El PSOE tras el comité federal
Cartografía del nuevo poder socialista: de los 'chicos de Blanco' al 'lastrismo'
El atlas del poder socialista tiene nuevos mapas sobre la vieja geografía. La salida de Santos Cerdán y José Luis Ábalos ha trastocado las columnas hercúleas que han sostenido parte del PSOE durante los últimos años. La formación tiene nuevos anillos que se mueven con más fuerza alrededor de Pedro Sánchez, que sigue siendo un Saturno sin enemigos fuertes dentro con capacidad de hacerle frente.
En el PSOE de 2025 no se habla de familias, pero sí de órbitas de poder. Sánchez sigue teniendo un control férreo de la organización, aunque con un sentimiento de apoyo de vuelta por parte de la mayoría de dirigentes y de militantes. Durante estos días dolorosos, ese respaldo se vio con claridad durante la reunión del comité federal con un cierre de filas total en torno al secretario general, con tan solo dos críticas en el máximo órgano entre congresos: Emiliano García-Page (presidente de Castilla-La Mancha) y Miriam Andrés (alcaldesa de Palencia).
En esta reciente lección de cartografía socialista que se ha abierto hay que detenerse especialmente en el PSPV. Los socialistas valencianos se han puesto en primera fila del partido con la elección de Rebeca Torró como nueva secretaria de Organización. Ella fue una de las integrantes del núcleo duro del Gobierno del Botànic, liderado por Ximo Puig, quien tuvo como delfín a Arcadi España, que también forma parte del Ejecutivo socialista. En la dirección de Ferraz se mantiene asimismo Alejandro Soler, que fue el líder de los socialistas valencianos.
Y destaca también con fuerza Pilar Bernabé, número cuatro del PSOE y delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana. Todos ellos pertenecientes a una federación con una líder en el Consejo de Ministros, Diana Morant, que tiene hilo directo y constante con Pedro Sánchez. En este grupo hay que incluir también a Lydia del Canto, secretaria de Estado de Comunicación, que llegó a Madrid tras sus años en la Generalitat Valenciana y en el PSPV.
Todos ellos se conocen desde hace años y llevan como carta de presentación la buena gestión del Ejecutivo autonómico (el PSPV mejoró sus resultados en el 28M, pero se vio arrastrado por la ola conservadora que arrasó en aquellas autonómicas y municipales). La Comunitat Valenciana se ha convertido en una esperanza de granero socialista y las encuestas evidencian la posibilidad de que la izquierda mejore sus resultados tras la gestión de la dana por parte de Carlos Mazón (PP).
Los 'chicos de Blanco', más fuertes que nunca
En el universo socialista vuelven a coger de nuevo mucha fuerza los ‘chicos de Blanco’. Antonio Hernando ingresa en la Ejecutiva Federal mientras que Óscar López es uno de los hombres fuertes del partido y del Gobierno en su doble condición de líder del PSOE madrileño y ministro de Transformación Digital y Función Pública. Los dos eran asesores, junto a Pedro Sánchez, de José Blanco cuando el gallego ocupaba la Secretaría de Organización en tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero.
Durante años, Hernando, López y el propio Sánchez fueron amigos íntimos. Pero las cainitas primarias entre Sánchez y Susana Díaz separaron sus destinos: López fue jefe de campaña de Patxi López como tercer candidato, y Antonio Hernando se vinculó a la gestora del partido y dimitió tras la victoria del hoy presidente en el proceso interno de 2016. Pero La Moncloa los volvería a unir otra vez, cuando el presidente llamó a López para ser su jefe de gabinete tras apartar a Iván Redondo en la macro remodelación de Gobierno del verano de 2021. Al poco, haría las paces con Hernando, que fue al complejo presidencial a formar parte también del núcleo duro. Los ‘chicos de Blanco’ volvían a estar juntos.
A este grupo pertenece Anabel Mateos, que es una de las grandes figuras del nuevo organigrama al ascender a responsable de coordinación autonómica y adjunta a Organización desde el pasado comité federal. La dirigente almeriense está casada con Hernando, aunque su relación en el partido con Sánchez viene desde décadas atrás a través de las Juventudes Socialistas. Tanto Hernando como Mateos han estado vinculados en los últimos años con Acento, el exitoso lobby capitaneado por Blanco, en el que también hay expolíticos de otro signo como Alfonso Alonso (exministro de Sanidad con Mariano Rajoy).
El coloso PSC
Y en este nuevo socialismo pita también con mucha fuerza el partido hermano, el PSC. Tras años de tensiones, ahora los dos trabajan como si fueran el mismo cuerpo. La conexión es total entre Sánchez y Salvador Illa, quien se ha convertido en uno de los grandes apoyos del presidente desde los tiempos de pandemia. Su relación se ha estrechado todavía más en estos convulsos tiempos para el partido. Los consejos del presidente de la Generalitat llegan directamente a los planes del presidente.
El peso del socialismo catalán en Madrid ha aumentado todavía más con la última remodelación del PSOE aprobada, al situar como portavoz del partido a Montse Mínguez, diputada del PSC de la máxima confianza de Illa. Ella también es la secretaria del grupo parlamentario del PSOE en el Congreso de los Diputados y llega para dar unos aires totalmente diferentes a los de la época de Esther Peña. Puro estilo Pallars 191.
El poder del PSC también se denota especialmente en el ámbito económico. Jordi Hereu, exalcalde de Barcelona, es ministro de Industria y forma parte de la Ejecutiva a nivel federal. Hay que añadir nombres vinculados al socialismo catalán que están en la primera línea, como Maurici Lucena (presidente de AENA) y Raquel Sánchez (presidenta de Paradores y exministra de Transportes).
La importancia de los socialistas catalanes es vital ahora mismo para Sánchez: son un gran apoyo interno, pueden presumir de hoja de ruta de diálogo, son una cantera para puestos económicos y un gran filón de votos. De hecho, las encuestas internas les dan una subida incluso superior a los 19 escaños que lograron en esta comunidad en las generales del 23J.
El 'lastrismo' recupera su referencia moral
Tras la caída de Ábalos y Cerdán, se vuelve a mirar con especial atención dentro del partido al ‘lastrismo’, que es el grupo cercano a Adriana Lastra, ex vicesecretaria general del PSOE, que se tuvo que apartar de la primera línea por su duro enfrentamiento con el navarro ahora en prisión. Ella ha vuelto a emerger como un referente moral dentro del partido y tuvo protagonismo en el pasado comité federal tanto por su intervención a puerta cerrada como ante los periodistas como firme defensora del feminismo y contraria a las prácticas machistas que todavía dominan algunas zonas del PSOE.
Lastra está ahora mismo dirigiendo la Delegación del Gobierno en Asturias y tiene como uno de sus grandes compañeros políticos a Adrián Barbón, presidente del Principado. Son cercanas a ella otras referentes feministas del partido como Andrea Fernández, diputada por León y también arrinconada por el sector de Cerdán, y la directora del Instituto de las Mujeres, Cristina Hernández. En este espacio también están algunos exdiputados como Laura Berja y Omar Anguita.
El 'súper poder' de Montero... pero con Dos Hermanas tocada
Cuando se habla del PSOE, hay que mirar al sur. El PSOE andaluz durante décadas fue el gran corazón del partido y la sangre que circulaba en votos. La calle de San Vicente no vive en estos momentos su mejor época y se resume básicamente en un nombre: María Jesús Montero, que se ha hecho con las riendas y se ha convertido en otro gran apoyo de Sánchez durante estos días. Su influencia es total como vicesecretaria general y vicepresidenta, aunque en unos meses se tendrá que centrar en Andalucía.
Pero el socialismo andaluz se ha dejado estos días por el camino a uno de sus grandes referentes en Madrid, Francisco Salazar, quien ha renunciado a sus cargos en La Moncloa y en la dirección del partido por las informaciones de denuncias de varias mujeres por su comportamientos machistas. Esto hace que pierda fuerza el grupo de Dos Hermanas, la localidad sevillana ligada íntimamente a la carrera de Sánchez. Allí anunció que se presentaba a las primarias y su victoria estuvo muy marcada por el apoyo de Quico Toscano, entonces alcalde de esa localidad.
El actual regidor, Paco Rodríguez, es el número tres de Montero en el PSOE andaluz y ha patinado, para muchos sectores del partido, al volver a apoyar explícitamente a Salazar como amigo suyo. Pero en el socialismo andaluz hay otro nombre que está llamado a crecer en el futuro, según sus compañeros: María Márquez, la onubense que ocupa el puesto ahora de vicesecretaria general.
Las voces que adora la militancia
En esta cartografía socialista también hay nombres propios que arrastran especialmente a la militancia y cuyas palabras son aplaudidas por Sánchez y los afiliados. El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero es todo un icono y, además, tiene ahora una misión de alto voltaje: mantener el puente con Carles Puigdemont mientras Ferraz designa a un nuevo interlocutor con Junts.
El otro gran nombre con ascendiente por sí solo es el de Óscar Puente, que cada día gana más vítores entre los suyos por sus intervenciones. Su opinión es de las que más influencia ejerce sobre los militantes y su intervención en el pasado comité federal puso la voz a muchos progresistas llamando “hipócrita” a Emiliano García-Page. Su peso no es cuantificable en dirigentes afines, sino principalmente en el gran apoyo que encuentra en las bases del partido.
También sube escalones, sin tener una familia concreta, pero por su proyección y por su tirón en las agrupaciones (como se comprueba en su agenda y en el aplauso en el último congreso federal), Enma López, que, además de llevar el área de Economía, ejerce como portavoz adjunta y es uno de los rostros que defiende al partido en el complicado mundo de las tertulias televisivas.
Y hay un sector también que se ha ido formando en torno al ministro de Justicia y que se conoce como el ‘bolañismo’. Se trata de un grupo de cargos socialistas que tienen como principal referente a Félix Bolaños y que conforman el cerebro jurídico del Gobierno y del PSOE, dominando además la comisión de secretarios de Estado. Aquí se incluye al delegado del Gobierno en Madrid, Fran Martín. Cercano a ellos está otra referente actual en el PSOE, Isaura Leal, una persona a la que el presidente pide consejos directamente.
Frente a estas órbitas, los críticos no han conseguido formar un gran frente con posibilidades de tumbar a Sánchez. García-Page es la voz institucional más fuerte contra el secretario general, pero su tirón entre la militancia fuera de Castilla-La Mancha es bajo. Javier Lambán, expresidente de Aragón, también hace ruido, pero no tiene poder real (su federación se ha decantado finalmente por Pilar Alegría y no por sus afines). Susana Díaz sigue jugando a estar en la primera línea mediática, pero sus cercanos se han calmado en Andalucía tras la llegada de María Jesús Montero. Y a Felipe González ya no le sigue apenas nadie en el PSOE. Al revés, entre las bases se le considera un traidor y cada vez que habla sube el apoyo interno al actual secretario general.