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¿Ventana o pasillo?

Soto Ivars busca el “personaje fascinante de ficción” tras Rajoy

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Las antípodas de Madrid, el lugar diametralmente opuesto a la capital española, están en un punto entre las provincias neozelandesas de Waione y Weber. Hasta allí viajaría el escritor y periodista Juan Soto Ivars con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. En principio no es para dejarlo allí. "Iría para conocerlo bien, para permanecer encerrados en el avión muchas horas", explica el autor de novelas y libros infantiles, que lo mismo divierte a los niños que agita la actualidad política en su columna en El Confidencial. Una vez en Nueva Zelanda, "posiblemente uno de los dos se quedaría allí", fantasea Ivars, "a no ser que yo descubriera, como sospecho, que tras la máscara de Rajoy se esconde un personaje fascinante de ficción". En ese caso habría que buscar una cafetería con wifi en Weber. "Yo volvería convertido en su autor. El misterio estaría resuelto".

Las consideraciones políticas acerca de la figura del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dan cada día para columnas, tertulias y discusiones. Y sus lapsus linguae han provocado miles de tuitslapsus linguae. "Es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde", "Somos sentimientos y tenemos seres humanos". A medio camino entre el análisis de sus decisiones y las risas con sus grandes frases hay otras observaciones a realizar, como el Rajoy personaje: "Hay que reconocer que Rajoy, a veces errático, disperso, poco acertado, hilarante, también logra generar la imagen de hombre corriente al que las minucias no le van a desviar", escribía Berna González en El País. O el Rajoy superviviente: aguantó dos derrotas electorales y va camino de las terceras elecciones sin dar el paso a un lado que muchos le exigen. A Soto Ivars le encantaría profundizar en alguna de estas facetas para dar a luz a un nuevo héroe –o antihéroe– literario.

Y en la vida real…

Gabriela Ybarra viaja al exotismo japonés con Vainica doble

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Los billetes de avión que Juan Soto Ivars (Águilas, Murcia, 1985) ha comprado en la realidad le han llevado a lugares casi igual de exóticos: en primavera, Kentucky (EEUU) e Israel por motivos de trabajo y, en verano, Asturias e Islandia, "para huir del calor y relajarme", confiesa. Se pueden leer en su medio sus impresiones sobre el país nórdico. Como la mayoría de escritores de ¿Ventana o pasillo?, la producción literaria y la búsqueda de inspiración no para en verano. "Estoy recopilando casos contemporáneos de censura, todavía no sé muy bien para qué. Detecto que cada vez hay más gente que, no contenta con no leer nada, quiere impedir que los demás lean", explica. "Es algo nuevo y aterrador. No sabría si llamar a esto proyecto, temor o curiosidad". En su blog se manifestó en contra de las acusaciones de machismo e incitación al acoso a la autora de 75 consejos para sobrevivir en el colegio, María Frisa, y lamentó que una petición en Change.org pidiera la retirada del libro.

En septiembre sale su próxima obra: Un abuelo rojo y un abuelo de derechas, una mirada al mito de las dos Españas desde el prisma de la propia familia del escritor y un "manifiesto autobiográfico", asegura. El cliché le resulta "odioso" cuando contempla a sus familiares, y sospecha que una situación similar se vive en las familias "de otros muchos españoles".

Juan Soto Ivars es cofundador del movimiento Nuevo Drama y columnista en El Confidencial, así como en otras publicaciones como tintaLibre o Papel, dominical de El Mundo. Como novelista, ha publicado La conjetura de Perelman (Ediciones B, 2011) Siberia (El Olivo Azul, 2012) y Ajedrez para un detective novato (Algaida, 2013). Su obra ¡Prohibida la ducha! (Siruela, 2015) fue su primera incursión en la literatura infantil y trata de un inventor que, harto de las normas de higiene, crea un mundo paralelo donde no hay que lavarse los dientes. En junio de 2016 escribió su última columna en la revista Tentaciones (El País) en la que incluyó un acróstico: "Cebrián [el presidente de Prisa] es un tirano como Calígula".

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