confluencia

Alberto Garzón y Pablo Iglesias, durante su reunión en la sede de Podemos, este 24 de junio de 2015 en Madrid.

IU se mueve entre la contención y el enfado abierto por las durísimas palabras de Pablo Iglesias contra la federación. Las críticas que vertió el secretario general de Podemos contra algunos dirigentes en una entrevista –que posteriormente matizó en la Cadena Serno han sentado nada bien en el seno de la organización capitaneada por Cayo Lara, donde algunos sectores piensan incluso que responden a una estrategia premeditada destinada a hacer daño a IU.

La polémica saltaba el pasado jueves, cuando en una entrevista publicada en los digitales Público y Crític, Iglesias cargaba duramente contra el arquetipo de "típico izquierdista tristón, aburrido, amargado" que, a su juicio, encarnan algunos de los cargos de IU. "Sigue viviendo en tu pesimismo existencial. Cuécete en tu salsa llena de estrellas rojas y de cosas, pero no te acerques, porque sois precisamente vosotros los responsables de que en este país no cambie nada. Sois unos cenizos", criticaba el secretario general de Podemos. 

"No quiero que cenizos políticos, que en 25 años han sido incapaces de hacer nada, no quiero que dirigentes políticos de IU, y yo trabajé para ellos, que son incapaces de leer la situación política del país, se acerquen a nosotros. Seguid en vuestra organización. Presentaos a las elecciones, pero dejadnos en paz", pedía Iglesias en la entrevista, en la que sostenía que "podéis cantar La Internacional, tener vuestras estrellas rojas [...], pero no quiero hacer política con eso". 

Las palabras cayeron como un jarro de agua fría en IU, cuyo candidato a la Presidencia del Gobierno, Alberto Garzón, estuvo el miércoles discutiendo con Iglesias las posibilidades de converger en un frente común para las elecciones generales. En la reunión, el líder de Podemos se reafirmó en la posición de concurrir en solitario a los comicios y fue muy taxativo al rechazar cualquier acuerdo con IU, si bien Garzón se mostró convencido de que la confluencia "está más cerca" en la medida en que están abiertos los canales de diálogo y confió en que el "tiempo" que queda hasta las generales haga cambiar de opinión a Iglesias.

IU seguirá buscando puntos de encuentro

Unas acusaciones tan duras por parte de Iglesias, sin embargo, no cambian la intención de IU de seguir buscando una candidatura de unidad que incluya a Podemos, la vía aprobada por sus órganos de dirección. En eso coinciden tanto Lara Hernández, responsable de Convergencia de la federación y persona de la máxima confianza de Alberto Garzón –quien desde un principio apostó más fuerte por la confluencia–, como Manuel Fuentes, secretario de Política Municipal y mano derecha de Cayo Lara –que ha mostrado más reticencias a perder la identidad de IU pero que en las últimas fechas ha virado hacia las posiciones más favorables a converger–.

La idea, por tanto, es continuar la senda marcada por el documento aprobado por la organización en el que se encarga a Garzón "intentar llegar a movimientos de confluencia a nivel provincial para las generales", según explica Hernández. Y Fuentes coincide: "Alberto Garzón tiene encomendada una tarea y hay otros compañeros que van a trabajar en ese sentido con él. Yo creo que tiene que seguir, y tiene que ser diplomático y encontrar puntos de encuentro en lugar de puntos de enfrentamiento".

Eso sí, la actitud de uno y otro al afrontar las críticas es muy diferente. Mientras Hernández apuesta por contemporizar e intentar mantener las aguas calmadas para no perjudicar las escasas opciones de alcanzar un acuerdo con Podemos, Fuentes alerta de que las últimas declaraciones de Iglesias han sido la gota que ha colmado el vaso entre las bases y critica duramente las "descalificaciones" a IU y a Cayo Lara del líder de Podemos, quien no obstante lleva varios meses descartando de manera pública cualquier tipo de colaboración con IU de cara a las generales.

"Los wasaps están echando humo", señala gráficamente el secretario de Política Municipal, que afirma que "las bases con más sentimiento ideológico, los que estamos pateando las calles, trabajando en los ayuntamientos, esos dicen que basta ya, que vamos a trabajar como IU y que si alguien quiere trabajar conjuntamente pues podemos hablar". Entre los cargos, aunque todos respeten la decisión tomada, también existe la división, señala el dirigente.

Diferencias internas

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"Hay una parte de cargos orgánicos, que luchan decididamente por ir a la unidad popular sin presentar muchas exigencias, que ahora mismo están completamente desorientados, que no saben por dónde vienen los tiros, y se preguntan a qué viene esto", abunda Fuentes, que plantea que "si esto es un calentón, alguien que aspira a presidente queda desacreditado, y si obedece a una estrategia, no tiene sentido". Hernández, por su parte, critica las "formas" de Iglesias, pero se muestra conciliadora y llama la atención sobre el hecho de que "la entrevista se hizo antes de la reunión entre Pablo y Alberto". "Nosotros nos quedamos con el Pablo de la reunión", remacha.

La diferencia de pareceres, sin embargo, no parece que vaya a provocar un cisma. En eso coinciden ambos dirigentes, ya que Fuentes descarta una crisis en una dirección que hasta hace poco tiempo estuvo muy dividida sobre su posición ante las próximas elecciones generales. "Yo creo que a nivel interno no habrá divisiones, porque con más de un 70% de los votos apostamos por la convergencia creando una estrategia de trabajo para poder buscar aliados de cara a las generales". Lara Hernández señala, por su parte, que "no hace falta un Pablo Iglesias para dar munición al sector más crítico con la convergencia", si bien tampoco cree que esté próxima una crisis interna.

"La verdad es que no sé si es la voluntad de Pablo partirnos en dos, pero hay que empezar a pensar en términos de país y dejar de pensar en términos de partido, porque venimos de una etapa en la que nos hemos centrado demasiado en la organización", admite la secretaria de Convergencia. Y pide tomar ejemplo de comunidades como Cataluña o Galicia, donde la confluencia entre IU y Podemos en candidaturas de unidad está mucho más próxima. "Hay que tomar una decisión: habrá que adscribirse a un futuro o a un pasado", defiende.

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