Twitter a debate

¿Pueden las redes sociales marcar el ritmo de la política?

No todos los políticos dimiten por sus tuits ofensivos

Twitter, como principal red social en abierto, se ha transformado en algo más que un espacio de comunicación entre los usuarios. Herramienta de campaña, de comunicación institucional, de debate... y de riñas políticas. El 'caso Zapata', que obligó al concejal de Ahora Madrid a dimitir al frente del departamento de Cultura y ha acabado con su imputación en la Audiencia Nacional, no es la primera polémica generada por el uso de las redes sociales en el ámbito político. Pero sí ha sido el que ha tenido una consecuencia más rápida, brutal y directa en el ejercicio de la política. Las redes no son solo un espejo de la vida analógica, sino un instrumento que incide directamente en ella.

Llegados a este punto, las redes sociales ¿son una revolución en el debate público, o un nuevo foro para los mismos mensajes de antes? ¿Son herramientas superficiales, o permiten discutir en profundidad y llegar a acuerdos? ¿Ha supuesto este último episodio una pérdida de inocencia sobre su poder? Distintas figuras del mundo de la cultura reflexionan sobre las consecuencias de su uso y tratan de determinar sus limitaciones

Juan José Millás

Escritor y periodistaPREGUNTA. ¿Se han convertido las redes sociales en una extensión más del debate público?RESPUESTA. 

Por lo que ha pasado estas semanas, parece que así es. Lo que habría que preguntarse es hasta cuándo, porque las herramientas cambian continuamente, desaparecen unas y aparecen otras. Twitter parece haberse transformado de repente en un espacio eminentemente político. Lo que pasa es que hace unos años que la política invade un porcentaje altísimo de la realidad, cada hora del día. Es normal que lo haga en las redes sociales.

P. ¿Qué limitaciones puede tener el debate en esta herramienta?

R. Es difícil decirlo, todavía no hemos podido abarcar todas las posibilidades.

P. Se ha comentado que es más fácil descontextualizar...

R. Descontextualizar significa sacar algo de contexto, y eso da igual hacerlo en televisión, en Twitter o en un periódico. Si me apuras, es más difícil sacar de contexto mensajes cortos, precisamente porque apenas hay texto.

P.¿Y la confusión entre lo privado y lo público?

R. La gente que hace cinco o seis años tuiteaba no tenía conciencia de que eso lo estaba lanzando a un espacio público. Entonces eran solo unos pocos. La conciencia de las redes como algo que trasciende lo privado la estamos desarrollando ahora, más aceleradamente por lo ocurrido en los últimos días.

Rafael Argullol

Escritor y catedrático de Estética y Teoría de las Artes

P. ¿Cuál ha sido la principal consecuencia de la entrada de redes sociales en la política?

R. Lo que se ha devaluado es la intimidad. Y el deterioro de la intimidad ha redundado en un deterioro de la política. Un ciudadano particular cree formular un comentario privado, y lo que hace en realidad es exponerlo al público. Es lógico que empiece un ajuste de cuentas, pero no es aceptable.

P. ¿Esto ocurre solo en Twitter?R. 

No. Pero Twitter es la forma epistolar lacónica y casi primitiva. Y, antes, al escribir una carta, uno se lo pensaba varias veces. Tenía una lentitud en el proceso, y el que la recibía la digería con esa lentitud.

P. ¿Cómo ha alterado eso el debate político?

R. No solo tiene consecuencias ahí. Esto es un totum revolutum en el que uno puede hurgar en la memoria de los otros. La palabra obsceno viene de la tragedia griega, de todo aquello que no se hacía en escena. Si Edipo se sacaba los ojos, no se veía, se contaba. Nosotros hemos incluido lo obsceno en lo cotidiano. Hemos roto toda línea de separación, y eso antes o después va a caer sobre nosotros.

Helena Pimenta 

Directora teatral y responsable de la Compañía Nacional de Teatro Clásico

P. ¿Le parecen las redes sociales una buena herramienta para el debate?

R. Publicar en ellas es con frecuencia impulsivo, pasa pocos filtros y hay poca premeditación. Desconfío de ellas. El mensaje rápido te coloca en una posición que no te pertenece demasiado. No van al ritmo de la vida.

P. ¿Por qué, pese a su fugacidad, tienen esta relevancia?

R. Todo lo que está escrito parece más importante que lo que se ha dicho. Lo que queda grabado, muchas veces, no puede competir con un mensaje posterior. Por eso considero que tiene que haber un derecho a que una información desaparezca años más tarde. No solo en las redes sociales, claro.

P. ¿Por qué?

R. Es una especie de Gran Hermano, esta vigilancia constante de lo que decimos. Nos dejamos llevar por la sensación de que estos mensajes desaparecen pronto en un océano de información, pero la verdad es que la palabra es imborrable.

P. ¿Nos damos cuenta ahora?

R. Somos los primeros que tenemos que comprender estas herramientas que hemos creado. Somos pequeños y no nos damos cuenta de su alcance.

P. ¿Hasta qué punto son responsables de este fenómeno los medios?

R. Todo el mundo está esperando, sobre todo en política, que alguien dé alguna información, que alguien se pronuncie. Los medios lo fomentan, pero es una dinámica general.

Elvira Navarro

Escritora

P. ¿Cuáles son las limitaciones inherentes a Twitter como espacio de debate?

R. Formalmente, la reflexión es difícil. Y no sólo por la corta extensión.  El contexto desaparece porque no queda rastro de los mensajes que lo rodeaban. Cuando sacas un tuit de su hilo, el contexto se esfuma y es muy difícil de reconstruir. Con todo, no creo que sea imposible que se produzca una reflexión de calado en Twitter, porque de hecho a veces se propicia. Yo sigo a gente cuya reflexión me interesa en ese espacio, y en general.

P. ¿Es la brevedad lo que más dificulta un debate profundo?

R. No. Un verso, un aforismo son breves y pueden contener ideas complejas.

P. ¿Está el debate en las redes sociales especialmente viciado?

¿Es posible impedir el anonimato en las redes sociales?

¿Es posible impedir el anonimato en las redes sociales?

R. Son como cualquier otro sitio. Sacamos un poco de madre las redes sociales. No me parece peor lo que ocurre en Twitter que lo que ocurre en la televisión. Ahí sí que puedes desarrollar tus argumentos, en teoría, pero nos damos cuenta de que con frecuencia son muy pobres.

P. ¿Entonces?

R. El problema no es Twitter, el problema es que hay unos señores que llevan muchísimo tiempo en el poder y que están dispuestos a manipular y a generar miedos por todas partes. Es posible descontextualizar en cualquier medio: si coges una novela, incluso de un gran maestro, y le quieres sacar los colores, se los sacas.

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