Actualmente, las empresas acogidas a un ERTE están obligadas a mantener el empleo durante los seis meses posteriores al reinicio de su actividad.
Las ejecutivas de los sindicatos ultiman flecos y decidirán esta noche si apoyan el último texto del Gobierno. La CEOE dice que “no hay acuerdo” pero aplaza una decisión definitiva a lo que apruebe su órgano de gobierno este martes.
El presidente subraya que la unidad de acción de empresarios y sindicatos es “un excelente indicador de la salud democrática del país” y envía “un mensaje de confianza a nuestros socios europeos” en “un contexto de enormes desafíos”.
El anteproyecto establece horarios flexibles, la voluntariedad de esta modalidad laboral, la necesidad de garantizar la desconexión y descanso de los empleados o el control limitado de las compañías a sus trabajadores.
Los principales empresarios del país, convocados por la CEOE en una cumbre para "liderar el futuro", piden al Gobierno que ni suba impuestos ni derogue la reforma laboral, además de ayudas de todo tipo y acceso a los millonarios fondos que vendrán de Europa. La mayoría insta a la concordia social e institucional, mientras algunos acusan al Ejecutivo de "dogmatismo" y de hacer "clientelismo" con el Ingreso Mínimo Vital.
Niega que los empresarios estén presionando al Ejecutivo: "Nuestra actitud ha sido en todo momento colaborativa".
Ha asegurado que en España no es lo mismo un SMI de 950 euros en Barcelona o Madrid que en Almendralejo o Don Benito.
La propuesta del Ministerio de Trabajo a los sindicatos y la patronal se refiere sólo a 2020; para el resto de la legislatura el SMI se ajustará a la coyuntura económica. La CEOE ha aceptado el acuerdo.
www.infolibre.es ISSN 2445-1592