La sociedad civil derrota a Israel pese al trato de favor de las instituciones: "La lucha funciona"
Las protestas contra el equipo Israel–Premier Tech durante la Vuelta a España 2025 han alcanzado un nuevo hito. Manifestantes con banderas palestinas, bajo el lema "Neutralidad es complicidad, boicot a Israel", interrumpieron etapas, forzaron cancelaciones y alteraron el desarrollo de la carrera, enviando un mensaje claro contra la utilización del deporte como instrumento de normalización política por parte de Israel. Una ola de movilización que no solo visibilizó el rechazo popular, sino que ha acabado poniendo en jaque la continuidad del proyecto ciclista.
Tras el abandono de su principal patrocinador y de su proveedor de bicicletas, la estructura ha sido adquirida por NSN —la empresa deportiva del exfutbolista Andrés Iniesta— en alianza con la firma suizo-catalana Stoneweg. El equipo competirá bajo el nombre NSN Cycling Team a partir de la temporada 2026, con licencia suiza y base operativa en Barcelona y Girona, apartando así al empresario canadiense Silvan Adams de la propiedad.
La venta ha llegado poco antes del Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino, que se ha celebrado este sábado. Una fecha clave para colectivos y movimientos de solidaridad, que buscan seguir denunciando la ocupación y el genocidio en Palestina. Decenas de organizaciones han convocado este fin de semana manifestaciones, marchas, concentraciones y actos reivindicativos en más de 30 ciudades del Estado —y en numerosas capitales europeas— como muestra de rechazo al silencio internacional y de exigencia de un embargo real de armas, la ruptura de relaciones diplomáticas y sanciones a Israel.
Coordinación, presión y efecto llamada
Para Lidón Soriano, portavoz de Yala Nafarroa con Palestina e integrante del movimiento Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel (BDS), la disolución de Israel–Premier Tech marca un punto de inflexión. "La lucha y la movilización han servido para conseguir una pequeña victoria frente a movimientos sionistas", afirma. Además, subraya que este logro no debe leerse como un final, sino como "el arranque de una etapa nueva", ya que la presión social "ha logrado desmantelar una de las herramientas de legitimación política más relevantes para Israel".
La victoria, insiste, no se explica sin la organización previa. Soriano destaca que la clave de lo ocurrido en la Vuelta fue el trabajo en red y la coordinación territorial. "La gran diferencia fue que un grupo de personas desde Turín hasta Madrid estuvimos coordinándonos. Hablamos con gente de todos los pueblos por los que pasaba la Vuelta para que, cada cual desde su autonomía, compartiera un mismo marco narrativo y una metodología común", relata. Según la activista, este tejido permitió que las protestas no fueran acciones aisladas, sino "un movimiento articulado capaz de vencer al sistema".
La disolución del equipo y avances como el anuncio del embargo de armas por parte del Gobierno demuestran, según Soriano, que la presión ciudadana ha tenido un impacto real y que puede reforzar el "efecto llamada". "Esto puede animar a más gente a volcarse, porque ven que la lucha funciona. Cada paso logrado es una derrota para el proyecto sionista y un impulso para quienes aún dudan en sumarse", añade.
Reglas a medida para Israel en Europa
La desaparición del equipo ciclista contrasta con el trato excepcional que Israel sigue recibiendo en otras competiciones europeas. El caso más evidente es el del baloncesto, donde la Euroliga —la principal competición del continente— ha optado por mantener a los clubes israelíes pese a las denuncias internacionales y la presión social. En lugar de suspenderlos o excluirlos como ya hizo con los rusos, la organización ha impuesto un protocolo diseñado para garantizar su continuidad, disputando todos sus partidos como locales en Serbia, a puerta cerrada, bajo fuertes medidas de seguridad y sin posibilidad de protestas visibles.
Esto implica que equipos como el Maccabi Tel Aviv llevan meses compitiendo en Belgrado sin público, gracias a un acuerdo excepcional que no se concede a ningún otro club europeo. El blindaje también se ha extendido a España, donde equipos como Valencia Basket, BAXI Manresa o CB Canarias han optado por jugar a puerta cerrada sus encuentros ante rivales israelíes, alegando "riesgo de seguridad".
Las decisiones adoptadas por las grandes entidades deportivas europeas revelan un inmovilismo institucional que se ha acentuado desde el anuncio del plan de Trump para Gaza. Teresa Aranguren, periodista especializada en Oriente Medio, señala que los gobiernos europeos "tratan de mirar hacia otro lado" pese a que en la Franja se sigue asesinando a civiles bajo el alto el fuego. "Pese a que muchos países reconocieron en septiembre y octubre a Palestina, la mayoría de esas iniciativas se han quedado en algo simbólico, y eso aleja aún más la posibilidad de tomar medidas contra la participación de Israel en otros ámbitos", explica.
En el ámbito cultural, el ejemplo más llamativo es Eurovisión, donde la Unión Europea de Radiodifusión aprobó la semana pasada un cambio profundo en las reglas de votación que, según Soriano, busca asegurar la continuidad de Israel pese al rechazo social. El nuevo sistema limita la importancia del televoto, refuerza el peso de los jurados nacionales y endurece los requisitos contra campañas públicas que puedan influir en el voto. Para la portavoz de Yala Nafarroa, estas reglas "neutralizan las campañas masivas de televoto que impulsa cada año Israel con el objetivo de legitimar su continuidad en el certamen". "Cuando ven que la presión popular funciona, las instituciones reaccionan blindando aún más a Israel", denuncia.
Enfrentarse a intereses comerciales enormes
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Aranguren subraya que, pese a la victoria lograda en el ciclismo, uno de los principales obstáculos para avanzar en otros ámbitos es la hipercomercialización que domina el deporte y la cultura. En su opinión, la "sponsorización actúa como un blindaje estructural" que limita cualquier cambio significativo. "El deporte está completamente sometido a los sponsors, toda la estructura económica depende de ellos y eso condiciona cualquier decisión o pronunciamiento", explica. Esa dependencia no solo afecta al fútbol o al baloncesto, sino que se extiende también al ámbito cultural.
La periodista recuerda que Eurovisión lleva años patrocinado por Moroccanoil, una firma de origen israelí, lo que, según ella, dificulta cualquier intento de sancionar al país dentro del festival. "Cualquier gesto de ruptura con Israel implica enfrentarse a intereses comerciales enormes, lo que convierte esos espacios en terrenos especialmente resistentes a asumir posturas políticas", apunta.
Para Soriano, lo esencial ahora es seguir movilizándose y no dejarse adormecer por el "falso contexto de paz" que las instituciones intentan instaurar tras el alto el fuego. "Nada ha cambiado; Israel solo modifica el formato y la intensidad de la limpieza étnica", advierte. Por eso insiste en que la sociedad civil debe mantenerse organizada y firme, incluso cuando escasean los recursos o las fuerzas. "Estamos respondiendo más que sobradamente, especialmente en España. Lo importante es no dejar que nos frenen", concluye.