Los casos de acoso sacuden la política española

José Ignacio Landaluce, a su llegada a una sesión de control al Gobierno en el Senado.

La política española vive un auténtico terremoto no visto hasta ahora, con decenas de denuncias y casos de acoso que se destapan en cadena desde hace días y que rompen el tabú sobre las prácticas de poderosos dirigentes a nivel nacional y territorial. Esta sucesión se ha convertido, a la vez, en un arma entre las diferentes formaciones a las puertas del arranque del ciclo electoral, con las elecciones en Extremadura este domingo.

El PSOE está en medio de un auténtico Me too que arrancó con las denuncias de varias mujeres contra Francisco Salazar, ex secretario de Coordinación Institucional en el Palacio de La Moncloa. La mala gestión por parte de Ferraz del proceso de seguimiento abrió una crisis interna que no ha terminado de cerrarse, con el enfado mayúsculo de muchas mujeres del partido. 

El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asumido en primera persona el error en la tardanza del proceso y ha prometido revisar los protocolos internos y dotar con más recursos humanos a la oficina antiacoso. Durante estos días, además, dimitió de su puesto en la Ejecutiva Javier Izquierdo, el hombre fuerte de las encuestas en el partido, también vinculado con otro caso de supuesto acoso.

Además, los socialistas están viviendo otra enorme crisis en el PSdeG, que ha convocado para el próximo lunes una reunión de la Ejecutiva ante el impacto en esta federación de las denuncias de acoso sexual contra el exlíder de partido en Lugo y alcalde de Monforte, José Tomé, y de acoso laboral contra el alcalde de Barbadás, Xosé Carlos Valcárcel.

El malestar es total entre amplias capas del socialismo gallego y se ha materializado en un manifiesto contra la gestión del líder del partido en Galicia, José Ramón Gómez Besteiro, en el que se denuncia que no puede tener cabida “ninguna actuación que ampare o relativice el acoso sexual y el machismo”. Apoyan el texto algunos referentes de la formación, como el expresidente de Galicia Emilio Pérez Touriño y la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey. Esta última ha sido denunciada también por acoso laboral en el canal del partido.

Los casos en el PP

El Partido Popular ha utilizado estos casos contra el PSOE y ha tratado de recuperar terreno en el voto femenino por la vía de erosionar a Sánchez durante estas semanas. Pero los populares han acumulado también en las últimas horas casos y escándalos que tratan de pasar por alto. Se ha convertido en un quebradero de cabeza el alcalde de Algeciras y senador, José Ignacio Landaluce, que, aunque se ha dado de baja del PP, se niega a dejar sus cargos.

El Correo de Andalucía ha revelado unos audios que dejan constancia de que en una reunión en febrero de este año en la sede del PP de Algeciras, Marcos Borrego, abogado, miembro de la Ejecutiva del PP de Málaga y asesor municipal, se reunió con la exconcejala Laura Ruiz para que firmara una carta en la que debía reconocer "trastornos mentales" en los días en que escribió mensajes en redes que comprometían a Landaluce. En la reunión también participó Bernardo Palenciano, exjefe de Recursos Humanos del Ayuntamiento. Todo a raíz de unos mensajes en WhatsApp en los que se relataban por parte de concejalas del PP tocamientos del político y comentarios indebidos. 

El presidente andaluz, Juanma Moreno, afirmó, sobre el enrocamiento de Landaluce en no dejar sus cargos, que “al darse de baja en el PP, no tenemos ningún instrumento de presión sobre él”. No obstante, el Partido Popular ha descartado hasta el momento hacer una moción de censura con sus concejales para quitarle el bastón de mando de la ciudad gaditana.

La campaña extremeña también se ha visto sacudida tras conocerse que el chófer de María Guardiola, presidenta de la comunidad, está condenado por violencia machista contra su expareja con penas de seis meses de alejamiento, treinta días de trabajo comunitario y retirada de permiso de armas. Tras revelarse la información, el Gobierno regional decidió cesarlo este jueves.

El PP extremeño también lidia con el caso del alcalde de Navalmoral de la Mata, Enrique Hueso, por las denuncias contra él por trato machista de la exconcejala Paula González, quien incluso envió un correo a Guardiola al ver la “inacción” del partido: “Ya no puedo ni quiero aguantar más”.

La dirección regional ha negado conocer esta denuncia, pero un audio publicado por eldiario.es desvela cómo el portavoz regional de los populares, José Ángel Sánchez Juliá, le dijo a la concejala: “Como nos pongan la etiqueta de trato machista va a haber un lío”.

Mientras, este jueves el PP vivió otra situación demoledora al conocerse que un juzgado de Segorbe investiga al alcalde del pueblo castellonense de Jérica, Jorge Peiró, por sendos delitos de agresión sexual respecto a dos víctimas menores de edad.

La investigación, según el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, lleva abierta "desde hace unos meses" y la titular del juzgado de Instrucción número 1 de Segorbe impuso en su momento al investigado medidas cautelares de alejamiento y prohibición de comunicación respecto de los dos denunciantes, que siguen vigentes actualmente.

Dimisión en Vox

Vox se vio este jueves también envuelto en un escándalo que ha provocado la dimisión del hasta ahora responsable de redes sociales, Javier Esteban, quien ha sido denunciado por una presunta agresión sexual a un menor de edad. La víctima fue militante del partido y de Revuelta cuando tenía 16 años, quien ha trasladado a la Policía que sufrió insinuaciones y tocamientos. 

La víctima explica en la denuncia que el jefe de redes "abusó de su situación de superioridad en Vox y Revuelta" para tratar de quedar con él en privado y hacer "tocamientos contra mi voluntad", pese a saber su edad. A través de mensajes le lanzaba preguntas para saber si tenía pareja y su orientación sexual. Cuando quedaron, le tocó sin su consentimiento y con “ánimo sexual”.

Podemos pide retirar los reconocimientos a Adolfo Suárez

Además, este mismo jueves infoLibre reveló la denuncia de una mujer por haber sufrido violencia sexual por parte del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez cuando ella era menor. Estos hechos se produjeron a principios de los años ochenta. Desde Podemos, Ione Belarra pidió al Gobierno y al Congreso retirar todos los reconocimientos institucionales del exjefe del Ejecutivo.

La líder de Podemos demandó quitar el nombre de Adolfo Suárez al aeropuerto de Barajas y retirar también todos los bustos y cuadros del expresidente. "Cuántos padres de la democracia, cuántos hombres de Estado que han subido a un pedestal, que nos han dicho que había que admirar, que había que reconocer, que había que citar, en realidad eran agresores sexuales y pedófilos que han construido su poder sobre ese pacto de caballeros y sobre una cantidad ingente de privilegios", señaló la dirigente morada.

"Las mujeres están perdiendo el miedo a hablar"

¿Está la política española viviendo un antes y un después con estas denuncias en cascada? La politóloga Ana Salazar hace esta reflexión: “Estamos viendo cómo las mujeres están perdiendo el miedo a hablar y están poniendo sobre la mesa la situación que han vivido. Es un avance incontestable que las mujeres no ocultemos las presiones que podemos sufrir”.

“Esto es una cadena. Hay un efecto de bola de nieve, hace que todas podamos hablar”, señala esta politóloga, quien hace hincapié en que el acoso es un “fenómeno transversal, que se da en las organizaciones políticas, pero también en la cultura, en las empresas y en el mundo del deporte”.

Una mujer denuncia haber sufrido violencia sexual por parte de Adolfo Suárez cuando ella era menor

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Pero, a la vez, lamenta Salazar que no se están viendo “cambios profundos” en la forma de afrontar estos casos: “Ojalá sea un punto de inflexión. Se están cortando algunas cabezas, pero los partidos son estructuras muy lentas a la hora de introducir mejoras. Pero van a tener que responder con agilidad, porque estamos viendo un clamor”. Además, señala que estas denuncias evidencian cómo los hombres poderosos estaban blindados “antes y ahora” porque “los propios partidos han intentado ocultarlo”. Con esta idea final: “Los medios de comunicación están teniendo un papel muy importante. Vamos a ver cómo acaba todo. Confío en que realmente sirva para algo”.

¿Qué impacto electoral pueden tener estos casos? Sílvia Claveria, socióloga y experta en temas de género, indica que en los últimos años el feminismo ha dejado de ser un tema muy importante a la hora de decidir el voto, por debajo de lo que supuso, por ejemplo, en las elecciones de abril de 2019.

“Como sucede con la corrupción, muchas veces estos casos no se castigan en las urnas. Los ciudadanos suelen considerar mucho más grave lo que hace el candidato de un partido oponente que lo que hace el suyo. Por eso, la gente de la izquierda minimizará lo que pasa en sus partidos, y al revés. No creo que vaya a tener demasiado efecto. Ahora bien, todo depende de cómo lo enmarquen los medios y de si surge una contrarréplica a lo que estamos viendo y se vuelve a una conciencia más feminista”, indica la socióloga. 

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