El viaje ‘político’ de Escrivá: el PSOE abraza al ministro y su reforma de las pensiones como activo electoral

El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, interviene en una sesión de control celebrada en Senado.

“José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones”. Cuando se anunció su nombre en enero de 2020, en las agrupaciones socialistas de toda España tuvieron que googlear para saber quién era. Un independiente ajeno al partido. Y lo que se encontraron en la red era al presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), nombrado en su día por el Gobierno de Mariano Rajoy, además de un economista prestigioso que había trabajado para el BBVA.

El perfil no se ajustaba a lo que suele llamarse, y gustar mucho dentro del partido, como ministro “político”. Aquellos que controlan sus temas, pero que tienen colmillo, defienden las siglas, entran el cuerpo a cuerpo con la oposición y se patean las agrupaciones los fines de semana. Perfiles que al principio de la coalición tenían Carmen Calvo o José Luis Ábalos. En cambio, en la mesa del Consejo se sentaban otros de corte mucho más tecnócrata como Nadia Calviño y el propio Escrivá.

Pero pasados tres años, el ministro ha evolucionado hacia un corte mucho más político, como le ha pasado a la propia Calviño, y el PSOE lo ha abrazado con fuerza en los últimos tiempos para convertirlo en uno de los activos de la coalición gracias a la reforma del sistema de pensiones. No habrá mitin en el que no se cita. La cuadratura del círculo para poner de acuerdo al propio Gobierno, sus socios en el Congreso, la UE y los sindicatos de manera discreta y efectiva es una de las principales medallas que se cuelgan ahora el Ejecutivo y que el PSOE quiere vender durante este ciclo electoral.

Los candidatos cogen la bandera de las pensiones

No hay discurso ahora en el partido que no lleve entre sus logros principales esa reforma. Y muchos candidatos, como confiesan, lo van a explotar durante estas semanas como señal de identidad de los progresistas. Un miembro de la dirección del PSOE hace este análisis: “Ha conseguido algo que parecía muy difícil al principio de la legislatura: la reforma de las pensiones. Junto con la laboral, son dos de las reformas más importantes. Con sus formas diferentes y sin ruidos ha sido capaz de pactar una norma esencial. Y. ojo, frente a lo que algunos querían situarle por su perfil, ha hecho una reforma centrada en los ingresos y no en el gasto, por primera vez es una reforma que amplía derechos y pensiones mejores”.

Un gesto de reconocimiento del partido hacia Escrivá fue la invitación al pasado Comité Federal, el máximo órgano entre congresos. Estuvo sentado en primera fila, junto a ministros que sí tienen el carné como Luis Planas, Raquel Sánchez, Teresa Ribera o José Manuel Albares. El propio Pedro Sánchez quiso felicitarle por la reforma y ponerlo como ejemplo de paz social.

Sánchez conoció a Escrivá durante su etapa al frente de la Airef, aunque no tenían una relación estrecha. Se limitó a una serie de encuentros en los que el entonces líder de la oposición preguntaba por los datos y la situación económica, siempre con uno de sus fieles cuadernos para tomar notas. Su designación posterior fue también una señal para la UE y los mercados, al darle las competencias de Seguridad Social en el momento en el que Trabajo pasaba a manos de Unidas Podemos con Yolanda Díaz al crearse la coalición.

Los factores hacia lo político: la pandemia, la actitud del PP

La evolución a ese lado más político lo ha recorrido el propio Escrivá en uno de los momentos más difíciles del país por la pandemia. Dirigentes del partido también reflexionan que el ala más liberal del Ejecutivo ha visto la necesidad del Estado durante esta etapa. Además, en esta transición, una de las cosas que más ha sorprendido e influido tanto a Escrivá como a Calviño ha sido la actitud del Partido Popular, dejando atrás esa imagen que tenían de gran partido de Estado. Y el titular de Seguridad Social no soporta que se intenten tergiversar los datos del empleo y de afiliados.

Por eso, esa vena más política también la está explotando mucho Escrivá a través de las redes sociales y utiliza mucho Twitter. A través de hilos en esta red social, intenta combatir las acusaciones del Partido Popular y ha querido desmontar así directamente las críticas de Juan Bravo, el responsable económico de Alberto Núñez Feijóo.

Para muchas federaciones y agrupaciones el tema de las pensiones es vital para este ciclo electoral, pudiendo vender la reforma o la subida, ligada al IPC, de un 8,5% desde el mes de enero. Esta revalorización ha afectado a 11,8 millones de pensionistas y perceptores de prestaciones. Además, se trata de un espectro del electorado con especial inclinación por los socialistas. En el último barómetro del CIS, el PSOE se sitúa como la fuerza favorita para aquellos entre 65 y 74 años, con un 31,4% frente al 19,5% del PP. Entre los mayores de 75 años, los dos partidos tienen la misma intención de voto (un 27,6% para los dos, mientras que Vox y UP no llegan ni al 3%).

La conexión con el partido

La atracciones por Escrivá en el partido se está traduciendo también en peticiones de agrupaciones y cargos por compartir actos con él. Una de las pruebas del algodón fue su reciente viaje a Jaén, donde estuvo con el alcalde, Julio Millán, y el presidente de la Diputación, Francisco Reyes, para hablar con colectivos sociales sobre las pensiones. Esta provincia es el auténtico Ferrari del PSOE para lograr papeletas, ya que tiene el porcentaje más alto de apoyo para el partido en toda España en las generales. 

También le pidió participar en una reunión con colectivos la agrupación socialistas de Huesca, que es en estos momentos la provincia con mayor tirón en Aragón, clave para conservar el Gobierno de Javier Lambán, y en sintonía total con Ferraz. La implicación estas semanas de Escrivá con el partido se ha visto asimismo en la presentación de hasta candidatos en municipios pequeños. Llegó a acudir a Tàrrega (Lleida) para acompañar en la puesta de largo a Silveri Caro, del PSC. Hay mucha conexión entre el ministro y el líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa, con quien compartió Consejo de Ministros y con el que ahora protagoniza también actos.

Escrivá ha entrado también de lleno en la refriega política ante una de las cosas que más le indignan: las críticas del PP en Bruselas a las medidas del Gobierno, especialmente contra su sistema de pensiones. Al titular de Inclusión le siga sorprendiendo que el Partido Popular ponga en solfa la credibilidad de la reforma una vez que ha recibido el aval de la UE, tras duras e intensas negociaciones con Declan Costello, uno de los hombres de negro más severos.

Especialmente le dolieron las palabras de Núñez Feijóo en Bruselas en las que ponía como ejemplo el proyecto de Emmanuel Macron (con recortes y con malestar social) frente al modelo español (que se hace por vía de ingresos). En un tono muy duro cargó contra el líder del Partido Popular hace unos días: "Lo que hemos vivido es un ejercicio extraordinario de frivolidad, insolvencia y falta de patriotismo". Tampoco se ha quedado ajeno a la polémica marcha de Ferrovial, advirtiendo de que se estudiará con mucho cuidado el aspecto fiscal de la marcha de la compañía a Países Bajos.

Tiempo de papeletas y urnas. La reforma de las pensiones será uno de los “puntales” durante este ciclo electoral, como reconocen fuentes de La Moncloa. En el PSOE, frente a las críticas de la oposición de un Gobierno quemado, estiman que precisamente la gestión del Ejecutivo será su mejor activo ante los ciudadanos, con medidas también como la Ley de Vivienda, la subida del salario mínimo o el escudo social.

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