26M | 'Superdomingo' electoral

Las 'líneas rojas' del PP para pactar con Vox tras el 26M

Pablo Casado, en la rueda de prensa en la que analizó los resultados del 26M.

No hace todavía un mes desde que Pablo Casado se atrevió a calificar a Vox de partido de "extrema derecha". Lo hacía en la sala de prensa de la sede nacional del Partido Popular dos días después de que la formación conservadora obtuviera el peor resultado de su historia en unas elecciones generales: 66 escaños en el Congreso de los Diputados. Ahora, ese partido al que calificó de "extrema derecha" va a ser clave para que, por ejemplo, el PP siga gobernando en la Comunidad de Madrid y arrebate el Ayuntamiento a la alcaldesa Manuela Carmena (Más Madrid). De momento, este lunes Casado ya no calificó al partido liderado por Santiago Abascal. Vino a decir a los partidos les definen sus acciones. Que Vox se sitúa "a la derecha del PP" y que "eso no es peyorativo".

El Comité Ejecutivo Nacional del PP dio luz verde este lunes a creación de un órgano negociador para los acuerdos. Estará integrado por el secretario general, Teodoro García Egea; el vicesecretario de Organización, Javier Maroto, y la presidenta del PP de Navarra, Ana Beltrán. Este equipo trabajará de forma coordinada con los líderes territoriales del partido. Tanto Maroto como García Egea fueron dos hombres clave en el proceso que condujo a que Juanma Moreno fuese investido presidente de la Junta de Andalucía con los apoyos de Ciudadanos y Vox. Es precisamente este 'pacto a la andaluza' el que tendrían que reeditar los conservadores si quieren conservar algunos de sus feudos tradicionales. Un pacto que, si Vox no cambia de opinión, tendrá una importante variación: el partido de ultraderecha ahora sí quiere entrar en el reparto de cargos institucional.

Los conservadores piden "prudencia y tranquilidad" para el proceso de negociación de pactos o acuerdos. Como ocurrió en el caso de la Junta de Andalucía, insisten en que su límite a la hora de hablar con la ultraderecha está en la Constitución. "Es sencillo, la ley", insisten.

También citan los estatutos del partido. "Nuestros principios y valores", destacan. Y advierten de que el PP respeta el estado autonómico. El partido liderado por Santiago Abascal lleva en su programa la supresión del Estado de las autonomías.

Lo que no consiguieron en Andalucía...

Cuando el PP está a punto de iniciar rondas de contacto con Ciudadanos y Vox a fin de explorar posibles alianzas, en el partido recuerdan que Vox no consiguió en Andalucía arrancar ningún compromiso sobre la derogación de la Ley de Violencia de Género, la derogación de la ley de promoción de la igualdad y la de los derechos LGTBI o la expulsión de inmigrantes.

Javier Ortega Smith, candidato de Vox a la Comunidad aseguró en un debate de campaña organizado por El País y la cadena Ser que su formación trasladaría las fiestas del Orgullo a la Casa de Campo. "Los mandaríamos [en referencia al colectivo] a la Casa de Campo y, por supuesto, con un contrato de responsabilidad para que toda la limpieza que luego haya que hacer la paguen los organizadores", dijo.

El PP no tiene ninguna intención, aseguran fuentes del partido, de que esta celebración cambie de ubicación.

Por su parte, la candidata del partido ultra de la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, aseguró, también en campaña, que en colegios de la región se imparten cursos con contenidos sobre "zoofilia o parafilia". Afirmación que desde la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid (PP) fue calificada de "falacia".

Este lunes, en una entrevista concedida a la cadena Ser, la cabeza de lista de Vox a la Presidencia del Gobierno regional insistió en la idea de que "hacer valer" los escaños de Vox. "Hay que empezar por sentarnos en una mesa tal y como lo hicimos en Andalucía y que no haya cordones sanitarios y se retire toda esta política de estigmas y de insultos hacia nosotros que es lo que ha caracterizado esta campaña", dijo.

En la Comunidad de Madrid, el PP obtuvo 30 escaños –frente a los 48 de 2015–. Para llegar a los 67 en los que está instalada la mayoría absoluta, necesitaría los 26 de Ciudadanos y los 12 con los que se estrena Vox en la Cámara de Vallecas. Suman 68, un asiento por delante de la mitad más uno de los parlamentarios.

En el Ayuntamiento la mayoría absoluta son 29 concejales. El PP, encabezado por José Luis Martínez-Almeida, logró 15 actas. Con las 11 de Ciudadanos y las cuatro de Vox superarían en un concejal la mayoría absoluta.

El PP sabe que vienen días muy complicados en los que, como pasó en Andalucía, sus aspiraciones de gobernar pueden venirse abajo y después emerger en horas. Por eso insisten en que no pueden permitirse "meter la pata". "No podemos dar a la izquierda el lujo de que esto nos salga mal", considera un diputado.

Optimistas en Murcia, Castilla y León y Aragón

Junto a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento de Madrid, la dirección nacional del PP confía en que las negociaciones para seguir gobernado en Murcia y Castilla y León pueden llegar a buen puerto. Lo mismo señalan respecto a Aragón, ahora en manos del socialista Javier Lambán.

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En Murcia, el PP ha dejado de ser la fuerza más votada siendo superada por los socialistas y reduciendo su representación en la Cámara regional de los 22 a los 16 escaños. Para lograr mayoría absoluta –23 actas– necesitaría a Cs (6) y Vox (4).

En Castilla y Léon el PP ha pasado de 42 a 29 escaños. La mayoría absoluta son 41 diputados, por lo que sumando los 13 escaños de Ciudadanos, Alfonso Fernández Mañueco podría ser investido presidente. La llave, pues, la tiene Cs que puede pactar a derecha o a izquierda.

En Aragón para llegar a los 34 escaños de la mayoría absoluta, tendría que lograr sumar a sus actas (16), las de Cs (12), Vox (3) y el PAR (3).

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