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Reforma del estado autonómico

Los tres 'padres' vivos de la Constitución coinciden en que es posible un nuevo modelo territorial sin reformarla

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La nueva comisión del Congreso que estudiará la modernización del Estado autonómico arrancará este miércoles con las comparecencias de los padres vivos de la Constitución: Miquel Roca (Convergència), Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y José Pedro Pérez Llorca (UCD).

El pasado 13 de diciembre, la Mesa y Portavoces de la citada comisión, que de momento sólo integran el PP, el PSOE, Ciudadanos y el Grupo Mixto, fijó por unanimidad su plan de trabajo para los próximos seis meses y puso ya nombre a los comparecientes que desfilarán este enero, después de que la Mesa del Congreso les habilitase para trabajar ese mes, inhábil a efectos parlamentarios.

El órgano que preside el socialista José Enrique Serrano tiene previsto escuchar este mes los testimonios de una veintena de personas, comenzando con los principales artífices de la Carta Magna de 1978, que comparecerán en sesión matutina y vespertina.

Herrero de Miñón apuesta por reformar el Senado

Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, uno de los padres de la Constitución, ha apostado por mejorar el estado autonómico diseñado en la Carta Magna pero evitando el federalismo, un concepto que a su juicio es polémico e indeterminado y que sería además costoso. En su exposición ha asegurado que el título VIII de la Constitución, que regula la organización territorial, ha sido superado por la realidad de las comunidades y ha propuesto modificaciones.

Herrero ha inaugurado las comparecencias en la comisión territorial abierta en el Congreso para estudiar el funcionamiento del Estado autonómico. En su exposición, ha empezado por dejar claro que sólo se debe reformar la Constitución si se le encuentran defectos, si se tiene claro qué se debe cambiar y existe un consenso amplio para ello.

A su juicio, existe otro camino, la llamada "mutación constitucional", la aprobación de leyes pactadas por los grandes partidos con las que se interpreta la Carta Magna y se pueden aclarar asuntos imprecisos que requieren una definición. "Por acuerdo de los partidos, que se plasman en normas y prácticas, se pueden hacer importantes mutaciones constitucionales", ha dicho.

Miguel Herrero ha explicado que el título VIII de la Constitución, el que regula la organización territorial autonómica, ha sido superado por la realidad de las comunidades y necesita reformas. Eso sí, ha advertido de que los cambios deben partir de "asumir que puede y debe haber asimetría" entre comunidades, porque es "consustancial" al país, sin que eso signifique desigualdad en los servicios que reciben los ciudadanos.

Ha apostado así por perfeccionar el sistema, pero el sistema autonómico, no uno federal, una vía que ha negado y descartado: el federalismo es un concepto muy polémico, que suscita apoyos incondicionales o rechazos; es además indeterminado, porque tiene muchas variantes y no se tiene claro cuál se adaptaría a España, y a su juicio resultaría más costoso que el sistema de comunidades: todas ellas tenderían a reproducir aún más las estructuras del Estado, con el consiguiente gasto.

Pérez-Llorca critica la regulación de la Educación

El jurista José Pedro Pérez-Llorca, uno de los redactores de la Constitución Española de 1978, ha asegurado que la regulación de la enseñanza es el "gran error" y el "pecado original" de la Carta Magna, porque quedaron lagunas que se deberían completar aunque ha admitido que no se dan las condiciones.

El jurista ha repasado los defectos de diseño autonómico que a su juicio tiene el texto y cuyos efectos se han visto con el paso de los años, como esa regulación de la educación y también de las lenguas, tanto las autonómicas como el castellano.

En concreto, ha afirmado que el problema del Estado autonómico es "rehacer un proyecto común" y ha dicho que ha llegado el momento de pensar en "el autogobierno de España". Para ello, y ante la "amenaza" del independentismo, ha reclamado a los legisladores medidas de integración, como aplicar los artículos de la Constitución que la favorecen y que "nunca" se aplican. Por ejemplo, ha dicho, las diferencias entre estatutos de autonomía no podrán implicar privilegios económicos o sociales.

Roca ve margen para cambios territoriales sin tocar la Constitución

Miquel Roca, el ponente de los nacionalistas catalanes en la redacción de la Constitución de 1978, ha asegurado este miércoles en el Congreso que la Carta Magna ofrece "mucho margen" para acordar cambios "trascendentales" en el modelo territorial del país sin necesidad de reformarla, pero dentro de sus límites: "La Constitución tiene que respetarse en su integridad, no hay vías al margen de ella", ha remarcado.

El abogado ha comparecido en la comisión territorial del Congreso que analiza el desarrollo del Estado autonómico, en una sesión en la que también lo han hecho otros dos padres vivos de la Constitución. Los tres han coincidido en esta misma idea de que cabe avanzar en el Estado autonómico sin cambiar la letra de la Carta Magna.

El exportavoz de CiU ha dicho que es "evidente" que el modelo territorial puede ser mejorado, pero no se necesita para ello reformar la Constitución sino asuntos importantes como la financiación autonómica y la función del Senado, así como cambiar "pequeñas cosas" que pueden tener grandes efectos. El problema del modelo, ha sentenciado, no es competencial, de quién hace qué, sino que tiene otros componentes. "Podríamos operar en el terreno de los gestos, los acentos, la proximidad, de los reconocimientos y de las sensibilidades", ha dicho.

Con respecto al Senado, ha señalado que quizá fue la principal "equivocación" de la Constitución del 78, por falta de experiencia y por cierta "prisa" en terminar los trabajos, ha admitido. Ha apostado por una cámara en la que se encuentren las comunidades autónomas, discutan y tomen decisiones.

El jurista ha defendido la existencia de singularidades y que estas sean respetadas en la Constitución, porque a su juicio es algo consustancial a la democracia. Ha añadido que esto no es defender privilegios, sino precisamente perseguir la igualdad mediante el respeto a las diferencias. "Singularidad e igualdad son las dos caras de la moneda democrática", ha dicho, para insistir en la importancia de los gestos.

Roca ha dicho también que quiere creer que es posible el pacto y el acuerdo para resolver el problema catalán, aunque siempre dentro de los márgenes de la Constitución porque fuera de ella, ha recalcado, el único camino que cabe es intentar reformarla.

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